Terrorismo
España se mantiene alerta ante la posible llegada de yihadistas mezclados con los inmigrantes
Una orden del Estado Islámico a sus militantes de dirigirse a Europa "a través de sus costas" aconseja reforzar las medidas de seguridad
“Oh caballeros del Islam en África, preparaos para los cruzados toda la fuerza que podáis, y llenad vuestra fuerza con fe y conocimiento, porque eso invita al éxito y dirige el camino. ¡Que Dios proteja vuestros caminos, conserve vuestra lucha y os ayude a llevarla y entregarla fielmente hasta las costas de Europa, invadiéndola, disipando su seguridad y convirtiendo sus calles y capitales en nuevos “Ituri” y “Cabo Delgado” (zonas del Congo y Mozambique especialmente castigadas por el Estado Islámico)”.
Tal y como ha venido informando LA RAZÓN, esta es la orden que el Estado Islámico (Daesh, Isis) ha dado a sus yihadistas, en la que no puede ignorarse el hecho de que la llegada al Viejo Continente debe hacerse a través de las “costas”. Expertos consultados por LA RAZÓN informan de que ya existen controles para tratar de detectar la llegada de terroristas mezclados con los inmigrantes ilegales, debido a que no sería la primera vez que Daesh utiliza está vía para infiltrar a sus miembros en territorio europeo, a veces, como ocurrió con los atentados de París de 2015, con consecuencias dramáticas. En estos casos, lo mejor es contar con una información previa de los movimientos de los terroristas y la colaboración internacional funciona.
En ningún caso se trata de criminalizar al conjunto de los inmigrantes que, si se arriesgan a embarcarse en una patera, lo hacen por necesidades económicas en busca de un mundo mejor.
Hace varios años, saltó la alarma cuando se detectaron los planes de la franquicia del Estado Islámico para Argelia, Jun and Kilafah, para introducir yihadistas en España con fin de perpetrar atentados no sólo en nuestro país sino también en Francia. Los terroristas llegarían mezclados entre los inmigrantes ilegales, asunto que ha suscitado la preocupación tras registrarse en los últimos días una llegada masiva a las Islas Baleares de pateras desde Argelia con unas 800 personas. Esta ruta es cada vez más utilizada por las mafias internacionales, ya que por lógicas razones geográficas, los inmigrantes no pueden ser sometidos al procedimiento de devolución en frontera, como ocurre con los marroquíes.
La labor de las Fuerzas de Seguridad, en este caso la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, ha evitado, en varias ocasiones, que los yihadistas llegados de Argelia se salieran con la suya. En abril de 2020 fue arrestado en Almería, a donde había llegado en patera, uno de los Foreign Terrorist Fighters-FTF de Daesh más buscados de Europa. Se trataba de un individuo, de nacionalidad egipcia y británica, Abdel-Majed Abdel Bary, que venía acompañado de un “guardaespaldas” y de otro individuo para realizar labores de logística (apellidados Siddiki y Chollouah), todos con documentación falsa.
A principios de 2020, prepararon su llegada a España desde Argelia con la finalidad de mantener operativa la célula del Estado Islámico a la que pertenecían, y organizar el modo de llegar a Europa por las costas españolas. Utilizaron embarcaciones habituales de la inmigración ilegal controlados por las mafias y viajaron la noche del 13 al 14 de abril de 2020, llegando a las costas del cabo de Gata, en Almería, donde fueron detectados y posteriormente detenidos.
El paso por Italia del terrorista tunecino Brahim Aoussaoui, que asesinó a tres personas en la Basílica de Nuestra Señora de Niza en octubre de 2020 es otro ejemplo de utilización de la inmigración como medio de infiltración. Llegó a Europa vía Lampedusa, la isla más meridional de Sicilia y en la cual desembarcaban la mayoría de migrantes que llegaban a Italia desde Libia.
Con ser graves los casos anteriores, los más llamativos, por las sangrientas consecuencias, fueron los relacionados con los atentados de París de 2015. La noche de las acciones criminales se descubrieron fragmentos de falsos pasaportes sirios cerca de los cuerpos de dos de los tres atacantes suicidas en el Estadio de Francia. Ambos, de nacionalidad iraquí, llegaron a Europa a través de la isla griega de Leros el 3 de octubre de ese año en un grupo de 198 inmigrantes.
En ese mismo grupo de migrantes irregulares, la policía identificó al argelino Adel Haddadi y al paquistaní Muhammad Usman, que fueron encarcelados brevemente a su llegada a Grecia. Ambos fueron confinados en un albergue de Austria en virtud de un mandato de detención europeo . Durante el interrogatorio, reconocieron que el grupo Estado Islámico (EI) los envió a Francia para una misión suicida.
Los investigadores descubrieron que la mayoría de los miembros del comando yihadista llegaron a Europa desde Siria haciéndose pasar por refugiados. Su recorrido fue a menudo el mismo. Gracias a falsos pasaportes sirios, llegaron a Grecia, atravesaron en coches alquilados Hungría, Austria y Alemania o los Balcanes hasta llegar a Bélgica.