Violencia juvenil

Jóvenes cada vez más violentos que se sienten impunes

Los expertos consultados por LA RAZÓN alertan de que el repunte de las agresiones se explica por una falta de valores. «La juventud está totalmente aburrida y encuentra en las peleas una válvula de escape»

A CORUÑA, 05/08/2021.- Uno de los tres varones mayores de edad encarcelados como presuntos autores de la agresión que acabó con la vida de Samuel Luiz sale del edificio de los juzgados de A Coruña, conducido por agentes de la Guardia Civil al autobús que lo trasladará a la prisión de Teixeiro. EFE/ Cabalar
A CORUÑA, 05/08/2021.- Uno de los tres varones mayores de edad encarcelados como presuntos autores de la agresión que acabó con la vida de Samuel Luiz sale del edificio de los juzgados de A Coruña, conducido por agentes de la Guardia Civil al autobús que lo trasladará a la prisión de Teixeiro. EFE/ CabalarCabalarEFE

Un joven de 23 años continúa en coma ingresado en un hospital en Vizcaya, tras la brutal paliza propinada por un grupo de jóvenes en la localidad de Amorebieta. Ya son 14 los detenidos –siete de ellos menores–y, los implicados pertenecen a una banda violenta (Los Hermanos Koala). El suceso ocurrió a finales de julio y se suma al caso de Samuel, un enfermero gallego de 24 años, que hace un mes fue asesinado en un linchamiento grupal en La Coruña por el que hay varios arrestados. Por el momento, no se ha confirmado que su condición de gay fuera el móvil de la atroz agresión. Además, en Madrid, otro joven rapero de 18 años con síndrome Asperger fue apuñalado en un túnel por tres menores de edad. Las recientes agresiones han hecho saltar todas las alarmas ante el aumento de estos ataques.

Los expertos consultados por LA RAZÓN están de acuerdo en que no existe un solo factor que explique el aumento de la violencia juvenil y subrayan que, lamentable, «es algo sintomático» y que estamos ante «un grave problema» Basta echar un vistazo a las cifras oficiales para corroborar la magnitud del fenómeno. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se contabilizaron un total de 119.101 menores de 25 años condenados, la mayor cifra desde 2016. Además, los delitos cometidos por menores de edad también registraron cifras récord, al registrarse 26.049, frente a los 24.340 del año anterior. Asimismo, ese mismo año 52 menores de edad y 231 jóvenes entre 18 y 25 años fueron condenados por homicidios, superando también las cifras de 2018. En cuanto a los delitos de odio, en 2019 fueron detenidos o investigados 236 jóvenes de 25 años por este tipo de hechos, según los datos del Ministerio de Interior.

Juan María González-Anleo, doctor en Ciencias Políticas y Sociología y Experto en Juventud y Sociedad asegura que «no» hay un solo factor que explique el aumento de la violencia entre los jóvenes. En su opinión, la pandemia y la sensación de desenfreno después del confinamiento estaría detrás de este repunte de los delitos, pero no es el único factor. También señala que el aumento de los delitos de odio a sectores como LGTBI están relacionados con una corriente que «está reaccionando de forma violenta contra este tsunami de cambio de valores». El experto en comportamiento juvenil asegura que «cuando a mi me preguntan si los jóvenes han perdido los valores, yo lo que digo es que defienden al medio ambiente, defiende a las mujeres... los jóvenes defienden a los homosexuales y eso es maravilloso, pero está habiendo una reacción por parte de sectores y sobre todo entre los jóvenes que no son especialmente amables por naturaleza».

González-Anleo explica que «no hay un solo patrón» que pueda definir a los grupos violentos. En el intento de hacer una radiografía se fija en que muchas de estas bandas actúan bajo los efectos del alcohol y las drogas, y también bajo la influencia de la notoriedad en las redes sociales. «Lo que realmente ha sucedido es que las redes sociales no son un campo de conversación, de puesta sobre la mesa de argumentos, sino, más bien, incitan al odio», continúa. En su análisis, el experto también señala que la juventud está totalmente aburrida y estos jóvenes encuentran en estas peleas una «válvula de escape». «Buscan diversión, una experiencia real», concluye.

Por su parte, Javier Urra, ex Defensor del Menor y doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud, apunta que estos grupos, ya sean o no bandas organizadas, se sienten impunes y señala como el origen de este aumento la falta de valores. «A estos jóvenes les falta una proteína esencial que se llama ética, moral, respeto, espiritualidad, eso es muy importante en un sociedad». Además, considera insiste en que los jóvenes se sienten impunes y banalizan la violencia. «El tema no está en la Ley, sino en que se ha trasmitido a los jóvenes la sensación de que son impunes. Es importante que la sociedad sepa cuál es la respuesta penal, por un lado, para que los jóvenes sepan que esto no les sale gratis, y por otro, para que la sociedad se movilice y diga al legislador que hay que poner penas más duras».

Urra también diferencia entre el significado de pertenencia a un grupo de los jóvenes a día de hoy y hace unos años. En su opinión, mientras hace unas décadas el grupo era un freno a la conducta de un individuo, en la actualidad es un acelerador. «Actúan sin ningún sentimiento de culpa, buscando el aplauso y preguntando si me estás grabando. Esto es perturbador», resume.

Ambos expertos coinciden en señalar en que estas conductas no representan categóricamente a los jóvenes, ya que ellos, son las víctimas, pero sí en que este comportamiento es sintomático. En definitiva, aunque es difícil describir este fenómeno, sí se puede concluir que la falta de valores, consecuencia de una sociedad cada vez más conectada virtualmente, así como la sensación de impunidad y desconocimiento de las condenas, estaría detrás del auge de la violencia juvenil en España.