Estado de alarma

Los presidentes desconfían de gestionar el estado de alarma

La mayoría rechaza la oferta. Las regiones más afectadas no lo ven necesario y sólo Madrid lo aplicará si hace falta, pero sin confinamiento.

La oferta del Gobierno de solicitar si lo necesitan el estado de alarma no ha sentado demasiado bien en varias comunidades autónomas que, a día de hoy, no lo consideran necesario, ni siquiera algunas de las más afectadas por los rebrotes, como Cataluña, Aragón y País Vasco. Eso sí, otras, como Madrid, confirmaron que lo pedirán si lo ven necesario, eso sí, sin confinamiento.

Y es que los ejecutivos autonómicos han reaccionado de diferente forma, incluso con distintas valoraciones en sus filas. Así, por ejemplo, la Generalitat de Cataluña –de las regiones más afectadas por los rebrotes– rechazó en un primer momento de plano el estado de alarma ofrecido: «No es en absoluto necesario», dijo tajante la consejera de Salud catalana, Alba Vergés, quien añadió que «no es una herramienta imprescindible», informa Cristina Rubio.

Sin embargo, pocas horas después, el presidente catalán, Quim Torra, matizaba en cierto modo estas palabras e ironizaba con la propuesta de Sánchez: «Ahora parece que el virus sí que entiende de territorios», dijo. Según el Govern, estudiarán la oferta y darán una respuesta oficial cuando se conozcan todos los detalles, aunque desde Presidencia recordaron que Cataluña siempre ha pedido «gestionar todas las competencias».

En el caso de otra de las comunidades con más contagios, el País Vasco, su lendakari, Íñigo Urkullu, no dudó en rechazar la propuesta. Según explicó, no considera necesario que el Gobierno central decrete nuevamente el estado de alarma y defendió la actual coordinación y «comunicación permanente» entre ambos ejecutivos. En palabras de Urkullu, no hace falta «otro tipo de figuras», defendiendo «otras maneras de gestionar esta situación, de manera compartida, en una gobernanza colaborativa».

Más abierta a esta proposición se mostró la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayudo. Eso sí, con matices. Según aseguró, pedirá la activación del estado de alarma si hace falta, pero rechazó un confinamiento total: «No nos podemos permitir confinamientos», dijo para hacer un apunte: «El confinamiento total y la alerta no sirven de mucho». Por eso Ayuso defendió «una estrategia de país y confianza en las comunidades».

Mientras, en Aragón, otras de las comunidades más afectadas, su presidente, Javier Lambán, tampoco se mostró muy partidario de pedir el estado de alarma al considerar que las medidas puestas en marcha son suficientes. Hace pocos días ya avisaba de que un segundo estado de alarma y un nuevo confinamiento «sería letal para la economía».

Otros, como el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, señaló que «el Gobierno de Sánchez no puede echarse de nuevo a un lado. La solución no es ofrecer a las comunidades el estado de alarma para su territorio», dijo para reclamar una «herramienta con la que no tener que recurrir al estado de alarma».

En un tono similar se pronunció también el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla: «Un confinamiento en Cantabria, de ninguna manera», dijo tajante para asegurar que en su región no va a haber un nuevo estado de alarma porque la economía «no se puede parar».

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, criticó que «el Gobierno central no puede pasar del todo a la nada. Debe asumir el liderazgo y su responsabilidad en la coordinación entre administraciones». El presidente andaluz abogó por encontrar puntos de acuerdo y trabajo intermedios.

Quien también descartó solicitar el estado de alarma fue el Gobierno murciano, desde donde defendieron sus medidas recordando que la Región se sitúa por debajo de la media nacional «en incidencia, hospitalización e ingresos en UCI».

Donde no se pronunciaron fue en la Comunidad Valenciana, aunque su presidente, Ximo Puig, ya advirtió de que las autonomías necesitaban un marco legar para decretar, por ejemplo, confinamientos en caso de que fuese necesario.