Terrorismo

La disidencia de ETA anuncia que continuarán los “ongi etorris” a los presos

Aseguran que no todos los reclusos terroristas están de acuerdo con la supresión de los recibimientos

Un momento del recibimiento a "Mortadelo"
Un momento del recibimiento a "Mortadelo"jmzho

La disidencia de ETA anuncia que continuará los “ongi etorris” (recibimientos) a los presos de ETA cuando salgan de las cárceles. Y aseguran que no todos los reclusos están de acuerdo con la nota que hizo público el Colectivo de Presos (EPPK). De hecho, Ignacio Echeverría, “Mortadelo” “Mortadelo”, agasajado en Pamplona, está dentro de la disciplina de ese colectivo y aceptó el recibimiento.

“Mientras la ultraderecha mediática y de las organizaciones de «víctimas del terrorismo» claman al cielo porque el preso político vasco Iñaki Etxeberría («Mortadelo») volvió a pisar las calles, libre y sonriente, sus familiares, compañeros y vecinos le hicieron un recibimiento como siempre se ha acostumbrado cuando un preso es liberado”, se jactan en sus redes sociales..

“Lo que ocurre en Euskal Herria sobre este tema de los recibimientos de presos y presas, es muy particular: en los peores tiempos de represión cada preso o presa que salía en libertad era esperado en la puerta de la prisión con banderas y aplausos. Luego en caravana de coches recorría cientos de km hasta llegar a su pueblo donde el recibimiento era apoteósico, pasaba entre filas de banderas y se hacía un acto en el que las distintas agrupaciones de la izquierda abertzale le agradecían su sacrificio y su lucha”.

“Últimamente, después que cesó la lucha armada y ETA se autodisolvió, el tema de los «ongi etorri» fueron de mal en peor. Por un lado, el gobierno español y sus cómplices en Euskal Herria aumentaron las prohibiciones y la represión contra quienes quería homenajear al ex preso o presa que llegaba a cada pueblo. Además, la presión de los medios españolistas y de las asociaciones de «víctimas» exigían que se terminara con los recibimientos definitivamente. En las propias filas de la izquierda abertzale (IA) surgieron voces en un sentido y en otro. Algunos defendiendo la posibilidad de agasajar a los militantes que salían de prisión, mientras que otros, más ligados a la dirigencia actual de Bildu y Sortu, desaconsejaban los «ongi etorri» en aras de una utópica reconciliación”.

“Días atrás, fue el propio colectivo de presos que emitió una declaración proponiendo que los recibimientos sean «discretos» y «en privado». Si bien detrás de esta declaración están la mayoría de los presos y presos (que respetan las directrices de la Izquierda Abertzale oficial) se sabe que hay otros que no están de acuerdo con esta decisión de cortar con los recibimientos”, aseguran.

“Es muy difícil que todos acaten las prohibiciones ni las recomendaciones de auto-reprimirse y no agasajar al vecino o vecina de un pueblo que vuelve con los suyos después de pocos o muchos años de cárcel”, advierten.

“Quizás eso haga reflexionar a quienes se plantean impedir que un hijo, un hermano, una madre o un padre pueda abrazar a su hijo o hija en la calle y con sus vecinos y compañeros. No se puede tapar el sol con un dedo, y menos en un pueblo que siempre se caracterizó por eludir las prohibiciones y luchar contra las imposiciones autoritarias”, concluyen.