Corrupción

Sánchez en el 'banquillo' del Senado: Feijóo cruza otro "límite" en su estrategia por la corrupción

El presidente del Gobierno acudirá a la Cámara Alta después de la declaración de Ábalos y Koldo en el Tribunal Supremo y antes del juicio al fiscal general

Era otra bala que daba vueltas en un cajón de Génova desde hacía tiempo. Concretamente, desde mayo de 2024, cuando el PP incluyó a Pedro Sánchez en el listado de la comisión de investigación del Senado que pone la lupa sobre el 'caso Koldo' y otros escándalos de corrupción que salpican a su Gobierno, su partido PSOE y su entorno familiar.

Finalmente, un año y medio después, el presidente del PP ha introducido la bala en el revólver. "Es el momento", apuntaban en la dirección popular minutos después de comunicárselo Feijóo a Sánchez durante la sesión de control. "Está tan pringado como todo su entorno", le espetó. Y ante el silencio del presidente por las preguntas sobre corrupción que le lanzó a raíz del último informe de la UCO: "Se acabó la huida".

Lo cierto es que nunca antes un presidente en ejercicio ha acudido a una comisión de investigación parlamentaria. Como reconocen distintos dirigentes populares, se trata de "un límite" que Sánchez "se ha ganado a pulso" por llevar años saltándose algunas reglas no escritas que solían regir a la vida pública en nuestro país. "Romper la institucionalidad, te lleva por delante".

La primera vez que acudió un presidente del Gobierno a una comisión parlamentaria fue en 2006, por el 11-M. Le tocó a José María Aznar, ya retirado. Aunque también lo hizo Zapatero, que estaba en Moncloa, para equilibrar. Después, llegó Sánchez. Y permitió "que los expresidentes del PP pasen por el Congreso y varias veces".

De ahí que Feijóo ahora no tenga ningún reparo en forzar la imagen de Sánchez sentado en el "banquillo" de la Cámara Alta. Un fortín que, con su mayoría absoluta, le permite centrar el tiro por un flanco que debilita, y mucho, a su adversario: la corrupción.

Desde el lunes, el PP no aborda otra temática. Las recientes novedades judiciales, especialmente la imagen de un sobre del PSOE con fajos de dinero en su interior, han hecho cambiar el rumbo de la formación, que piensa que todavía queda mucho por salir y redobla la oposición para forzar el desgaste mayor en las filas socialistas.

Según puntualizan en la cúpula, Sánchez "comparecerá en la comisión de investigación del Senado en octubre". Lo hará, "después de que declaren en el Supremo Koldo y Ábalos y antes de que sea juzgado en noviembre el fiscal general del Estado". Desde hace tiempo, el PP alienta la tesis de un "otoño caliente" con un rosario de informes, citaciones y autos judiciales.

En el debate de hoy, Feijóo recuperó los negocios familiares de Sánchez para atacarle: "Decía que su hermano y su mujer son inocentes y tienen 8 delitos investigados; que Ábalos es una buena persona y se sentará en el banquillo del Supremo; que Santos es un buen socialista y está en la cárcel desde julio; que quería abolir la prostitución y usted ha vivido de ella".

Cuando trascendió la imputación de Begoña Gómez, el líder popular, en primera persona, no quiso asumir las críticas. Después, vista la actitud de Sánchez, hizo propia la denuncia. Ya en verano, con el último secretario de Organización del PSOE en prisión, traspasó otra línea roja que se le resistía: los negocios del suegro de Sánchez. Con la citación en el Senado, escala un peldaño más en su ofensiva.

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