Cerco judicial al PSOE

Feijóo anticipa que Sánchez acabará en el Supremo

El líder popular mira a los socios: «Allá de quien quiera seguir sosteniendo el engaño y la corrupción»

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante un acto por el Día del Afiliado del PP de Aragón en el Parque de Atracciones, a 25 de octubre de 2025, en Zaragoza, Aragón (España). El Partido Popular de Aragón organiza esta cita anual para reunirse con sus afiliados en un ambiente festivo. 25 OCTUBRE 2025;PARTIDO POLÍTICO;PARTIDO POPULAR Ramón Comet / Europa Press 25/10/2025
Feijóo interviene en el Día del Afiliado del PP de Aragón (Zaragoza)Ramón CometEuropa Press

Contragolpe del Partido Popular. Por primera vez en la historia de la democracia, un presidente del Gobierno en activo se sentará ante una comisión de investigación parlamentaria relacionada con la corrupción. Era un comodín que Alberto Núñez Feijóo se guardaba con celo desde hacía más de un año y medio. Finalmente, decidió utilizarlo en cuanto la UCO publicó un informe en el que aparecían sobres con el logo del puño y la rosa y fajos de billetes en su interior.

Los indicios que han ido arrojando la investigación judicial del «caso Koldo» llevaban a los principales mandos populares a concluir que, tarde o temprano, acabaría apareciendo una «pistola humeante» que demostrase que en tiempos de José Luis Ábalos y Santos Cerdán hubo «financiación ilegal» en el PSOE. Bastaron una fotografía y una serie de palabras: «Soles, folios, chistorras...», y el líder popular activó la citación de Pedro Sánchez en el Senado, que se la anunció en un debate parlamentario. «Ánimo Alberto», respondió este con desdén.

Una reacción desairada que irritó más a un Feijóo que, ayer, a escasos días del «tercer grado» de Sánchez en el Senado, compartía su particular pronóstico. «Si miente, irá a los juzgados y si dice la verdad, también». Así se expresó durante un acto de partido celebrado en Zaragoza, en el que también participaron la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón.

«Que escoja bien de las tres opciones: decir la verdad, mentir o no responder, y que escoja bien porque no va a huir eternamente. Antes o después tendrá que confesar, antes o después tendrá que pagar y antes o después tendrá que irse. Seguro hay que pagar lo que has hecho, hay que confesar lo que has hecho y tendrás que irte», sentenció en su arenga.

Una vez más, señaló lo excepcional de la situación de Sánchez. «Nunca» antes, en España ni siquiera en un país europeo, un jefe del Ejecutivo en activo había tenido que contestar «por más corrupción de la que tendrá que contestar el señor Sánchez». Y, para que no le pille por sorpresa el interrogatorio de la próxima semana, le advirtió que los senadores –o senador– de su partido le harán «todas las preguntas que no le formulan los periodistas a los que da entrevistas... y todas las que le formularían aquellos a los que no atiende».

Sobre el eco del sonado lapsus de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, el pasado martes durante la sesión control en el Senado, «todavía queda Gobierno de la corrupción para rato», Feijóo ironizó: «Por una vez que no nos mienten, hay que agradecérselo». También tuvo palabras para los socios de Sánchez, ahora en vilo con la posible ruptura anunciada por Junts. «Allá de quien quiera seguir sosteniendo el engaño y la corrupción. Quien quiera mantener lo que hay, que busque excusas. Porque no podrá convencer ni a los que confían actualmente en ellos».

Como publicó ayer LA RAZÓN, el PP desconfía de los «cantos de sirenas» de Puigdemont, que ha hecho saber que no descarta apoyar una moción de censura encabezada por un candidato independiente y con el único objetivo de convocar elecciones. Para Génova se trata de «política ficción». La única vía, por tanto, sería la de una censura liderada por Feijóo.

En otro orden de cosas, también se quiso referir –eso sí, de manera velada– a Vox, que precisamente en Aragón ha decidido complicar, y de qué manera, la aprobación de los Presupuestos autonómicos del próximo año. Hasta el punto de que el bloqueo podría forzar un adelanto electoral que, a diferencia de en Extremadura, los populares no desean que se produzca.

«No me voy a equivocar nunca de adversario: el adversario es el Gobierno de la corrupción. No me voy a equivocar de prioridad: mi prioridad es servir a la gente. Y no me voy a equivocar de objetivo: el objetivo es el cambio del Gobierno de España». La tesis: que Abascal le ataca más a él que a Sánchez.