Carta bomba

La Audiencia Nacional recibe un informe policial completo de los sobres explosivos

La Policía Nacional entregó ayer un primer análisis pormenorizados de los paquetes que estos días se han recibido en embajadas y sedes oficiales

Vista general de un dispositivo policial en las inmediaciones de la Embajada de EEUU en Madrid donde se ha recibido un paquete bomba, a 1 de diciembre de 2022, en Madrid (España)
Vista general de un dispositivo policial en las inmediaciones de la Embajada de EEUU en Madrid donde se ha recibido un paquete bomba, a 1 de diciembre de 2022, en Madrid (España)Eduardo ParraEuropa Press

El Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional recibió ayer un primer informe completo de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional que está llevando la investigación de los sobres explosivos. Según ha podido confirmar LA RAZÓN, el juez José Luis Calama está analizando ya los pormenores para decidir si comienza a ordenar diligencias. Y casi a la vez, la embajada de Ucrania recibía un segundo sobre (el séptimo en total estos días) y hasta allí se desplazaron los especialistas en explosivos, los Tedax. Pero en el interior resultó haber restos de animales por lo que los investigadores tienen dudas de su relación con los envíos anteriores.

Las alarmas saltaron con la carta recibida el miércoles en la sede diplomática de Ucrania. El trabajador que la abrió fue herido leve porque lanzó el envoltorio al jardín antes de que la deflagración fuera más intensa. La Policía corrió a analizar el material inflamable y presentó un primer informe en la Audiencia Nacional detallando de qué se trataba. Según fuentes consultadas se trataba de componentes pirotécnicos y metralla. Poco se podía hacer con el paquete totalmente destruido, pero los agentes casi no tuvieron tiempo de seguir avanzando cuando llegaron nuevos avisos. Es madrugada los Tedax se desplazaban a una empresa de Zaragoza que fabricaba material bélico. De allí el sobre pudo sacarse intacto y esta es, indican estas fuentes, una de las claves para esclarecer el caso. Todas las huellas, el análisis de los componentes en bruto, cualquier resto de ADN y la caligrafía ha sido escrutada al milímetro por la Policía Nacional.

En total ya son siete los recibidos. El Ministerio del Interior añadió a la suma uno que, en realidad, había sido interceptado el 24 de noviembre dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por tener las mismas características que el resto. Al ministro Fernando Grande-Marlaska le preguntaron este viernes por qué no se había informado antes de este incidente a las autoridades judiciales: “Al recibirse otro paquete pasada una semana en la Embajada de Ucrania y existir una identidad, es cuando se pone ya todo ello en conocimiento de la Audiencia Nacional”, dijo recordando su etapa de juez en el órgano como experiencia. Según el ministro, los agentes estaban indagando para tener una “mínima valoración de los hechos” y pensaban reportarlo más tarde.

Con todos estos elementos los agentes de Información han concretado al juez Calama en otro informe mucho más completo los indicios de los que se cuenta hasta el momento. La investigación no se encuentra bajo secreto de sumario aunque fuentes jurídicas no descartan que esta opción se valorase en caso de que alguien quisiera personarse en la causa. La Fiscalía de la Audiencia Nacional igualmente está recibiendo los detalles y hasta ahora no ha solicitado ninguna diligencia.

Está por ver si la séptima misiva que logró volver a desalojar ayer la embajada ucraniana tiene relación con el resto de sobres con pirotecnia. Dentro no había ni mecanismos ni sustancia explosiva o deflagrante, sino “un ojo aplastado de un animal”, según confirmaron fuentes de Interior. Similar a las recibidas en, al menos, cinco países miembros de la Unión Europea. El Ministerio de Exteriores reveló que las sedes diplomáticas de Ucrania repartidas por distintos territorios habían recepcionado “paquetes sangrientos” que contienen partes del cuerpo de algunos animales, principalmente ojos.