Senado
Sánchez se aferra a la economía para ocultar el fracaso de la Ley del “solo sí es sí”
El presidente del Gobierno carga contra los empresarios por la ausencia de la patronal en la reunión para aumentar el SMI a 1.080 euros
Pedro Sánchez es consciente de que la Ley del “solo sí es sí” se ha convertido en un entuerto de difícil gestión política: necesita acometer una reforma del Código Penal, pero precisa de tacto para evitar un incendio con sus socios de coalición y tampoco será suficiente para frenar el goteo de rebajas penales a agresores sexuales. En este marco, en su cara a cara con Alberto Núñez Feijóo, Sánchez ha tratado de ocultar ese tema y ha centrado prácticamente toda su intervención en la economía ya que considera que los datos son buenos y puede reivindicarlos.
Tanto es así que sobre la Ley del “solo sí es sí” ha dedicado apenas unos minutos de su más de una hora de intervención. Y se ha limitado a minimizar su responsabilidad: ha reconocido que tiene unos “efectos indeseados”, pero ha atribuido el error a “una cuestión técnica que no refleja la voluntad de ninguno de los grupos de las Cortes”. “Y esos efectos indeseados los vamos a corregir porque si hay alguna cosa que une al parlamento español es que nadie desea aliviar el castigo a los agresores sexuales, pero sobran los insultos e improperios”, ha señalado Sánchez.
Esas han sido las únicas palabras que ha dedicado a una cuestión nuclear en la política y sociedad española. Durante el resto del tiempo, se ha dedicado a la economía y, en este sentido, ha anunciado que van a subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 8%, hasta los 1.080 euros para “cumplir con el compromiso de legislatura” de que represente un 60% del salario medio en España. Y, ante la falta de acuerdo con la patronal CEOE, le ha declarado la guerra a los empresarios, alineándose con el discurso de Podemos, que ha atacado a algunas compañías en los últimos días (como Mercadona), y exigiendo un “reparto más justo” de los beneficios.
La CEOE se va a ausentar de la negociación con Gobierno y sindicatos de esta tarde sobre el SMI porque está en desacuerdo con el aumento que plantea la Moncloa. Y Sánchez, en este sentido, ha denunciado un “plan de las élites económicas” ejecutado por la “derecha”, como una forma de acusar a la CEOE y al PP de estar alineados para “boicotear” los planes del Gobierno.
Sánchez ha cargado duramente contra los empresarios, acusándoles de mejorar beneficios y distribuirlos entre los directivos sin que las ganancias lleguen a los asalariados. “Si una empresa gana 600 millones de euros, por qué esa ganancia va a parar a manos de unos poco”, ha aseverado Sánchez, señalando que las ganancias se quedan en manos “del consejero delegado, el director financiero”, pero no llega a los “reponedores o responsables de logística”.
En este sentido, el presidente del Gobierno ha reconocido que los españoles han perdido poder adquisitivo en los últimos años tanto por responsabilidad políticas (por la no revalorización de las pensiones durante algunos años, en otro dardo al PP) y por “culpa del sector privado”.
Más allá de la economía, donde también ha puesto énfasis en defender los servicios públicos como forma de defender una subida de impuestos, también ha querido sacar pecho de que, desde que llegó a la Moncloa, han mejorado dos preocupaciones que atravesaba nuestro país: el desafío del independentismo y la corrupción, que ya no están entre los problemas que más inquietan a los españoles, según el CIS.
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