Vox

Pinchazo del «efecto Olona»

Vox se queda lejos «de la gran ambición» que tenía al conseguir 14 escaños, solo dos más que en 2018

Tras 15.000 kilómetros recorridos, Macarena Olona buscó hasta el final el «All in».«Venimos con todo», fue su sentencia en el cierre de campaña, con todo... para «el cambio real», fue su apuesta que quedó diluida. Vox había «sacrificado» a la «reina» de su particular ajedrez en el Congreso de los Diputados con el objetivo de marcar al futuro gobierno andaluz. El partido liderado por Santiago Abascal perseguía los 20 escaños y que Juanma Moreno se tuviera que encomendar a «la Macarena», aunque el candidato del PP ya había dejado claro que, en esta partida, era del «Gran Poder».

Cualquier escenario superior a 12 les hacía crecerdesde que irrumpiera, por primera vez, en un territorio hegemónico socialista en el que brindaron sus apoyos, externos, la pasada legislatura al gobierno de coalición de PP y Cs para cambiar los designios de Andalucía. Desde entonces, los de Abascal buscaron el adelanto electoral, convencidos de que sería favorable para el partido.

Olona instó a «no conformarse» con menos que la presidencia y luchó por lograr el «Macarenazo» y replicar lo logrado en Castilla y León entrando en el gobierno. Sin embargo, se quedó sin esa posibilidad ysin la «cara de presidenta» con la que Abascal la presentó.

La candidata de Vox, Macarena Olona, abraza al presidente de Vox, Santiago Abascal.
La candidata de Vox, Macarena Olona, abraza al presidente de Vox, Santiago Abascal.Manuel OlmedoManuel Olmedo

Vox apostaba por lograr una posición de fuerza negociadora. «Si el PP necesita un escaño de Vox tendrá que abrir la puerta del Gobierno», repetía. Ante esta situación apostaban por hacer valer sus resultados, y ningún «sí» de sus diputados sería gratis: Si no es gobierno, serán políticas. Y advertían: «Quien quiera un partido que ceda después sus escaños, que no mire a Vox», el electorado al fina no miró como esperaban.

A pesar de que muchos no entendieron la campaña de la candidata de Vox, llenó en cada uno de sus mítines y fijó posiciones marcando cuáles eran las políticas por las que apostaba.

Vox necesitaba que los resultados le dieran un nuevo impulso en clave nacional. De hecho, Santiago Abascal, como ya hizo en las campañas de Cataluña, Madrid o Castilla y León se implicó de manera expresa en Andalucía a por el anhelado 20% de los sufragios.«Vox no interpreta nunca los resultados en clave nacional. Habríamos querido unos mejores resultados para Vox, pero estos son buenos resultados para Vox y para España», dijo Abascal no sin reconocer que el partido «ha estado lejos de la gran ambición que teníamos para Andalucía». Los de Abascal celebraron los resultados logrados por Juanma Moreno por alcanzar la victoria en la comunidad que «siempre nos dijeron que era tan de izquierdas» y le tiende la mano «para que no desaproveche la oportunidad de una Andalucía libre de sectarismos».

La polémica por el empadronamiento de «Macarena de Salobreña» en el municipio de Granada –condición necesaria para poder concurrir en los comicios–, desde la penalización por el posible fraude a la victimización en caso de que tumbaran su candidatura, comenzó a debilitar el «efecto Olona» que ayer se tradujo en 14 escaños, solo dos más que en 2018.

Tampoco se entendió la estrategia del fichaje Álvaro Zancajo como director de comunicación de hecho, muchos de los «errores» de campaña se le atribuyen a él. Olona, se refirió expresamente a él en sus agradecimientos, consciente de las críticas que ha suscitado.

Tras conocer los resultados, Abascal habló de «la estela de cambio», pidió «elecciones generales» y prometió a su electorado que «no os vamos a defraudar».

Liderar “en cuerpo y alma”

La candidata de Vox también agradeció que «casi 500.000 andaluces apostaran por el cambio real», a su electorado que «nunca le haya soltado la mano» y aseguró que emprendía un «viaje maravilloso». Olona también felicitó a Juanma Moreno, el ganador de la noche, por «poder gobernar en solitario «algo que espero sepan aprovechar». También celebró el «no» de los andaluces a las «políticas de la ruina» de la izquierda poniendo «pie en pared» y diciendo «no» a esas políticas. «Ha dicho no, pero no con el resultado que nos hubiera gustado», confesó Olona, quien subrayó el crecimiento del partido «contra viento y marea» a pesar de luchar «contra casi todos los elementos». Además, se comprometió a liderar el partido «en cuerpo y alma», desde Andalucía.