Justicia

La dura carta de la nueva generación de jueces contra el plan de Bolaños para colar a sustitutos: "Nos sentimos maltratados"

Los 137 nuevos jueces denuncian como "aberrante" y "gota que colma el vaso" que Justicia pretenda que más de 1.000 sustitutos consigan plaza sin oposición

Foto de familia durante el acto de entrega de despachos de la 73 promoción de la Carrera Judicial, en el Auditorio Da Vinci, a 23 de enero de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). El Rey entrega a los 137 integrantes (92 mujeres y 45 hombres) de la septuagésima tercera promoción de la Carrera Judicial sus despachos, en un acto en el que también intervienen la presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial y la directora en funciones de la Escuela Judicial junto con...
El Rey hace entrega de los despachos a la 73 promoción de la Carrera JudicialKike RincónEuropa Press

Los 137 jueces de la última promoción, la número 73, han publicado una carta conjunta dirigida a la ciudadanía española, la Carrera fiscal y al resto de compañeros de la judicatura.

Sin embargo, el verdadero destinatario es el Ministerio de Justicia y su responsable, Félix Bolaños. Los últimos integrantes de la Carrera judicial confiesan en la misiva que se siente "maltratados e ignorados" ante la "aberrante" reforma que pretende ejecutar el Gobierno para cambiar la actual proceso de acceso a la magistratura, que ellos acaban de completar.

Especialmente por la "estabilización" a la que el ministro Bolaños pretende someter a los jueces sustitutos que, para la 73ª promoción de le Carrera, se lleva por delante el "esfuerzo, sacrificio personal y renuncias" de los que han preparado "durante años" una oposición o que aún se encuentran estudiando. "Esta reforma es la gota que colma el vaso", llegan a decir en su pronunciamiento público.

El más de un centenar de nuevos jueces por el turno libre (el de la oposición) es a lo que más frontalmente se oponen de la reforma ya que supone que los sustitutos, a diferencia de ellos, conseguirían una plaza a través de una convocatoria especial de concurso en el que se tendría, además, en cuenta la antigüedad en esta situación.

Quedando vulnerados, para ellos, "de manera flagrante los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad" que históricamente han presidido el acceso a la magistratura. Unos principios que están expresamente recogidos, señalan, en el artículo 103 de la Constitución, por lo que "no son meras declaraciones programáticas", sino garantías fundamentales que legitiman el proceso selectivo y que garantizan que quienes acceden poseen la "preparación técnica" y el "rigor necesario" para desempeñar la "tan alta responsabilidad" de impartir Justicia.

No se olvidan de los que aún siguen en la situación que ellos abandonaron hace no tanto, la de los opositores. Esta reforma de la vía de entrada, critican, lanza un mensaje "profundamente desmotivador" que supone esta reforma para los que están encerrados estudiando.

Además, advierten de que supone que, mientras los más de 1.000 sustitutos que se preparan para ser estabilizados en sus puestos, la última promoción de jueces que ha aprobado la oposición se enfrentan a la problemática de no tener de momento un destino asignado y carecer de una plaza en propiedad. Para ellos significa que se les pone "en segundo lugar" y, en la práctica, se ven abocados a que se les destine a diversas partes de la geografía española sine die. Los sustitutos, en cambio, al estar adscritos a una provincia, disfrutan de seguridad y estabilidad en este sentido.

Esta última generación de miembros de la magistratura ponen en evidencia que en vez de -como entienden que sería lo preciso- arreglar los problemas de personal con un aumento de las plazas ofertadas en las convocatorias ordinarias, el Ejecutivo opte, alternativamente, por darle más cabida a "a quien no ha superado el proceso selectivo en condiciones de igualdad y en base a su mérito y capacidad". Mas aún, apuntan, cuando cada año "se recorta" el número de plazas ofertadas en la convocatoria por la que ellos sí han accedido a su oficio.

"Un enfoque injusto y que perjudica gravemente la percepción pública de su los jueces y fiscales porque pone en entredicho el rigor y la imparcialidad de quienes ejercen esta función", zanjan al respecto.