Inmigración

El doble drama de Abdou: muere el senegalés que recibió el abrazo de Luna en Ceuta

Cuatro años después de la imagen que se convirtió en símbolo de la crisis migratoria, el joven ha fallecido en Málaga

Luna y Abdú
La imagen de aquel abrazo el 17 de mayo de 2021 dio la vuelta al mundoRTVE

Abdou Ngom (Malika, Senegal, 1996) murió el pasado martes en Málaga, seguramente el único puerto seguro que conoció en sus 29 años de vida. Su sufrido periplo fue como el de tantos decenas de miles de subsaharianos que llegan a nuestro país cada año, pero su imagen abrazando con desespero a una voluntaria de la Cruz Roja se convirtió en el símbolo de la crisis migratoria en un momento muy concreto.

Abdou, albañil de profesión, logró poner un pie en suelo español el 7 de mayo de 2021, el día en que Marruecos abrió las compuertas hacia Ceuta por motivos ajenos a este reportaje. Después de varios intentos de saltar al otro lado, por fin caminaba decidido y con esperanza hasta la frontera con Ceuta. Lo hacía en compañía de su único hermano. Los últimos metros los cubrieron a nado hasta la playa del Tarajal, pero en algún momento del fragor de la travesía se perdieron de vista y nunca más volvieron a verse.

Agotado y aturdido

Hay que recordar que en apenas tres días llegaron a la ciudad autónoma unos 8.000 inmigrantes, más de un millar de ellos menores de edad. Las primeras horas fueron de auténtica locura y el joven Abdou se encontró de pronto, agotado y aturdido, en brazos de Luna, la voluntaria de Cruz Roja que sostuvo su desconsuelo. Aquella secuencia de afecto dio la vuelta al mundo y originó también una serie de comentarios machistas que acabaron apartando a Luna Reyes del foco mediático.

Abdú en Malaga
Abdú en MalagaLa Razón

Un equipo de RTVE lograba encontrar al joven una semana después en Casablanca. La entonces corresponsal en Rabat, Ana Jiménez, y el cámara Rubén García volvieron a poner en contacto al senegalés y a la voluntaria a través de una videollamada. Él había sido devuelto a Marruecos "en caliente" y ella había regresado a la Península.

Fue un encuentro emocionado en el que Luna se enteró de que el hermano de Abdou seguía desaparecido, pese a que no se registraron víctimas mortales, y él pudo darle las gracias por su empatía.

España, por fin

Como el periodismo y la vida no son compartimentos estancos, aquella reportera mantuvo el contacto con Abdou y en octubre del año pasado supo que había logrado llegar a Lanzarote. Esta vez lo hizo en una zodiac desde las costas del sur de Marruecos previo pago de 4.000 euros. Fue rescatado en alta mar tras tres días y dos noches junto a otras 58 personas y trasladado al centro de acogida de la isla.

En aquel momento explicó al mismo equipo de RTVE que "mucha gente se emocionó cuando vio las imágenes con Luna, pero nadie pudo hacer nada por mí". De Lanzarote fue trasladado a Barcelona, donde su amigo y compatriota Mbaye lo recogió y se lo llevó a vivir con él a Málaga, donde falleció el domingo.

En conversación con LA RAZÓN, Mbaye explica que aún desconoce la causa de la muerte. "Llevaba varios días que no se encontraba bien y el domingo hablé con él por teléfono desde Almería. Me dijo que no podía más, que se encontraba estaba fatal. Le dolía mucho la cabeza y tenía vómitos. Mandé a unos amigos a ver qué pasaba. Cuando llegaron se lo encontraron muerto".

Aún se desconocen las causas del fallecimiento y hay una autopsia en marcha. Mbaye cuenta a este periódico que Abdou estaba muy contento en Málaga, una ciudad que ya consideraba su casa. Estaba trabajando y mandaba dinero a Salma, la mujer que tuvo que dejar atrás en Casablanca y con la que tenía una hija, Mama, de apenas un año. "Era una de las personas más maravillosas que he conocido. Solo quería ayudar a la gente. Compartir y compartir. Le daba igual que no se hubieran portado bien con él, tenía un corazón enorme", dice a modo de epitafio.