Memoria Histórica

¿Demoler el Monumento a los Héroes de España?

Tras la estatua de Franco, el Gobierno de Melilla pretende ahora eliminar un conjunto despojado ya de simbología franquista

El conjunto lleva desde 1942 en el centro de Melilla. El legionario y el león se llevarían a un almacén
El conjunto lleva desde 1942 en el centro de Melilla. El legionario y el león se llevarían a un almacénfotoLa Razón

El destino del Monumento a los Héroes de España en Melilla parece sellado. El Gobierno de coalición de la Ciudad Autónoma (Coalición por Melilla, PSOE y el independiente Eduardo de Castro, expulsado de Ciudadanos) ha sacado adelante una propuesta para retirar el conjunto, que sería demolido de forma parcial, al tener según su consideración «una clara significación franquista» pese a que hace años le fue retirada la simbología de la época.

Obra de Enrique Nieto y del pintor Victorio Manchón, el monumento nació fruto de una suscripción popular abierta en 1941 por el Ayuntamiento de Melilla para homenajear a los caídos en la Guerra Civil. Inaugurado en 1942, forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la Ciudad de Melilla, como Bien de Interés Cultural.

La intención del Ejecutivo es retirar el conjunto escultórico de bronce del soldado un legionario, muy representativo de la historia local– y el león para guardarlo en los almacenes generales de la ciudad, al igual que ya hizo con la estatua de Franco que eliminó de la vía pública el pasado 23 de febrero, mientras que el resto sería demolido. Pese a la oposición del PP, que ha advertido que irá a los tribunales si la propuesta sigue en pie, y de buena parte de la ciudadanía, aunque no falten los que se postulan por erradicarlo del espacio público apelando a la Ley de Memoria Histórica.

La plaza a la que da nombre el monumento, en pleno centro de la ciudad, fue remodelada en tiempos del presidente Juan José Imbroda (PP) como homenaje a Gaudí y al modernismo, y se aprovechó entonces para retirar sus símbolos franquistas.

Construida en piedra blanca, la obra consta de una escalinata con cinco escalones y una base con el escudo de Melilla. Sobre ella se sitúa el legionario con un fusil, al tiempo que sostiene la bandera. Junto al soldado se encuentra un león, tras el que se sitúa el Águila de San Juan con el escudo de España sin motivos borbónicos y rematado por una corona mural.

El PP ha propuesto una resignificación del monumento o una reubicación de su parte escultórica, pero desde la Consejería de Cultura consideran que el conjunto en sí tiene «una significación clara». «Aunque se ha desmochado y se ha ido despojando de aquellos símbolos más flagrantes de la representación del franquismo todo en sí representa lo que es», en opinión de la consejera Elena Fernández Treviño, recogida por El Faro de Melilla.

Tanto la consejera como la secretaria general del Partido Socialista local, Gloria Rojas, critican el emplazamiento de la obra. Según Fernández Treviño, se erige en un lugar emblemático donde había un café al que solían acudir personas de izquierdas y a cuyos responsables ejecutaron y asesinaron. Según Rojas, la intención «era aniquilar el Café La Peña, y lo que simbolizaba, para dejar claro qué bando había ganado la guerra».

Recientemente, Vox Melilla ha recogido más de 1.000 firmas contra la destrucción del monumento con el argumento de que «es un bien de la ciudad y quienes quieren derribarlo demuestran que no tienen el más mínimo respeto por Melilla».

Desde la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), que litiga en los tribunales –al igual que la Plataforma Millán Astray– por la reposición de la estatua de Franco, lamentan la noticia. «Prisa se dan en borrar todo vestigio de nuestra historia. En breve erigirán un monumento al sultán. No cabe mayor ignominia en unos gobernantes para vergüenza de un pueblo indolente y adocenado», asegura Juan Chicharro, presidente ejecutivo de la Fundación.

Otra representación de la época franquista tiene su futuro en el aire en Santa Cruz de Tenerife. El Ángel de la Victoria resiste allí pese a los intentos de la Junta Republicana de Canarias para su erradicación. La Fundación Franco alega en este caso que se trata de una obra artística –su autor es Juan de Ávalos, el escultor del Valle de los Caídos– que escapa al objeto de la Ley de Memoria Histórica, además de que el «Generalísimo» no está identificado en ella como tal.

La documentación que no entrega la Asamblea

La Asamblea de Melilla sigue demorándose en la entrega de la documentación oficial que atañe a la estatua dedicada a Franco como comandante de la Legión, retirada el pasado 23 de febrero. Requerida por dos veces a través del Portal de Transparencia mediante las gestiones a cargo de la Plataforma Millán Astray, su secretario, Guillermo Rocafort, afirma que el pasado día 21 recibió una comunicación por parte del Gobierno de la Ciudad Autónoma, «pero sin enlace para una descarga». Explica Rocafort que si la consejera Treviño ha dicho que se ha facilitado toda la documentación que ha requerido el juzgado y sin ningún tipo de retraso, no es el caso de la entidad que él representa. El dato principal que requiere el juzgado es saber qué empresa retiró la estatua, puesto que no está «nada claro», porque además «se actuó con una prisa inusitada y con una eficacia que no se ha puesto para ninguna otra acción» de los responsables de la Ciudad Autónoma en Melilla, según denunció Vox. Por su parte, Guillermo Rocafort volverá a requerir la intervención del Consejo de Transparencia en el plazo de veinte días a partir de la última comunicación. Quien sí recibió hoy mismo a través del juzgado con resolución del día 23 la documentación que había solicitado es la Fundación Franco.