Tribunales

La ley del «sí es sí» ya ha rebajado 140 años de cárcel a violadores y agresores sexuales

LA RAZÓN analiza las sentencias sobre la reforma de Montero que cumple tres meses en vigor esta semana y deja ya 17 agresores sexuales excarcelados y 134 beneficiados

Concentración en Madrid contra la sentencia de La Manada /Foto: Luis Díaz
Concentración en Madrid contra la sentencia de La Manada /Foto: Luis Díazlarazon

El balance que deja la conocida como ley del «solo sí es sí» cuando se cumplen tres meses de su entrada en vigor (este sábado) ha empañado las bondades de una norma que busca poner el consentimiento de la mujer en el centro. LA RAZÓN ha recabado los datos de decenas de sentencias y comunicaciones de los tribunales autonómicos y las rebajas que ya se han efectuado a violadores, pederastas y agresores sexuales suman, al menos, 141 años.

Las reducciones van desde algunos meses hasta varios años e incluso se ha dado un caso en el País Vasco de días. La Audiencia de Vizcaya eliminó tres días de prisión a un enfermero de quirófano que abusó sexualmente de tres pacientes que estaban en boxes, dos de ellas inconscientes. Por el momento y de las conocidas, esta es la reducción menor. La mayor, se ha producido en Santander. Dos hombres agredieron sexualmente a una joven con la que estuvieron tomando copas y luego invitaron a subir a su hostal. La víctima ha visto cómo a cada uno de ellos la Audiencia Provincial de Cantabria les ha tachado siete años del cómputo total entre rejas.

En total son 16 comunidades autónomas las que están aplicando la ley del «solo sí es sí» de forma más beneficiosa para el reo. De las sentencias analizadas, la rebaja más común es la de dos años que se está haciendo casi de forma automática cuando los tribunales habían impuesto en la sentencia original la pena mínima. Si antes el suelo estaba en seis años y ahora está en cuatro y, además, los magistrados dejaron por escrito que el agresor tenía la pena más pequeña, la resta es obligatoria. Así ocurre, por ejemplo, con la agresión sexual con penetración que en su pena más exigua ha pasado de los seis a los cuatro años con la reforma del Ministerio de Igualdad o la agresión sexual a menores con acceso carnal (vaginal, anal o bucal) en la que el mínimo baja de ocho a seis.

Estas rebajas más gruesas han provocado excarcelaciones porque tras la revisión resulta que el condenado ya ha amortizado sus días entre rejas. Se han producido 17 casos de estos, uno en concreto por orden del Tribunal Supremo de un hombre que en una pista de patinaje sobre hielo realizó tocamientos «en los glúteos» a cuatro menores y una mujer.

Los otros casos recurrentes en los que la resta es de meses suelen darse porque los magistrados ajustan la pena a la nueva horquilla. Al fusionarse el delito de abuso sexual dentro del de agresión el arco penológico se ha ampliado y, por tanto, los violadores tienen derecho a un ajuste de su castigo. Estos eran los supuestos que el Fiscal General del Estado quería evitar cuando emitió un decreto en el que ordenaba a sus fiscales que si la pena impuesta entraba en el nuevo abanico de condenas se quedara como está. No obstante, el fiscal general, Álvaro García Ortiz, indicó que se viera caso a caso y, aunque en la aplastante mayoría se oponen a la pena hay algún caso en el que son favorables. Por ejemplo, el único de los que se han hecho públicos que tiene que ver con una mujer. La Audiencia de Vizcaya rebajó de cuatro a tres los años de prisión a una mujer que mantuvo relaciones sexuales con un menor de 16 años. El sexo de mayores con niños por debajo de esa edad es siempre delito.

La Fiscalía ya ha recurrido algunas de estas rebajas y «otras se están estudiando», indican fuentes del Ministerio Público que todavía no facilita un dato total de recursos. Pero por el momento ninguno de ellos ha llegado al Tribunal Supremo, dicen fuentes de este órgano. Lo que el Alto Tribunal ha visto son sentencias que ya tenía sobre la mesa y que antes de adquirir firmeza han pasado por ellas el nuevo Código Penal para decidir sobre las rebajas. Ya son tres los casos en los que han restado condena incluyendo la mediática violación de los jugadores del Arandina a una menor. Van a ser «muchos otros» los que se rebajen en los próximos meses, explicitan las fuentes jurídicas, si bien calculan que hasta la Sala de lo Penal no llegará recurso de casación sobre todas estas rebajas hasta dentro de «cuatro o cinco meses».

Hasta el momento los beneficiados son 134,siendo Madrid la comunidad que encabeza las rebajas (con 20), seguida de Galicia (18), Andalucía (17), la Comunidad Valenciana (15) y Castilla y León (12). Por la cola está Navarra con dos casos (uno de un violador a un niño de esta misma semana) y La Rioja, que es una de las Audiencias que se alineó con la Fiscalía para no rebajar penas en un primer momento.

El Ejecutivo ha tratado de poner freno a este goteo introduciendo un párrafo en la exposición de motivos de la ley para que los magistrados la interpreten de forma distinta. Pero ni es vinculante, ni puede contraponerse al pilar del Derecho Penal que se basa en que las mejores leyes se aplican hacia atrás para beneficiar al reo. Todos los juristas coinciden en que no tendrá ningún efecto práctico y, si bien el Gobierno se ha abierto a modificar la ley, esto tampoco lo ven un camino fácil. «Las leyes penales están llamadas a tener una cierta estabilidad. Cambiar el Código Penal continuamente no es bueno», aclara otra fuente del Alto Tribunal. Si el Ejecutivo decidiera volver a corregir las penas se podría dar la situación, advierten, de que hubiera tres leyes coexistiendo en los casos actuales y los jueces tuvieran que ver cuál (el anterior Código Penal, la reforma de la ley del «solo sí es sí» y la hipotética modificación del Gobierno) es más favorable al reo. Todos los que ya se han aprovechado de la norma de Igualdad no pueden volver atrás. La ley es solo retroactiva cuando es mejor para el reo y no al contrario, así que aunque se derogase ahora incluso aquellos que delinquieran estando viva se pueden acoger a esta norma aunque sean juzgados dentro de años.