Vallado

Las mafias de la inmigración mantienen a 2.000 personas en los alrededores de Melilla

Pese a los tragicos incidentes de junio y las fuertes condenas a los detenidos, se mantiene la presión a la espera de la menor oportunidad para entrar en España

Paso fronterizo de Barrio Chino, en la ciudad autónoma de Melilla. EFE/ Paqui Sánchez
Paso fronterizo de Barrio Chino, en la ciudad autónoma de Melilla. EFE/ Paqui SánchezPaqui SánchezAgencia EFE

Las mafias de la inmigración mantienen una cifra estable de unas 2.000 personas en los alrededores de Melilla, dispuestas a saltar el vallado hacia España a la más mínima ocasión, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la Ciudad Autónoma.

Ni los trágicos incidentes del pasado mes de junio, que se han saldado con fuertes condenas por parte de la Justicia marroquí para los imputados por agredir a los agentes; ni la fuerte vigilancia a ambos lados de la frontera, disuaden a los cabecillas de dichas mafias que convierten a los potenciales inmigrantes ilegales en auténtica “carne de cañón”.

En los últimos días, se han detectado “avanzadillas” para comprobar cómo están las citadas vigilancias. Nada más saltar las alarmas, se han retirado a sus escondites en el monte Gurugú y alrededores donde, según las mencionadas fuentes, mantienen una disciplina “militar” con el fin de estar siempre preparados para el salto.

Lo cierto, es que llegados hasta las cercanías de Melilla, los inmigrantes, en su mayoría sudaneses, que han pagado fuertes cantidades de dinero a las mafias, no tiene otra “salida” que la entrada ilegal a Europa a través de Ciudad Autónoma, salvo que sean conducidos por las Fuerzas de Seguridad marroquíes a puntos alejados de la frontera. Además del dinero, hanrealizado un recorrido muy largo como para dar marcha atrás.

La presencia de las mafias para dirigir estos flujos migratorios quedó acreditada por los testimonios prestados por inmigrantes detenidos (y ahora condenados) durante los graves incidentes del pasado mes de junio, que incluso dieron nombres de los cabecillas en territorio argelino.

Asimismo, se destacaba la formación militar de los inmigrantes y la extrema violencia con la que debían emplearse, siempre según las instrucciones de los responsables de las mafias, tanto contra los agentes marroquíes como contra los españoles.

Según dichas declaraciones, en el recorrido desde Sudán y a su paso por Argelia, existe un entramado liderado por un tal “Boss”, un maliense que les facilita la llegada a las montañas de Nador, cerca de Melilla.

Según su relato, una vez en los montes cercanos a Nador, se organizan en los campamentos en los bosques esperando el momento para saltar la valla, en una estructura jerárquica con un líder máximo y subgrupos comandados por una docena de jefes.

Antes de llegar a los bosques de Nador, atraviesan miles de kilómetros desde Sudán, país en conflicto, a través de dos rutas: una pasando por Libia y Argelia, y otra por Chad, Níger, Mali y Argelia.

Muchos de los emigrantes coinciden en que la coordinación y comunicación entre los diferentes miembros de la red de “Boss” se hace a través de aplicaciones de mensajería y de un grupo cerrado de Facebook, donde deciden cómo y cuándo cruzar la valla de Melilla.

En cualquier caso, las Fuerzas de Seguridad y militares marroquíes mantienen un férreo control en los alrededores de Melilla (también en Ceuta, donde ya se han realizado varias operaciones con detenciones) para evitar los saltos de los vallados y los incidentes registrados en junio.