Casa Real
Un verano atípico en Marivent
El silencio sobre Don Juan Carlos es total, pero su presencia en Mallorca es improbable
El Palacio de la Zarzuela rechaza estos días hablar de que los Reyes vayan a tomarse este próximo mes de agosto vacaciones, entendidas como algo parecido a lo que había hecho hasta ahora cada año la Familia Real. Pero sí admite como muy posible que don Felipe y doña Letizia, junto con sus hijas la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, vayan a trasladarse al Palacio de Marivent para tomarse unos días de reposo y descanso.
El Palacio de Marivent se encuentra ya cerrado a las visitas del público que se pueden realizar a lo largo de todo el año, excepto cuando la Familia Real se encuentra en el recinto, y la Reina Sofía, debe estar ya muy cerca de acudir, como cada año, con antelación a sus hijos para supervisar la puesta a punto de las estancias que ocupan. Aunque no se ha dado información de los planes de descanso de los integrantes de la institución monárquica, es de suponer que la Familia Real quizá se prodigue poco a la hora de mostrarse en público.
Varias razones avalan esa idea, la primera es que la suspensión de la Regata de la Copa del Rey dejará a todos los regatistas, incluido el propio Monarca, en dique seco. La pandemia del coronavirus hace imposible la celebración de la prueba náutica más importante de las que se celebran en el Mediterráneo ya que es irrealizable cumplir con las reglas de distancia de seguridad exigidas para evitar los contagios.
Lo que sí es previsible es que las autoridades baleares, la Presidenta del Gobierno de la Comunidad Francina Armengol, el Presidente del Parlamento de las Islas, Vicens Thomàs, y el Alcalde, José Hila, sean recibidos en audiencia en el Palacio de la Almudaina por el Rey Felipe, un encuentro que se suele planear al principio de la estancia del Monarca en la capital balear. Lo que ya no es tan probable es que se celebre la multitudinaria recepción a los ciudadanos que residen en las distintas islas del Archipélago, que reunía cada año a más de medio millar de personas a las que sería imposible mantener a dos metros de distancia para evitar el riesgo de contagiarse por la Covid-19.
El silencio es absoluto en torno al Rey Juan Carlos pero su aparición en la capital de las Islas es altamente improbable en las actuales circunstancias en las que aún no se sabe si la Casa del Rey tomará alguna medida más de distanciamiento respecto al monarca emérito antes del verano. Si finalmente el año pasado no pudo ir a Palma y participar en la Copa del Rey con su velero clásico, parece que con la actual tormenta mediática y el Tribunal Supremo investigando su responsabilidad en el cobro de cantidades exorbitantes del Ave del Desierto sea factible la presencia de don Juan Carlos en Marivent.
Va a ser un verano de perfil bajo el de la Familia Real en Marivent. La situación sanitaria de la pandemia es cada vez más inquietante, la preocupación del Rey por las dificultades de las empresas y de los ciudadanos para recuperarse del desastre económico que ha provocado la enfermedad y la crisis de gran alcance que afecta a los integrantes de la institución de la Corona no presagian nada bueno. Los Reyes y sus hijas sólo van a poder aspirar a un tiempo de descanso relativo, con apariciones públicas puntuales en apoyo del turismo mallorquín y con espacio suficiente para reflexionar sobre todo lo que está pasando y de qué manera pueden ayudar a mitigar las consecuencias de la aparición del coronavirus.
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