España
La madre del teniente guardia civil agredido en Alsasua ante el “Ospe Eguna”: «Ojalá alguien se pusiese en la piel de la Guardia Civil y su familia»
Día del «Ospe Eguna». La madre del teniente agredido en Alsasua relata el sufrimiento de la Benemérita, que hoy volverá a ser hostigada
Ni las peticiones de los partidos constitucionalistas al ministerio del Interior y al Gobierno para que se prohiba la celebración del día contra la Guardia Civil en Alsasua y en todo el País Vasco, tampoco los intentos de asociaciones de víctimas del terrorismo para prohibir este tipo de convocatorias han tenido éxito. Ni una segunda oleada del coronavirus, que vuelve a arremeter duramente a España frena a los proetarras en su objetivo de provocar y de ridiculizar al cuerpo de la Benemérita, al menos una vez al año desde el 2010, con altavoz público.
Durante toda la semana grupos radicales han alentado a acudir a la celebración hoy sábado del «Ospe Eguna» (día del adiós en vasco), que se celebra anualmente con diversos actos y desfiles en los que se denigran al Instituto Militar y, en alguna ocasión, a las instituciones del Estado.
Una cita que este año duele más si cabe para quienes sufren las continuas amenazas de abertzales, para la Guardia Civil y para sus familiares y que coincide con el tercer grado que Instituciones Penitenciarias ya ha concedido hasta a tres de los ocho condenados por la agresión a dos guardias civiles y a sus parejas en un bar de Alsasua hace cuatro años. Así lo reconoce Inmaculada Fuentes Ballesteros a LA RAZÓN, madre del teniente que sufrió una fractura de tobillo y numerosas contusiones en la agresión en la localidad navarra y que a día de hoy, tanto ella como su hijo siguen recibiendo amenazas e insultos por el simple hecho de pertenecer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Considera la convocatoria un «despropósito absoluto» que relaciona a tres circunstancias; «una sociedad enferma», unos «políticos que no solo no condenan estos actos sino que desde el Gobierno algunos ministros los apoyan y los alientan» y, por último, a «la Justicia que tolera» que continúen realizándose este tipo de manifestaciones, «amparándose en la libertad de expresión».
«Me gustaría que alguien tuviese empatía y se pusiese en la piel de un guardia civil o de su familia», relata Inmaculada, en referencia a las vejaciones que se producen en estos días. Precisamente el cartel con el que este año no dejan lugar a dudas de la campaña de desprestigio que llevan a cabo. Informan de la cita con una figura que evoca a criaturas «gremlin» verde –en referencia al color de la Institución–con tricornio, una olla a presión en la que en su humo se pueden leer lemas como «alde hemendik» (iros de aquí). Debajo del abrigo, enmarcan un retrato de Franco, una botella de whisky, una pistola y una medalla militar. En la parte superior del cartel se puede leer «Zuek Zarete Birusa» (Tú eres el virus), de manera que comparan a los guardias civiles con el coronavirus. Ante estas pretensiones, asociaciones de la Guardia Civil como Unión de Oficiales, la AUGC o Jucil han levantado la voz y han pedido al ministro del Interior que ponga en marcha medidas para evitar estos nuevos hostigamientos en Navarra. A esta reclamación también se ha sumado el PP. La vicesecretaria de Organización de los populares y presidenta de este partido en Navarra, Ana Beltrán, exigió al Gobierno la prohibición del acto «en el que se equipara a la Benemérita con el coronavirus» y «se humilla a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a sus familias».
A Inmaculada le duele todavía más este tipo de amenazas públicas –como las que se prevé que tengan lugar hoy– cuando recuerda que «el ahora vicepresidente segundo del Gobierno se reunió con los familiares de los agresores de mi hijo», lamenta. «La Guardia Civil y sus familiares jamás hemos alentado a que se acose a nadie», señala, mientras incide en que Iglesias «les ha apoyado».
Es precisamente por ello que se siente más indignada cuando hoy el vicepresidente denuncia acoso ante las amenazas que él y su familia vivieron en sus vacaciones en Asturias. «Les puedo mandar mensajes que llevo años soportando con amenazas», exclama. «Seguimos recibiendo acoso, el padre de María José –novia del teniente agredido– fue amenazado para que retirara la denuncia contra ellos, yo también he recibido todo tipo de mensajes. ¿No se supone que la ley es igual para todos?», lamenta.
La madre del teniente utiliza las mismas palabras del vicepresidente del Gobierno para señalar que ella no tiene la culpa tampoco de ser «hija de» y, por ende, estar sometida a un acoso continuo. Se refiere a la denuncia de Iglesias en sus redes en las que aseguró –ante las muestras de acoso de un grupo de personas en Asturias durante el mes de agosto– que «no hay derecho a que mis hijos tengan que sufrir las consecuencias de las tareas políticas de sus padres». Inma las suscribe; «Él dice que los hijos no tienen porque pagar el trabajo de los padre. Me lo apunto yo también; tampoco los padres tienen que pagar por el trabajo de sus hijos», recalca. Lamenta Inma que entre los políticos y los guardias civiles «haya tantas diferencias, cuando la ley es igual para todos». A su juicio, la variedad es que «nosotros, la Guardia Civil y sus familias, no nos alegramos del acoso que se vierte sobre nadie, y ellos sí». Hoy, volverá a revivir aquellos fatídicos días de 2016.
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