Tu Primus
Carnavales, fútbol y “Sanfermines” en Curazao
El Buque-Escuela “Juan Sebastián de Elcano" recala en la isla caribeña antes de partir hacia Santo Domingo
Bienvenidos una semana más a bordo del Buque-Escuela “Juan Sebastián de Elcano". Esta vez los Guardiamarinas Sergio Rojo Rodríguez y Andrea Marín Alonso, tendremos la oportunidad de acompañarles a bordo del Buque más emblemático de la Armada Española, convirtiéndoles por unos momentos en un miembro más de la dotación.
Los últimos días de febrero tuvimos la oportunidad de visitar el puerto de Curazao, puerto poco conocido incluso para este casi centenario bergantín goleta, y es que era la segunda ocasión en la que se arribaba a esas costas. La primera noche tuvo lugar la tradicional recepción a bordo, una pequeña copa de bienvenida donde se reciben a todas las autoridades locales, miembros de la Armada Real de los Países Bajos, e interesados en nuestro elegante buque. Como siempre, los guardiamarinas damos nuestro máximo en las recepciones, intentando ser dignos representantes de España como anfitriones y cantando canciones típicas de nuestra ya añorada España, para que todos nuestros invitados se empapasen un poco de nuestra cultura.
Durante nuestra estancia en puerto tuvimos la oportunidad de participar en numerosas actividades, en la que cabe destacar nuestra asistencia en el carnaval de Curazao de la mano de “Curazao Sail Fundation”. Esta fue una oportunidad única de conocer sus costumbres, su cultura, su gente y que ellos también pudiesen conocer un poco sobre la nuestra, ya que alrededor de 150 miembros de la dotación fuimos vestidos como en una de nuestras más carismáticas fiestas, los “San Fermines”, bailando y cantando por las calles de esta isla caribeña. Asimismo, al día siguiente se organizó un partido de fútbol contra un equipo local de la ciudad de Willemstad, pero a pesar de contar con nuestros mejores jugadores y enseñarles el famoso “tiki-taka”, no pudimos salir victoriosos de este encuentro; pero sin duda nos llevamos la experiencia, que fue lo mejor y más importante.
Algunos compañeros visitaron además el Convento “Madre de Dios”, fundado por monjas españolas en 1574, donde seguro que vivieron momentos entrañables entre ellos. Además, dos de nuestros compañeros ofrecieron una conferencia sobre la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, de tal manera que allá donde nos encontremos, todo el mundo sepa de la gran gesta que realizó el gran marino que da nombre a nuestro buque.
Por último, veinte guardiamarinas tuvimos el placer de recibir a bordo a miembros de la Armada Real con el fin de enseñarles nuestra vida y nuestros quehaceres en las navegaciones. Por supuesto ellos luego nos devolvieron el favor y nos mostraron su base en Curazao y la zona de guardacostas, de tal manera que pudimos conocer un poco más de su manera de trabajar y formar así mayores vínculos con nuestros aliados.
El buque zarpó el 26 de febrero en demanda de Santo Domingo, y a pesar de ser un tránsito corto, nos ha dado tiempo a realizar un acto de leyes penales donde conmemoramos el 483 aniversario de la Infantería de Marina, la más antigua del mundo, siendo un orgullo para la Armada Española poseerla entre sus filas. Tras felicitar a nuestros compañeros infantes nos pusimos sin más dilación a preparar las siguientes recaladas, todo lo relativo al aspecto profesional, cultural y de seguridad para el puerto dominicano que nos esperaba. El día antes de nuestra entrada expusimos todos estos aspectos, para así poder realizar una entrada segura y bonita y poder disfrutar de nuestra estancia en este puerto caribeño tan emblemático y visitado por nuestro buque. Además, este mismo día ocurrió a bordo lo que siempre habíamos ansiado, y porque no decirlo, fantaseado desde el inicio del crucero, pues estando fondeados en frente de la capital dominicana nos dieron la oportunidad de bañarnos en el mar, algo que ha tardado casi 4 meses en aparecer, pero la espera mereció la pena, como se suele decir, más vale tarde que nunca.
Nos despedimos de todos ustedes recién atracados en la hermosa ciudad de Santo Domingo, primera ciudad a la que arribó Cristóbal colón en su primer viaje al nuevo mundo. Tan solo unas pocas horas aquí y ya hemos podido comprobar el calor y afecto que tienen por España y sus habitantes, o como dicen ellos, por su madre patria. Ilusionados ante un sinfín de actividades institucionales y atractivas que asoman por la proa para este embajador y navegante, nos despedimos. Esperemos les haya gustado y se hayan trasladado junto a nosotros a esta preciosa y acogedora isla y que continúen tan fieles a nuestro pequeño resumen de vida a bordo que realizamos con todo nuestro cariño los guardiamarinas del “Juan Sebastián Elcano”.
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