Operación policial

Desarticulan una red que se enriquecía con la falsa repatriación de cadáveres de migrantes muertos en el mar

La Guardia Civil ha detenido a 14 personas por sustraer dinero a los familiares residentes en Marruecos y Argelia haciéndoles creer que era la única forma de recuperar el cuerpo de su ser querido

Parte de los 70.000 euros en efectivo encontrado en uno de los registros
Parte de los 70.000 euros en efectivo encontrado en uno de los registrosGCGC

La Guardia Civil ha desarticulado este miércoles una trama que se lucraba de la identificación y repetición irregular de cadáveres de migrantes africanos que perdieron la vida en el mar.

La operación se ha desarrollado con la detención de 14 personas y la investigación de una por pertenencia a una organización criminal que obtenía ilegalmente contratos para la devolución de los cuerpos al país africano del que procedía el fallecido.

Se ha procedido, asimismo, al registro de 13 domicilios de Murcia y Andalucía, cinco en Murcia capital, dos en Cartagena, uno en Molina de Segura, cuatro en Almería y uno en Jaén. En ellos se han incautado casi 70.000 euros en efectivo, vehículos y documentación relacionada con los hechos.

Esta red llevaba años lucrándose de los familiares que residían en Marruecos y Argelia de migrantes desaparecidos cuando trataban de alcanzar por vía marítima en pateras costas españolas.

El sistema funcionaba de tal forma que contactaban con las familias utilizando perfiles falsos en redes sociales asegurando que podían ofrecerles información, que era falsa, del paradero de sus allegados a cambio de dinero.

Los miembros de la trama aprovechaban noticias sobre naufragios de embarcaciones para volver a contactar con ellos y reclamarles datos personales de sus familiares de los que habían perdido el rastro alegando que los precisaban para llevar a cabo su búsqueda, acompañarles a interponer la denuncia por desaparición y realizar las tomas de ADN para la identificación del cuerpo, así como los servicios de traducción que precisasen en todo el falso proceso que llevarían a cabo con las autoridades españolas.

Se les reclamaba el pago con anterioridad de una cantidad monetaria para comenzar el conjunto de las gestiones dirigidas a encontrar los restos de su ser querido. Se justificaban en que esta era la única forma que había de proceder en nuestro país para la identificación y repatriación de cuerpos de migrantes muertos en el mar.

Obtenían información personal de sus familiares gracias a la colaboración irregular de varios empleados de organismos oficiales relacionados con los trámites de identificación, como los Institutos de Medicina Legal.

Una vez tenían en su poder información sobre cómo actuar en la gestión de identificación de cadáveres y otras pruebas gráficas como las fotografías de los cuerpos se lo hacían llegar a las propias familias norafricanas con la intención de convencerles para que firmasen autorizaciones para que funerarias implicadas en la red se quedasen con el contrato de la repetición de manera exclusiva.

Estas actuaciones que se presumen delictivas bajo investigación fueron detectadas por la Benemérita tras observar varias fotografías en internet y, tras emprender las pesquisas, descubrieron que detrás de ellas estaba este grupo criminal que lideraba un ciudadano marroquí y cuyos principales cómplices residían en Murcia y Almería.

El cabecilla se valía de sus relaciones en las comunidades magrebíes para conseguir las familias confiaran en que no había otro modo de repatriar los cadáveres de sus difuntos, lo que le llevó a acumular una gran cantidad de contactos entre empresas funerarias y entidades relacionadas con las identificaciones y repatriaciones de cadáveres. También se encargaba de gestionar los pagos a los intervinientes y colaboradores dedicados la facilitación de información.

Están acusados los 14 arrestados y el investigado de delitos de revelación de secretos, contra el respeto a los difuntos, estafa, pertenencia a organización criminal, falsedad documental, cohecho y omisión del deber de perseguir delitos. La instrucción ya está en manos del Juzgado número cinco de Murcia y dos han sido ya enviados a prisión.