Tu Primus
Despedida a bordo del “Juan Sebastián Elcano”
Los marineros del buque-escuela llega a su fin y atracará en su última parada, su casa, la Base Naval de Carraca en San Fernando
Bienvenidos a la última semana a bordo del Buque-Escuela “Juan Sebastián Elcano". En esta ocasión, junto con los Guardiamarinas Francisco Javier Navarro González y Francisco Huertas Roldán, tendrá la oportunidad de embarcar a bordo del Buque más emblemático de la Armada Española, convirtiéndole por unos momentos en un miembro más de la dotación en este XCII Crucero de Instrucción.
Comenzaba la última semana con total normalidad y con cierto aire de tranquilidad por parte de los Guardiamarinas, debido a que su intenso plan de estudios a bordo ya tocaba su fin. Sin embargo, esta sensación de desahogo fue totalmente efímero y es que nos vimos envueltos de nuevo en el estrés que supone trabajar en el estudio y la elaboración de los diferentes trabajos de fin de crucero.
Estos trabajos cobran una gran importancia ya que no son meramente didácticos, sino que serán de gran ayuda en un futuro relativamente cercano, como puede ser por ejemplo, la preparación de los próximos cruceros de instrucción. Para llevar a cabo este tipo de proyectos, los Guardiamarinas deben de estudiar diversos factores y acudir a fuentes de información como los derroteros, herramienta imprescindible para la navegación y que sin ellos sería difícil elaborar una derrota con seguridad. Para trazar una derrota se utiliza una carta náutica, pero para saber qué es lo que nos vamos a encontrar a lo largo de ésta, necesitaremos una guía, unas indicaciones que nos expliquen y nos describan la zona por la que vamos a navegar. En ellos, podemos encontrar información sobre los fenómenos meteorológicos que se dan con más frecuencia en la derrota elegida, peligros en ella, información sobre los puertos marítimos de las ciudades, etc. Además, también se nos han encomendado tareas de mantenimiento y mejora de ciertos aspectos de la plataforma, como puede ser la compensación de la aguja magnética del puente de gobierno, o un estudio para cambiar el emplazamiento de la lavandería a bordo del buque. Sea cual fuese el trabajo que nos hayan asignado, todos y cada uno de nosotros se encuentra altamente motivado, acrecentado porque en muy poco tiempo podremos volver a nuestros respectivos hogares y ver a la familia y seres más queridos.
A medida que avanzaba la semana las olas de entre 5 y 6 metros de altura que nos tenían inmersos en una danza continua con la mar, han ido disminuyendo. El vaivén en ocasiones de hasta 20º de escora a una banda y a otra, y con unos 15º de forma sostenida ha dejado paso a un leve mecido. Por desgracia los actos previstos en cubierta para los primeros días de semana, tuvieron que ser cancelados, como la tradicional carrera 24 horas y la esperada cena de despedida con concierto incluido. Por suerte, la meteorología dio una tregua y se pudo celebrar la Semana Santa con su correspondiente procesión de viernes Santo.
Como todos habréis podido ver en diferentes medios, no hubo problema en realizar la procesión en cubierta con la Virgen de la Soledad que se celebra a bordo del Juan Sebastián de Elcano cada vez que la Semana Santa coincide en la mar. A diferencia de la procesión que se viene celebrando en los anteriores Cruceros de Instrucción, la del nuestro fue aún más especial. Por todos es conocida ya la terrible situación sanitaria que atraviesa España. Esta situación que está impidiendo el normal desarrollo de la vida y de las costumbres en nuestro país. Somos por tanto los únicos privilegiados que hemos podido portar sobre nuestros hombros el paso de la virgen, respirar el penetrante aroma del incienso y sentir el redoble de la banda de música. Pero no lo hicimos solos, ya que llevamos a todos nuestros compatriotas en el corazón.
El pasado sábado tuvimos el acto de entrega de premios de este XCII Crucero de Instrucción. En este acto se entregaron premios al guardiamarina con mejor rendimiento académico, mejor nota de adiestramiento a flote y al mejor compañero, entre otros. El premio al mejor compañero, en nuestra opinión, es de gran relevancia, pues el salir votado por tu brigada como mejor compañero en un crucero de instrucción de cinco meses y conviviendo 24 horas al dia y siete días de la semana mayoritariamente en espacios reducidos con todo lo que ello conlleva, es de gran mérito. Por eso públicamente queremos felicitar a nuestro compañero y amigo el guardiamarina Gonzalo Rodríguez Casajus, para nosotros “Cafu”. A su vez, se entregaron premios a los mejores marineros de cada brigada, elegidos por sus compañeros. A todos nuestra más sincera enhorabuena, porque con su buen hacer nos han servido de ejemplo y acicate para mejorar día a día. Malick, Carlos, Antonio, Rafa, Campaña y Don Emilio gracias de verdad!
Como ya le hemos comentado en anteriores artículos, la convivencia es uno de los aspectos de los que más se aprende a bordo de este buque. Todos nos levantamos a veces con el pie izquierdo, días malos, distintos horarios, cansancio y roces que implican un constante intento de poner buena cara y resolver los problemas tranquilamente. El no disponer de privacidad y el adaptarse mutuamente a las actividades que cada uno quiere hacer, fortalecen nuestro carácter y nuestra paciencia, además forja el trabajo en equipo que nos acompañará toda nuestra vida en los buques de la Armada. Por ello, el contribuir a no sólo ser capaz de eso sino de generar bienestar en el resto de compañeros es una tarea fundamental para la vida a bordo. A continuación, nos hicimos la tradicional foto de promoción en la toldilla de este buque, acompañados por el Sr. Comandante, el 2º y el 3er Comandante, nuestro Comandante de Brigada y la Capitán de Infantería de Marina. Una estampa que nos recordará siempre estos mágicos 5 meses que pasamos en el “Embajador y Navegante”.
Después de tantos meses fuera de nuestras fronteras, la ilusión por llegar a nuestra querida Escuela Naval era patente entre todos nosotros. La llegada a España no fue la que muchos habíamos imaginado meses atrás, aun así el recuerdo de todos nuestros familiares y de nuestros compatriotas desde la distancia, hicieron igual de mágico este momento. Ha sido un privilegio haber conocido a tantas personas, visitado tanto mundo y descubierto tantas culturas a esta edad, pero como bien dice la frase popular, “como en casa en ningún lado”.
Además, no somos ajenos a la difícil situación que está atravesando en este momento nuestro país y su gente, así que si de normal había ganas de llegar a casa y cuidar de los nuestros, imagínense en estos momentos. Con mucha pena dijimos adiós a nuestro querido buque cuando zarpó de Marín a última hora del día en demanda de su última parada, su casa, la Base Naval de Carraca en San Fernando. Les deseamos de parte de todos y cada uno de los guardiamarinas un buen regreso a casa y que por fin se reencuentren con los suyos. Después de tantos meses conviviendo con la dotación del Elcano, hemos podido comprobar la gran calidad humana que alberga este buque.
Hasta aquí llegó nuestra gran aventura a bordo de nuestro “embajador y navegante”. Siempre recordaremos este inolvidable Crucero de Instrucción, sus anécdotas, los puertos, las guardias,etc. Sería imposible describir con palabras todos los momentos mágicos vividos en estos 113 metros de historia viva de la Armada Española. Esperamos de corazón que hayan disfrutado con estos humildes artículos pero que con tanto cariño e ilusión hemos hecho la promoción 422-152.
Mucho ánimo y fuerza a todos nuestros compatriotas. Viento a un largo, buena mar y seguro todo irá bien!
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