Pedro Sánchez
Ni Podemos ni el Rey Emérito
De la imputación de su socio pidió «máximo respeto a la Justicia» y sobre Don Juan Carlos dijo que le corresponde a la Casa Real dar explicaciones
Hasta tres veces fue preguntado el presidente Pedro Sánchez ayer sobre la imputación de Podemos y de varios miembros de la cúpula por la «caja B», y tres fueron las ocasiones en las que el jefe del Ejecutivo respondió lo mismo: «máximo respeto al poder judicial». Con esa evasiva y utilizando esa frase hecha, tantas veces repetida por los dirigentes políticos, eludió valorar el escándalo que afecta a su socio de Gobierno tras el despacho con el Rey Felipe VI en el Palacio de Marivent.
«Creo que hay que respetar que estamos en un Estado social y democrático de derecho, que hay una independencia del Poder Judicial y que por tanto esta investigación está hoy en manos del Poder Judicial, por tanto máximo respeto de los jueces». Saliéndose por la tangente, el socialista rechazó explicar si la investigación que cerca a su socio de Gobierno respecto a la supuesta financiación ilegal le resulta «perturbadora» o «inquietante», palabras que Sánchez usó para referirse a las averiguaciones sobre el Rey Emérito. Ante la insistencia de los periodistas que allí se encontraban que le reclamaron una explicación mayor del alcance que esta investigación podría tener el gobierno de coalición, Sánchez zanjó el asunto con «nada más que añadir» y «creo que he sido bastante claro: máximo respeto al poder judicial».
Ese respeto a la judicatura y la presunción de inocencia no la tuvo, sin embargo, durante la investigación de la «caja B» del Partido Popular tras conocerse la imputación de antiguos cargos públicos del partido que en aquel momento dirigía Mariano Rajoy. «Resulta muy difícil que Rajoy, que fue quien los nombró, no supiera nada y estuviera al margen de estas investigaciones. Tiene que dar la cara, explicar si ha habido contabilidad B y asumir responsabilidades», aseguró en una entrevista en Antena 3 en 2014.
Las dudas sobre financiación ilegal que cercan de nuevo a Podemos, socio minoritario de la coalición, parece ser un asunto de los morados del que el socio mayoritario evitará pronunciarse. Guardan silencio y se mantiene al margen de los movimientos judiciales, aunque son conscientes de que estos pueden desgastarles también a ellos y por ende al Gobierno. Sin embargo, de momento, prefieren esperar acontecimientos. Tampoco ayer, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que compareció desde Cádiz, quiso valorar los frentes judiciales de los morados. «Poco que añadir de este tema en relación con lo que ya se ha planteado por parte de los dirigentes de esa formación política», zanjó.
Este mutismo se produce tras una semana en la que las discrepancias –en torno a la inclusión de Ciudadanos en los contactos para sacar adelante los Presupuestos a final de este año y la salida de Don Juan Carlos– han sido evidentes en el seno del gobierno de coalición.
Sobre el Rey Emérito
El otro gran asunto que sobrevolaba el encuentro fue el paradero del Rey Emérito que anunció hace hoy once días mediante una carta a su hijo Felipe VI que abandonaba España. No en vano, esta era la primera vez que se reunían públicamente el Jefe del Estado y el Jefe del Ejecutivo desde el anuncio. Como en ocasiones previas, el socialista rechazó dar detalles y repitió que «las conversaciones y los despachos que yo tengo con el Jefe de Estado permanecen en la confidencialidad debida». No obstante, quiso diferenciar entre los asuntos que conciernen a ambas Instituciones e insistió en que las explicaciones y comunicaciones sobre Don Juan Carlos le competen a la «Casa Real o al propio afectado y no al Poder Ejecutivo en este caso el Gobierno de España», zanjó
Pedro Sánchez llegó ayer a Palma tras pasar su primera semana de vacaciones en el palacio de La Mareta, en Lanzarote. Por primera vez lo hizo puntual, ya que en los dos anteriores encuentros se retrasó en su llegada al tradicional despacho veraniego. El Rey Felipe VI salió a su encuentro y le esperó en en la puerta donde se produjo un breve saludo sin contacto físico y protegidos con mascarillas.
Según explicó Sánchez, fue un «despacho ordinario» en un tiempo «extraordinariamente complejo» y en «un verano «atípico», en relación a la pandemia del coronavirus. No en vano, el encuentro se celebró en medio del aumento de los rebrotes en todo el país y la creciente preocupación económica y social que la pandemia tendrá sobre la población y el tejido productivo. En este sentido, tal y como aseguró Sánchez, ambos intercambiaron opiniones sobre la emergencia sanitaria y económica, además de la «evolución del covid en el conjunto del planeta, en Europa y también, lógicamente, en nuestro país». Además, analizaron cuestiones de política internacional, especialmente la situación en Líbano tras la explosión que causó más de un centenar de muertos y provocó la dimisión en bloque del gobierno.
Tras la audiencia, el Rey y Sánchez comieron juntos y, una vez acabado el almuerzo, el presidente mantuvo un encuentro con la presidenta balear Francina Armengol. El Rey Felipe VI continúa hoy con su agenda oficial en las Islas Baleares y viajará con la Reina Letizia a Menorca para visitar una cooperativa ganadera y mantener un encuentro con representantes de la D.O. Queso de Mahón. Les acompañara el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska.
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