Hachazo fiscal para 91.000 españoles

La subida del IRPF por «justicia social» apenas recaudaría 400 millones de euros extra gracias a un incremento de 4.400 euros en la factura fiscal del 0,46% de los contribuyentes. PDeCAT rechaza el plan de PSOE y Podemos.

El «estacazo» a las rentas superiores a 150.000 euros anuales que negocia el Gobierno con Unidos Podemos afectaría a 91.408 contribuyentes, el 0,46% del total de los declarantes, según los datos de la Agencia Tributaria. Los afectados por el incremento del IRPF tendrían que pagar cada año una media de 4.400 euros más en su factura fiscal, una subida del 2,1%. Con esta medida, el Ejecutivo lograría recaudar unos 400 millones de euros. No obstante, según estima el colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), podrían aumentar en otros 1.500 millones «si se alcanzara un acuerdo para equiparar la tributación de las retas del ahorro con la de la renta general» para aquellos que perciban rendimientos del capital de más de 50.000 euros y cuya renta sea superior a los 150.000 euros anuales. En este último caso, el número de afectados se reduciría en 5.210 personas, hasta situarse en 86.198 contribuyentes, pero tendrían que pagar más. En concreto, tendrían que abonar adicionalmente unos 17.300 euros, un aumento del 15,7%.

En opinión de Gestha, la propuesta, acompañada de un aumento de la tributación en las rentas de capital, conseguiría «reducir» la dualidad actual del IRPF, por la que 8.281 personas que perciben rentas del capital de casi 900.000 euros de media pagan menos de un 23%, con «el privilegiado régimen tributario de las rentas del ahorro». Aún así, quedarían pendiente una reducción de las ventajas fiscales de los planes de pensiones, que tiene un coste de unos 2.000 millones de euros para el Estado y las autonomías. La asociación considera que estas ventajas son «regresivas» al disminuir la progresividad del impuesto y concentrar las mayores aportaciones en las rentas más altas.

Gestha ve con buenos ojos la creación de tres nuevos tramos en el IRPF por encima de los 60.000 euros anuales –120.000; 175.000 y 300.000 euros–, como ya hizo el Gobierno del PP entre 2012 y 2014, ya que el FMI aseguró en octubre del año pasado que las tasas de tributación del tramo más alto tendrían que ser significativamente más altas que las actuales.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó ayer que el Gobierno está dispuesto a estudiar la posibilidad de subir los impuestos «por justicia social» a las rentas por encima de los 150.000 euros, según informa Efe. Montero hizo hincapié en que el Ejecutivo «ha dejado muy clara su posición desde el primer momento de que no iba a subir los impuestos ni a la case media ni a la clase trabajadora». Sin embargo, el Ejecutivo rechaza la propuesta de Podemos de subir el IRPF a las rentas entre 60.000 y 150.000 euros.

Aunque Montero indique que «se están produciendo avances», la subida del IRPF que proponen tiene pocas posibilidades de continuar adelante ante un Congreso tan fragmentado y con tan poca representación parlamentaria. Desde el PDeCAT advirtieron que la formación no es partidaria de subir el IRPF.