
Tras el pacto
¿Ha dejado España pasar la oportunidad de reclamar Gibraltar?
García-Margallo explicó que con el brexit, España llegó a tener un argumento para plantear una fórmula de cosoberanía

"El Brexit era una oportunidad. Era la llave. Y España no la usó." Así lo dijo José Manuel García-Margallo en 2016. No fue una reflexión al uso. Fue un aviso, o tal vez un presagio. Nueve años después, sus palabras resuenan con una fuerza porque España ha perdido la iniciativa sobre Gibraltar. Y lo ha hecho, según explicaba entonces en una entrevista en LA RAZÓN el exministro de Exteriores, no por falta de opciones, sino por "renuncia voluntaria".
Un momento único desde 1713
Cuando Margallo llegó al Ministerio de Asuntos Exteriores en 2011, reactivó un tema que, hasta entonces, se escuchaba en la calle a modo de festejo o en algunas tertulias: "Gibraltar español". Lo hizo con un plan, y con un escenario de oportunidad que daba el Brexit.
Gibraltar votó abrumadoramente a favor de quedarse en la UE. El Reino Unido, no. Esa brecha era, para Margallo, una bisagra histórica: por primera vez desde el Tratado de Utrecht, España tenía un argumento real y moderno para plantear una fórmula de cosoberanía razonable, con beneficios para todos.
Su propuesta incluía doble nacionalidad, una zona económica especial, acceso al mercado europeo para el Peñón y desarrollo económico para el Campo de Gibraltar, Ceuta y Melilla. Todo, sin imponer, con diplomacia. Pero esa vía fue desechada. Ni el gobierno de Rajoy ni el posterior de Sánchez recogieron el guante. Según Margallo, se abandonó la negociación de soberanía por decisión política, no por imposibilidad.
Un acuerdo que ata a España
El acuerdo entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar dejaba ver que España no iba a tener poder de veto. Margallo advirtió entonces que si se firmaba iba a ser "definitivo". Para el exministro de Exteriores constituiría el cierre en falso del conflicto: “Es la tercera rendición. No se toca la soberanía, se consolida el paraíso fiscal", auguró.
Y es que el acuerdo parece más "estético" y el siguiente paso será "vender" la presencia de la Guardia Civil en el puerto o el aeropuerto. Pero el fondo, es la pérdida de Gibraltar. No se trata solo del peñón sino del abandono de cualquier ambición nacional. Así lo resumía con una cita de Unamuno, que en 1913 respondió a un diplomático extranjero que le preguntó qué quería España: “España no quiere nada, solo que la dejen en paz.
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