Presión

Feijóo salta a la calle bajo el grito «no mafia, sí democracia»

El presidente del PP convoca a la ciudadanía a una manifestación el próximo 8 de junio contra el Gobierno bajo el lema "Mafia o democracia"

Ofensiva en las instituciones, ante la Justicia y también en las calles. Pasar de las palabras a la acción. El PP se activa frente a la pasividad con la que los socios reaccionan ante las informaciones que ya apuntalan las cloacas del PSOE.

El PP está preparado para desplegar una respuesta contundente y el primer paso es el de agitar la calle. El domingo 8 de junio espera reunir en la Plaza de España de Madrid a las 11 a una mayoría ciudadana que «alce la voz» y que se posicione en contra de la «decadencia, de los escándalos y de la corrupción», tal y como anunció ayer el presidente popular en una comparecencia desde la sede de su partido, sin preguntas. Es la forma con la que el PP quiere evidenciar que la ciudadanía no respalda a Pedro Sánchez. Será para el partido una prueba fotográfica poderosa de que los españoles «rechazan a un Gobierno que ataca a jueces, fiscales y a la Guardia Civil». Sobre todo, se trata de una medida de presión al Ejecutivo ante su negativa a convocar elecciones.

"Llenar las calles"

Alberto Núñez Feijóo pidió a los ciudadanos una respuesta contundente ante lo que definió como una «trama para intentar tapar la corrupción con chantajes y amenazas mafiosas», en referencia a la fontanera que maniobraba para desactivar a la UCO. «A la espera de las urnas, llenemos las calles». De esta manera, Feijóo espera canalizar el malestar social existente ante las informaciones que asfixian al Gobierno. El líder de la oposición quiso advertir a Sánchez de que «cuanto más se resista (a convocar elecciones), más será la humillación con la que se irá». Según denunció, la trama de corrupción solo saldrá de la Moncloa cuando de ella se vaya.

La otra parte de la estrategia del PP es la de provocar a los socios del Gobierno. Redoblar la presión, porque en sus manos, está Sánchez. Es por eso que Feijóo dibujó un escenario de caos total ante el fango socialista que está aflorando. Se posicionó como el único político que con contundencia eleva la voz frente al escándalo. Denunció que no se puede «ignorar» el estado de «putrefacción» al que somete el Ejecutivo al país y que «la degradación es total», ante la publicación de unos nuevos audios que confirmarían que el presidente Pedro Sánchez estaba al tanto de los movimientos en la sombra contra la UCO.

Así, bajo el lema de «Democracia o mafia», el presidente del PP dio a elegir a los socios de Pedro Sánchez, en un momento en el que empiezan a reconocer su malestar en público. También volvió a ofrecer a los grupos parlamentarios que sustentan al PSOE en el Congreso de los Diputados la posibilidad de presentar una moción de censura contra el Gobierno. El líder popular trató de presionar al PNV y Junts, principalmente, al denunciar que Sánchez «está rodeado de corrupción». Un guiño dirigido precisamente a los partidos que hace siete años hicieron posible con sus votos una moción de censura contra Mariano Rajoy. A su juicio, si estoos partidos fuesen «consecuentes», deberían hacerlo mismo ahora. «Si no (la apoyan), les arrastrará (la corrupción)». Feijóo, sin embargo, deja la pelota en las manos de Carles Puigdemont (Junts) o de Aitor Esteban (PNV). No será él quien active la moción de censura si no tiene asegurada la victoria. Y es que en la dirección nacional están convencidos de que sus socios no romperán filas con Pedro Sánchez.

Ahora mismo las relaciones con PNV y Junts no atraviesan un buen momento. Ambos partidos reprochan al Partido Popular que «maniobrara» en Europa para que el catalán, el euskera y el gallego no sean lenguas oficiales. El Gobierno sabe que el PP no tiene los votos y ayer respondió acusando a los populares de crear una «trama falsa» contra ellos. Así, Feijóo no tiene intención –en estos momentos– de descolgar el teléfono para testar sus apoyos. Tampoco ha recibido, hasta el cierre de esta edición, ningún mensaje de los aliados. Vox, por ejemplo, antepone sus discrepancias con el PP a la fuerza para responder contundentemente frente a Sánchez y rechaza acudir a la concentración. Sí exige a Feijóo que presente la moción.

La concentración es también una prueba de fuego para el propio PP, que fía su estrategia de oposición a obtener un gran éxito el próximo domingo día 8. Es decir, a conseguir que quede en evidencia el desprecio de los ciudadanos a las «prácticas mafiosas» del PSOE. «Un país de trabajadores no se merece a tantos sin vergüenza», alentó. Será la sexta manifestación que el PP convoca con Feijóo al frente. Una concentración para la que el PP ya ha ido telefoneando a sus territorios. El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ya han reservado la fecha. Se espera también la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entre otros.

Como tercera vía de la ofensiva contra el Gobierno siguen reservándose la carta de llamar a Pedro Sánchez a la comisión de investigación del «caso Koldo» en el Senado. En la dirección del PP están convencidos de que todavía quedan «más trapos sucios» y es por eso que no quieren «gastar» esta carta todavía. Feijóo asegura que no está cómodo con esta «degradación» de la política.