Segunda oportunidad
El PP demanda cambios a Feijóo en la nueva etapa
El líder de los populares consolida su liderazgo, pero en el partido esperan un refuerzo en su equipo de dirección, ajustes en la estrategia y un giro de la formación en el País Vasco y Cataluña
La segunda votación de la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo se formalizará esta mañana en el Congreso de los Diputados sin novedades, salvo sorpresa, respecto al resultado del miércoles. Para el líder popular empieza una nueva etapa, de la que en su partido esperan una revisión estratégica y algún cambio en el equipo de dirección para afrontar el nuevo tiempo de oposición que se les abrirá si se confirma el acuerdo de Moncloa con el fugado expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
Aunque ahora no haya repetición electoral, la sensación mayoritaria en la organización popular es que Feijóo tendrá una segunda oportunidad. Ahora bien, también esperan más ambición en la pelea contra el nuevo hipotético Gobierno de coalición, sostenido en el independentismo; que refuerce a su equipo de dirección; y que haya un ajuste político que atienda al mensaje que dejaron las urnas el 23J.
Esto coloca en el centro del foco al partido en Cataluña y en Euskadi. La renovación en los dos liderazgos ya está descontada, pero internamente creen que Génova debe ir mas allá de un cambio en las Presidencias regionales. Especialmente en el caso vasco, donde entienden que la posición del PNV, dentro de la alianza progresista-soberanista, les deja espacio para crecer, pero que esto exige tres condiciones: un cambio profundo en el equipo que lleva las riendas del PP vasco, porque «con lo que tenemos allí no vamos a sumar un voto más»; que Feijóo refuerce su presencia en ese territorio; y que no haya ningún gesto de complicidad con Vox.
«Hay que mover el partido si finalmente nos quedamos en la oposición. Feijóo tiene que hacer su equipo y debe aprender de los errores cometidos en esta etapa», sentencian voces del Comité Ejecutivo popular. Ahí apuntan, por ejemplo, a la decisión de dejar demasiada autonomía a las comunidades para gestionar su estrategia de pactos poselectorales con Vox, aunque dentro del PP también circula la información de que en el caso de Murcia, la decisión de última hora de aceptar la exigencia de Vox de entrar en el Gobierno, después de negarlo tajantemente hasta después de las elecciones generales, fue consecuencia de que a Fernando López Miras, presidente de la comunidad, se le presentó un pacto ya cerrado, que tuvo que aceptar, entre Miguel Tellado (PP) y Kiko Méndez-Monasterio (Vox).
Otro interrogante que suscita interés ante esta nueva etapa es la posición que adopta el partido respecto al nuevo Gobierno de coalición. Si la amnistía se convierte en un argumento suficiente como para negar todo margen de entendimiento con Pedro Sánchez, incluso en temas que pueden considerarse de Estado. La gestión que el presidente en funciones hizo del debate de investidura de Feijóo ha sido interpretada en el PP como razón suficiente como para dar por rotos todos los puentes. Y Sánchez, si sigue en el poder, tendrá un problema aún mayor que en la pasada legislatura para gestionar los temas de Estado, con Puigdemont y Junqueras peleando por ver quién saca más de su gobierno.
Ya ha habido una reunión entre el presidente del Senado, Pedro Rollán; la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el ministro en funciones Félix Bolaños, y Zarzuela para hablar de la jura de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias el próximo día 31. Es una obligación constitucional que enfrenta a Sánchez ante el espejo de lo que son sus socios: se espera el boicot independentista catalán y está por ver qué hacen los cinco diputados de Podemos. El ruido antimonárquico por parte de los partidos con los que en estos momentos el PSOE está negociando la investidura de Sánchez está asegurado.
Hoy Feijóo reúne a los grupos del Congreso y del Senado para analizar la situación política después de su investidura fallida. El fin de semana irá a un Foro en Galicia, y el lunes ha convocado comité de dirección. Una agenda de la que tienen que salir las primeras decisiones para responder a la esperada oficialización del acuerdo sobre la amnistía por parte del presidente en funciones, y que Moncloa está peleando para que vaya unido a unos Presupuestos que les aseguren cierta estabilidad.
Para el sábado 8 se espera una manifestación multitudinaria en Barcelona, convocada por Sociedad Civil Catalana, y la dirección popular estará presente con una amplia delegación que, en principio, encabezará Feijóo, aunque Génova no lo confirma oficialmente. Sí ha confirmado ya su asistencia la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Las prisas de Moncloa por cerrar cuanto antes su acuerdo con Puigdemont atienden, entre otros motivos, a la necesidad de reducir el margen de maniobra a la movilización de la sociedad civil. Creen que una vez pase la investidura de Sánchez, si se cumplen sus previsiones, la gente se olvidará con rapidez de la amnistía y demás puntos del pacto. Igual que sucedió con los indultos. La tesis de Moncloa es que a los españoles, salvo a la derecha militante, no les moviliza una amnistía que se presente como una decisión que sólo busca terminar con la tensión con Cataluña y rematar un «proceso de reencuentro».
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