El Estado Islámico, que asesina a diario, publica en español un cartel en el que advierte de los peligros del pecado

"Los pecados dejan efectos perturbadores y dañinos en el cuerpo y en el alma que tienen consecuencias tanto en este mundo como en el más allá". Es Estado Islámico (Daesh, Isis) publica en sus redes, a través de "La Voz de Al Andalus", un panfleto en el que sus autores advierten de los peligros de cometer pecados, entre los que, lógicamente, no incluyen los crímenes que perpetran a diario en distintas partes del mundo.

El panfleto va en la línea de los ordenado por el portavoz de la banda yihadista en el sentido de utilizar al máximo las redes sociales: Tenéis un gran archivo de herencia visual, escrita y de audio del Estado Islámico, así que haced esfuerzos para subirlo, traducirlo y transmitirlo a través de Internet, que no está menos ocupado luchando contra vosotros. Moved a

la gente de falsedad a los márgenes difundiendo dirección y buena provisión, repeliendo sus sospechas con la verdad y nada más; apoyad la Sharía con la Sharía y la Sunna con la Sunna (..) vosotros sois los mensajeros del mensaje, y esta es su tarea principal en el campo de los medios de apoyo. Por lo tanto, no lo reemplazad con otra cosa que no sea movilizar a los campos de batalla".

Isis tiene comprobados los resultados que les ofrece la utilización de los espacios cibernéticos para adoctrinar a personas vulnerables, en especial a los jóvenes y los menores, con el finde que se conviertan en actores, "lobos", solitarios que cometan atentados en occidente. La labor de los "ciberpatrulladores" de las Fuerzas de Seguridad ha evitado y evita numerosas acciones criminales con previsibles consecuencias fatales.

En este caso, Daesh explica los consecuencias de caer en el pecado: "privación del conocimiento; aislamiento;; alineación; retirada de bendiciones; oscuridad en el corazón; debilidad en el cuerpo, la oscuridad; impide la obediencia; y acortan la vida".

Lástima que el asesinato, el robo, la destrucción de los bienes ajenos no formen parte de los pecados, lo que convierte al yihadismo en peligro creciente contra el que hay que luchar todos los días.