PP

Feijóo descarta actos de campaña con Casado por "incompatibilidad" laboral

El líder del PP "normaliza" su encuentro con su predecesor en el cargo tras las especulaciones un año después de la crisis del partido

Alberto Núñez Feijóo ha querido evitar reabrir heridas del pasado tras su comida con Pablo Casado y ha cerrado prácticamente todas las puertas a que su predecesor participe en actos de campaña del PP. El presidente de los populares ha aducido que la actividad profesional que está desempeñando ahora Casado en el sector privado (en un fondo de inversión dedicado a temas de defensa y ciberseguridad) es "incompatible" con la actividad política y, por ello, ha alejado toda opción de una fotografía juntos en público durante la campaña electoral.

En una visita al municipio de Daimiel a la empresa García Carrión, en Ciudad Real, Feijóo ha querido cerrar toda especulación sobre si la relación con Casado puede ir a más pese a que mantienen un contacto fluido y cordial y ha asegurado que no tiene "mala conciencia" por haberle relevado porque el cambio se produjo en un Congreso "democrático de un partido democrático". Y, en este sentido, ha querido "normalizar" el encuentro de ayer porque "hablar con exdirigentes del partido" no está prohibido. "Yo hablo con todos los exdirigentes de mi partido", ha señalado, sin voluntad de "ocultar" nada. "Está enfocado y centrado en una actividad profesional y esa actividad profesional, según me ha dicho, no es compatible con la actividad política, cosa que entiendo y además me parece razonable e inteligente", ha dicho Feijóo, sobre Casado.

La comida entre Casado y Feijóo es una cuestión delicada porque el antiguo líder del PP tuvo que abandonar el partido tras un enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso, que tiene unos índices de popularidad muy elevados y cualquier punto de fricción con ella puede restar y desgastar a cualquier dirigente del partido. La comida, además, se ha producido justo un año después de la crisis, por lo que la fecha también tiene simbolismo.

Feijóo se ha desplazado a Daimiel también para hablar del sector agroalimentario, en boga por el crecimiento de los precios. En este sentido, el líder popular ha atribuido el aumento de los precios en alimentación "al incremento de impuestos al sector primario" y no a las cadenas de distribución, que Podemos sitúa en el punto de mira con una "campaña de desprestigio". En este sentido, ha pedido al Gobierno que se siente "con el sector agroalimentario para analizar el origen de la subida de precios y ajustar los costes en toda la cadena de distribución, en lugar de demonizarlo".

"Hoy no me he encontrado con especuladores, capitalistas ni saqueadores sino con personas que crean más de 2.000 empleos y que compran productos españoles a más de 40.000 agricultores", ha señalado, antes de criticar también el tope al gas porque tiene como consecuencia una "subvención" de 1.500 millones de euros a Francia y Portugal que paga España.