
Combate real
La Princesa Leonor se embarca en su misión más táctica a bordo de la "Blas de Lezo": operación “hundir la flota”
Asumirá turnos de vigilancia y participará en decisiones tácticas
La Princesa Leonor ya está a bordo de la fragata F-103, la "Blas de Lezo", lista para enfrentarse a una de las fases más exigentes de su formación castrense. Tras cinco meses de instrucción en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano y unos días de descanso en Zarzuela, la heredera retoma su preparación militar en un entorno táctico de máximo nivel.
La Guardiamarina Borbón Ortiz se enfrentará ahora a maniobras tácticas reales, entre las que destaca el Sinkex 25, un ejercicio en el que las unidades participantes simulan el ataque y hundimiento de un buque enemigo. Este tipo de entrenamiento, reservado a personal con formación especializada, implica la coordinación de sistemas de combate, misiles y helicópteros embarcados en escenarios de máxima exigencia táctica.

Su función
Durante este ejercicio, Leonor no será una simple espectadora. Como parte de la dotación de alumnos en formación, se integrará tanto en la organización administrativa del buque (cuando estén en puerto) como en la operativa (cuando estén navegando). Esto incluye asumir turnos de vigilancia, participar en decisiones tácticas y recibir formación específica sobre seguridad marítima, operaciones conjuntas y logística de combate.
Además, la fragata "Blas de Lezo" se incorporará posteriormente al Grupo de Combate Expedicionario "Dédalo", una agrupación militar de élite que opera en escenarios internacionales de alta complejidad. Su integración en este grupo forma parte del programa formativo que busca que Leonor no solo conozca el mundo naval, sino que lo viva desde dentro, hombro a hombro con los 210 tripulantes, incluidos 25 oficiales, 48 suboficiales y más de 100 cabos y marineros.
La joya de la Armada
El buque, dotado del sistema de combate AEGIS y el radar SPY 1-D —tecnología que hasta hace poco solo se instalaba en destructores o cruceros—, representa el máximo exponente de capacidad antiaérea de la Armada española. Con un helicóptero LAMPS MK-II a bordo, el ‘Blas de Lezo’ puede detectar y atacar amenazas incluso fuera del alcance visual del propio navío, lo que añade realismo y presión a los entrenamientos.

Con esta misión, Leonor se prepara no solo para cumplir con su deber como futura Jefa de las Fuerzas Armadas, sino también para entender de primera mano el compromiso, la disciplina y el sacrificio que implica servir en la mar. Su formación concluirá en julio, cuando se reúna con el resto de guardiamarinas que la acompañaron durante la travesía en el Juan Sebastián de Elcano.
En esta fase, la princesa no se limita a observar: asumirá responsabilidades reales, tomará decisiones bajo presión y aprenderá a operar como un miembro más de la Armada.
Una experiencia que, sin duda, marcará su carácter y liderazgo futuro. Porque para Leonor, el uniforme ya no es solo símbolo de tradición: es acción, estrategia... y preparación para, si hace falta, "hundir la flota".
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