Sánchez crea un foro de partidos para atraer a Casado

El Gobierno sigue avanzando en su estrategia de atraer al PP al «gran pacto» por la reconstrucción nacional que tiene previsto impulsar en el ámbito económico y social, una vez se supere la pandemia del coronavirus. Pedro Sánchez comenzó ayer la ronda de contactos por videoconferencia con las formaciones que han aceptado reunirse con él, mientras en Moncloa no escatiman en llamamientos al principal partido de la oposición para que fije una cita «cuanto antes», incluso este mismo sábado. El Ejecutivo necesita la adhesión de Pablo Casado para legitimar este consenso nacional, que –de momento– nace cojo por no contar con la connivencia de los dos partidos más numerosos de la derecha (PP y Vox) y que representan más del 40% de los escaños del Congreso de los Diputados.

Hasta ahora estos llamamientos han caído en saco roto y el hecho de que los populares se hayan descolgado sin complejos de esta ronda de contactos ha obligado al Ejecutivo a intensificar la ofensiva sobre Casado. Con tal fin, Sánchez anunció ayer a sus interlocutores la puesta en marcha de un foro de diálogo, bajo la nomenclatura de «Mesa para la Reconstrucción Social y Económica», en el que los partidos abordarán «cada una de las parcelas y asuntos donde quieran poner la lupa» dentro de las consecuencias de la epidemia del COVID-19. La idea de Moncloa es que este foro comience sus trabajos la «próxima semana», pero esta previsión queda en suspenso y condicionada, en todo caso, a que se celebre la entrevista entre Sánchez y Casado. «Queremos que la reunión entre ambos sea lo antes posible para que la Mesa se pueda reunir la próxima semana», aseguró la portavoz gubernamental, María Jesús Montero.

El foro de partidos se antoja, por tanto, un nuevo artificio simbólico del Gobierno para intentar atraer a Casado, a riesgo de quedar retratado junto a la ultraderecha y los antisistema catalanes, únicos partidos que hasta ahora han retirado el apoyo al Gobierno en lo concerniente a las prórrogas del estado de alarma. «Los ciudadanos no entenderían que el principal partido de la oposición se autoexcluyera como han hecho Vox y la CUP», destacó Montero, apuntando a continuación que «no se comprendería tampoco que el PP no se comprometiera con la reconstrucción económica y social de España». De esta manera, el Ejecutivo busca forzar a Casado a formar parte de la foto, mientras le empuja a sumarse al bloque negacionista de los extremos.

Con el artificio de la Mesa de Reconstrucción Social y Económica, el Gobierno imita la estrategia para ganar tiempo que ya siguiera con la Generalitat en torno a la Mesa de Diálogo con Cataluña. Algunos de los interlocutores que ayer departieron con Sánchez criticaron la falta de concreción del presidente del Gobierno en lo relativo a las propuestas y al calendario. El grueso de la actitud propositiva llegó por parte de los diferentes portavoces de los grupos que le transmitieron al jefe del Ejecutivo sus ideas para lograr que la salida de la crisis del coronavirus sea lo más justa posible y con las menores consecuencias. Aunque desde el Ejecutivo se agradeció y confirmó la disposición de todos los contactados (JxCAT, Más País, Compromís, BNG, Podemos, Ciudadanos y PNV) de formar parte de la Mesa de Reconstrucción, lo cierto es que existen fundadas reticencias entre los intervinientes, porque consideran que en el Congreso ya existe una mayoría suficiente para sacar adelante medidas de calado y no hace falta una «foto de familia» en torno a una mesa para aprobarlas.

Aunque todos pusieron condiciones, desde el Gobierno lanzaron el mensaje optimista de que el «pacto está más cerca» para crear una ilusión de pertenencia que les permita seguir sumando apoyos. Hoy Sánchez seguirá la ronda con Bildu, ERC y los partidos del Grupo Mixto, mientras se afana en cerrar la única cita que busca, la del líder del PP. «Que digan su disponibilidad y se les llamará».