Yihadismo

Los drones, un auténtico peligro en manos de grupos terroristas por su fácil manejo

El reciente atentado contra el primer ministro iraquí demuestra la aparente facilidad de estos ingenios para superar “barreras de seguridad”

Imagen de archivo de un dron
Imagen de archivo de un dronlarazon

El reciente atentado con drones cargados de explosivos contra el primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, cuya autoría no ha sido asumida hasta ahora por ningún grupo, pone de manifiesto la peligrosidad de estos artilugios en manos de organizaciones delictivas, entre ellas las terroristas. Tanto el estado Islámico como Al Qaeda (y grupos similares) incluyen en sus manuales consejos sobre la utilización de estos ingenios, para atacar objetivos concretos o como elementos de vigilancia y publicidad.

En España, se tiene constancia, gracias a las investigaciones de la Guardia Civil, del atentado que el Estado Islámico (Isis, Daesh) pretendía perpetrar contra el estadio del Fútbol Club Barcelona en un día de máximo aforo, como los “clásicos” contra el Real Madrid.

En mayo del año pasado, agentes del Servicio de Información lograron detener en Barcelona a Mohamed Yassin Amrani, que había recibido órdenes expresas desde la dirección de la banda yihadista para realizar un ataque con bomba adosada a un dron que haría estallar en el interior del Camp Nou.

Aquel atentado fue evitado gracias a las investigaciones de la Benemérita, pero puso de manifiesto las intenciones de los terroristas de utilizar este tipo de aparatos, sencillos de adquirir en el mercado y cuyo manejo tampoco requiere de una gran especialización, sobre todo cuando se trata de lanzarlo contra un objetivo concreto. Además, su precio los hace accesibles y pueden ser adquiridos a través de Internet.

Al-Qaeda o Daesh han utilizado pequeños drones en labores de vigilancia, reconocimiento y espionaje, dotando a sus fuerzas de una capacidad sobre la zona de operaciones. Y llegaron a planear atentados de gran magnitud que no llegaron a consumarse.

En el caso de Isis, han publicado decenas de vídeos para demostrar la efectividad de los coches bomba conducidos por terroristas suicidas. La banda yihadista trataba de transmitir la posesión de una “avanzada tecnología” (que en realidad está a disposición del que la quiera comprar) y, por el otro, insertan imágenes con una fuerte carga emocional.

Una de las formas que utiliza el cibercalifato de Daesh para animar a sus combatientes es la “retransmisión” en diferido de los atentados con coche bomba, grabados mediante drones.

En las grabaciones realizadas desde el dron, se veía al vehículo cargado con explosivos, señalado con una flecha, cómo se acercaba a su objetivo, recorriendo varias calles hasta el momento de la explosión, que se recogía con todo detalle.

Los drones, por su relativa facilidad de utilización, tienen una serie de características que han animado a las bandas terroristas a confiar en ellos. Permiten obtener información; su precio es asequible: y se pueden cometer atentados mediante en lanzamiento de bombas de pequeño tamaño pero que pueden ser muy destructivas, de una manera rápida.

Frente a esta amenaza, los distintos servicios antiterroristas han desarrollado tecnologías, que cada día se perfeccionan, con el fin de detectar en vuelo los drones no autorizados y, ante la mínima sospecha, proceder a su destrucción. Estos sistemas están situados en zonas urbanas y alrededor de objetivos considerados “críticos”, pero siempre hay que tener en cuenta el “factor sorpresa” con el que actúan los terroristas.

Las bandas de narcotraficantes también utilizan drones y son numerosos los casos detectados en España, en especial para pasar la frontera de Ceuta con Marruecos.