Tensión

Moncloa ignora a Podemos: «No habrá subida de impuestos»

El Ejecutivo pide a sus socios «altura de miras» y no «mirarse el ombligo» en la gestión de la guerra de Ucrania

La guerra en Ucrania ha supuesto un verdadero shock para el Gobierno cuyas previsiones apuntaban a un repunte del crecimiento a partir del segundo semestre de este año. El contexto bélico ha vuelto a volatilizar las expectativas de recuperación económica y coloca al Ejecutivo en una situación muy comprometida, ya que compromete la principal baza a la que habían fiado sus posibilidades de revalidar el poder tras las elecciones generales. En esta situación, desde Moncloa quieren hacer partícipes a actores políticos y económicos de la hoja de ruta para transitar esta incierta senda y a esta vocación obedece el discurso que pronunció el presidente del Gobierno el pasado miércoles en el Congreso. En esta intervención, que fuentes gubernamentales califican de «intervención de Estado», Pedro Sánchez intentó forjar un frente de unidad con el resto de fuerzas parlamentarias, pero provocó una fractura en su propia coalición.

Desde entonces, los pronunciamientos del sector de Podemos dentro de la coalición no han dejado de sucederse, cuestionando el envío de armas de España a Ucrania de manera directa. En Moncloa tratan de minimizar estas declaraciones y aseguran que el Gobierno habla con «una sola voz», que no es otra que la del presidente del Gobierno, que es quien marca la línea de la política exterior. Señalan que existe unidad respecto al rechazo a la invasión de Rusia y el apoyo al pueblo ucraniano. En la misma línea, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, trató este viernes desde la mesa del Consejo de Ministros de relativizar las quejas de sus socios de coalición y les pidió «altura de miras». «Ante un desafío de gran magnitud, estar mirándonos el ombligo o mirando lo doméstico no parece lo más importante», criticó, poniendo el foco en la necesidad de «forjar una posición de unidad en la respuesta ante esta agresión sin precedentes al pueblo ucraniano». En este contexto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, visitará este sábado España y se reunirá con Sánchez en Moncloa para tratar las consecuencias económicas para España y para Europa de la guerra en Ucrania.

En su objetivo de no aportar más inestabilidad al escenario, en el Gobierno miden al máximo los pasos a dar, sobre todo, si pueden comprometer la situación económica. En este contexto, desde el Ejecutivo descartan de manera categórica una subida de impuestos. En la mente del presidente nunca ha estado imponerla de manera inminente, sobre todo ante el ciclo electoral de 2023, pero con la coyuntura bélica actual se ha despejado cualquier duda al respecto. Sin embargo, desde el ala morada no renuncian a la reforma fiscal comprometida por la coalición y siguen presionando al Gobierno en este frente. Una presión que ha vuelto a caer en saco roto si nos atenemos al taxativo pronunciamiento de la portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «La posición del Gobierno es que no contemplamos ninguna subida fiscal en este momento», aseguró. Tras desatarse la guerra en Ucrania, los esfuerzos se orientan ahora en «amortiguar» al máximo las consecuencias económicas. El Ejecutivo, cuenta, además, con el aval de la líder de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, quien ya avisó a los suyos que era Hacienda quien marcaría la posición de Gobierno, rebajando así las posiciones «legítimas» de las formaciones políticas.

Unidas Podemos ya era consciente de la negativa de los socialistas a abordar la subida de impuestos durante la legislativa. Sin embargo, no cesarán en su ofensiva en los próximos días. Y es que precisamente la reforma fiscal es uno de los compromisos firmados por PSOE y Unidas Podemos en el acuerdo de Gobierno, por lo que los morados pueden entender este “no” como un incumplimiento en Moncloa. El acuerdo escrito es la herramienta a la que los morados pueden aferrarse con mayor contundencia para tratar de que el PSOE se avenga a negociar.

Incluso, están dispuestos a limitar, solo en privado, las discrepancias sobre como enfrentarse a la crisis bélica en Ucrania, con el objetivo de concentrarse en convencer a su socio para conseguir un «sistema tributario justo». Según fuentes de la coalición, en la reunión del Consejo de Ministros, desde la cuota morada se ahondó en este sentido y los ministros morados evitaron abrir el melón del conflicto bélico que ha partido en dos a la coalición de Unidas Podemos, especialmente.

La cuota minoritaria en Moncloa ve imprescindible abordar este reto en los dos años que quedan de legislatura, puesto que, entienden, que es «lo único que permite desarrollar el Estado de Bienestar y mantener las políticas sociales que el Ejecutivo está desplegando». Desde el Ministerio de Derechos Sociales, que dirige la ministra Ione Belarra, se explica que esta medida «de emergencia» se debe abordar para frenar el «impacto económico» provocado por el conflicto en Ucrania. Según fuentes del departamento, «se hace más urgente que nunca abordar con carácter inmediato una reforma fiscal ambiciosa» para sufragar «las medidas de protección», que según el ministerio se deben implementar. Para Unidas Podemos, el impacto económico del conflicto bélico «no pueden pagarlo de nuevo los trabajadores» del país y «las grandes empresas y las grandes fortunas deben corresponsabílizarse y pagar lo que les toca a las arcas públicas». Este será el nuevo roce con el que los morados volverán a marcar perfil en Moncloa, al ver como parte de sus propuestas en materia económicas se encuentran con la negativa del PSOE.