Marroquíes vuelven a nado a su país desde Ceuta

Marroquíes vuelven a nado en estos días desde Ceuta a su país. Se trata de personas pertenecientes al colectivo que quedó atrapado en la Ciudad Autónoma al quedar cerrada, hace ya 10 meses, la frontera, según se ha informado a LA RAZÓN en medios próximos a la Guardia Civil.

Se calcula que varios centenares de magrebíes (la cifra puede superar el millar) tuvieron que quedarse en Ceuta al quedar clausurado, de la noche a la mañana, el paso fronterizo. Durante este tiempo, han vivido en casas en las que prestaban habitualmente servicio o en habitaciones alquiladas del barrio de El Príncipe.

Lo que ocurre es que la situación se ha hecho insostenible con el paso del tiempo y, pese a la temperatura de las aguas en estas fechas, se arriesgan a realizar la travesía a nado para poder retornar a sus hogares. También se han detectado viajes “de vuelta” en pequeñas embarcaciones, tipo patera.

En los últimos días, se ha detectado que, al menos, dos ciudadanos se han ido de Ceuta a Marruecos, nado. Se lanzan al mar desde el espigón del Tarajal y el de Benzú. Al parecer, lograron alcanzar la costa del vecino país.

Normalmente, la travesía la realizan de noche pero se han dado casos, como el de ayer domingo, en que un marroquí hizo a nado el trayecto ante la sorpresa de los que contemplaban la escena. Bordeó el espigón y pese a ser un día con bajas temperaturas, logró su propósito.

Tal y como informó este periódico, maniobras similares, esta vez por tierra y valiéndose de escaleras, se han detectado en Melilla. Un asunto que preocupa es el de los “menas”,menores no acompañados, que han pasado a Marruecos con motivo de alguna festividad, según se ha podido comprobar por las fotografías que han colgado en las redes sociales, y cespués han regresado a la Ciudad Autónoma sin aparentes dificultades.

La pandemia del COVID y las medidas que se han adoptado para combatirla, ha provocado situaciones que hace un año parecerían impensables. Se traspasa la línea fronteriza, pero en sentido contrario. Todo ello coincide con la construcción en ambos enclaves españoles del nuevo vallado para evitar saltos como los que se producían en el pasado.