Cuerpos gendármicos

Son «cuerpos gendarmicos» los institutos policiales de naturaleza militar que reciben su denominación de la gens d’armes o «gente armada», creados en la Francia del siglo XIV para garantizar la seguridad y hacer la guerra. El modelo policial de coexistencia de cuerpos policiales civiles y militares está muy generalizado.

La Guardia Civil no es una rara avis, como la ultraizquierda siempre ha pretendido considerarla para conseguir su desmilitarización. En la UE, tienen similar naturaleza la Gendarmería Nacional francesa, la Guardia Nacional Republicana portuguesa y los Carabinieri de Italia y Holanda, entre otros. En América, los carabineros chilenos o la Policía Montada del Canadá, por destacar algunos.

Nuestra Guardia Civil atesora 176 años de existencia, dato relevante para una nación como la nuestra, pródiga en tejer y destejer instituciones. Es tan conocida y valorada por los españoles, en virtud de su acreditada experiencia en múltiples y beneméritas misiones, al servicio de la seguridad pública bajo todos los regímenes políticos, en la guerra y en la paz.

El 18 de julio de 1936, la Guardia Civil reprimió el alzamiento en Cataluña, manteniéndose leal a la República, y la gesta del Capitán Cortés en el Santuario de Santa Maria de la Cabeza –«la Guardia Civil muere, pero no se rinde»–, la salvó de su disolución tras la guerra. Hoy es un Cuerpo respetado y querido por el pueblo español y una referencia de prestigio para sus homónimos gendármicos de todo el mundo. Doy fe.