PSOE

Adriana Lastra (un cero) a la izquierda

Saber cual será el papel de Lastra en estos cuatro años, será la incógnita del congreso

GRAFCVA9366. VALENCIA, 15/10/2021.-La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, realiza declaraciones tras visitar las instalaciones de Feria Valencia donde tiene lugar hoy viernes y hasta el domingo, el 40 Congreso Federal del PSOE. EFE/ Biel Aliño
GRAFCVA9366. VALENCIA, 15/10/2021.-La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, realiza declaraciones tras visitar las instalaciones de Feria Valencia donde tiene lugar hoy viernes y hasta el domingo, el 40 Congreso Federal del PSOE. EFE/ Biel AliñoBiel AliñoAgencia EFE

Adriana Lastra será la vicesecretaria general del PSOE. La elegirán en el 40 Congreso y tendrá las competencias que le delegue, cuando quiera, el secretario general. El principal mérito de Lastra es haber estado en el lugar adecuado en el momento adecuado. Es decir, al lado de Sánchez. Esta cercanía al líder, al que ayudó a que la Federación Asturiana le diera su apoyo, le valió ascender a la vicesecretaria general. La ausencia de competencias fue compensada con la portavocía en el Congreso de los Diputados.

Hoy, Lastra -piedra plana según el diccionario de la Real Academia- ha sido desalojada de sus responsabilidades en el Congreso y se la presenta como número dos del partido. Nos lo tendremos que creer porque es lo que dice la propaganda del partido, pero lo cierto es que el número dos será Santos Cerdán, el secretario de Organización, que es el que tiene las competencias.

Esta será una de las incógnitas de este congreso. Saber cual será el papel de Lastra en estos cuatro años. La vicesecretaria general tiene alergia a los medios de comunicación que ha rehuido en estos años. Si tuviéramos que dar un premio al portavoz mudo en el Congreso, Lastra arrasaría. Solo se le conoce su belicosidad en el pleno, pero los periodistas son entes que rehúye con ahínco.

En estos cuatro años, Lastra presenta una hoja de servicios impoluta. Es decir, limpia de polvo y paja, sin nada que reseñar, salvo aquel acuerdo firmado con Bildu para derogar la reforma laboral. Es, sin duda, una persona que aspira a ser el cordón umbilical entre el PSOE y el Gobierno pero a la que no se le conoce iniciativa ni papel en estos años. En la negociación del actual gobierno de coalición pasó al banquillo después de un cierto fiasco en la primera negociación. Formalmente, en la negociación del segundo gobierno era la jefa de filas, pero la realidad era que su papel era el del correo del zar, pasando papeles a unos y a otros. Papeles en los que no tenía papel protagonista.

Ahora nos dicen que será “lo más” en estos años porque preparará las elecciones municipales, algo que choca con las competencias del secretario de organización Santos Cerdán, del secretario de acción electoral y del secretario municipal. Los tres responsables le achicarán espacios, pero pocos porque Lastra seguirá siendo como está ahora. Un cero a la izquierda. No es la primera vez que Sánchez yerra. Recuerden a Oscar Puente, portavoz de la ejecutiva, que apenas ejerció los dos primeros meses. Seguro que Lastra intentará tener alguna responsabilidad sectorial. Nadie descarta que sea la portavoz. Si es así, el PSOE tendrá un problema.