De oposición a Alternativa
Feijóo propone un "visado por puntos" para vetar la entrada a inmigrantes de países que no luchan contra las mafias
El líder del PP desvela otra medida de su plan migratorio y critica la postura de Sánchez y Abascal: "El migrante, ni es una víctima como dice el PSOE, ni es un delincuente por defecto como dice Vox"
El auditorio, en pie, despidió a un enardecido Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, que clamó: "Si votas a Alberto Núñez Feijóo, la inmigración se arregla". Minutos antes, todos los barones del Partido Popular, ante la mirada de su líder, habían firmado sobre las tablas del Teatro Circo de Murcia una tercera declaración programática. Son los frutos del tercer "retiro" que han mantenido. Un encierro desde el pasado viernes hasta la mañana de este domingo. Esta vez, en un punto clave de la geografía para la derecha española, donde a base de denunciar la inmigración ilegal y el abandono de la agricultura, Vox ha cosechado sus mejores resultados.
La recuperación del partido verde preocupa en Génova. De ahí, la elección del lugar donde empezar a esbozar un plan migratorio que será capital en la estrategia del partido a partir de ahora y que contendrá medidas como la desvelada hoy por Feijóo: un "nuevo visado por puntos", en la senda del implementado en países como Australia, Canadá o el Reino Unido, "que prime la entrada de quien quiere trabajar en los sectores donde hay falta de mano de obra".
Este visado priorizará a "quien conoce mejor nuestra cultura y tiene mayor capacidad de integración". Además, "computará el compromiso de países de origen" con una "política migratoria" similar a la que se aplica en nuestro territorio. "Si nos ayudan, serán recompensados. Si incentivan el desorden, no". Es decir: "No tendrán visado las personas que vengan de los países que no se comprometan a mantener el orden". Fuentes de Génova puntualizan: si los países de origen luchan contra las mafias, habrá facilidades pará regular el tránsito de personas. De lo contrario, habrá barreras.
La inmigración, explicó Núñez Feijóo en su discurso, "es un desafío, sí, porque se ha descontrolado". Con la intención de endurecer el posicionamiento del PP, pero sin perder de vista el centro, señaló: "Cuando algo se descontrola hay que encararlo, afrontarlo. La inmigración ilegal es un desafío que hay que afrontar, para empezar, por el bien de las miles de personas que mueren en el mar engañadas por las mafias".
La premisa, por tanto, es "no cerrar los ojos ante esta realidad por un mínimo de humanidad". Y la estrategia entronca con una realidad demoscópica: "Para la mayoría de los españoles, es una de sus preocupaciones". Frente a un Gobierno que "trata a los migrantes como moneda de cambio" y que no pone plantea ninguna solución, el PP traza su camino. "No vamos a renunciar a controlar nuestras fronteras, es la soberanía de una nación. La inmigración bien gestionada es una oportunidad, mal gestionada es una fuente de división y precariedad", resumió Feijóo.
Dardos a Vox
En su discurso, cargó contra las tesis de Pedro Sánchez... y contra las de Santiago Abascal. Un punto intermedio. "Cada inmigrante debe ser tratado como ciudadano responsable de sus actos, con derechos y deberes. Ni es una víctima, como dice el PSOE, ni es un delincuente por defecto, como dice Vox". Los principios por los que apuesta su partido y que han recibido el visto bueno de los presidentes autonómicos, son: "Orden y cumplir la ley". Una vez más, insistió en la idea de dar puerta a "los migrantes que no cumplen la ley". Y a poner punto final al "efecto llamada", limitando su acceso a los servicios públicos.
Antes de entrar en harina, Feijóo hizo una radiografía del panorama actual. Disparó como pocas veces a su derecha. Con los problemas de España, remarcó, no se acaba "pataleando ni hiperventilando, se acaba trabajando y poniendo soluciones posibles encima de la mesa". El "desastre" generado por el Gobierno, por la inseguridad y la inmigración, no encontrará salida en "los que han renunciado a cambiar algo cuando tuvieron oportunidad de estar en los gobiernos". Y un reproche más a Vox: haber "construido una pinza" con el PSOE para "intentar volarlo todo".
Por tanto, "la única alternativa que tiene el Estado, la única opción de futuro de la política española"... es el PP. "Lo que está pasando en España no es normal, no había ocurrido nunca". Feijóo enumeró la gestión de su rival, la falta de propuestas, la debilidad parlamentaria. "El Gobierno genera tensiones porque carece de soluciones". Mencionó los últimos escándalos: el fallo de las pulseras telemáticas. "El mismo Sánchez que pide clemencia para su mujer no ha tenido ni una palabra de disculpa para las mujeres que ha desprotegido". El caos ferroviario, "termómetro de la inoperancia del Gobierno".
Además de la inmigración, lanzó propuestas para construir "más viviendas" y atajar un problema estructural que afecta, sobre todo, a los jóvenes. Para luchar contra la okupación ilegal. Para bajar los impuestos. Para atajar la sequía, que tanto castiga al mundo rural, con un anuncio novedoso: un Plan Nacional del Agua que recupera los trasvases. "40.000 millones de euros para acabar de una vez con tierras secas que necesitan simplemente el agua de donde sobra, en las tierras húmedas".
Rodeado de sus barones, el presidente del PP presumió de "unidad". Puro contraste con Sánchez. "Imaginaos que hace una reunión con sus barones, habría tres sillas", bromeó para risotada del respetable. De la corrupción y el rosario de investigaciones judiciales que cercan a la Moncloa: un vaticinio. "Sánchez va a acabar mal, no tengo ninguna duda". Sobre el plantón que su esposa, Begoña Gómez, dio ayer al juez peinado: "Quien nada tiene que ocultar, no se esconde". Y un dardo final a los socios: "¿Querrán acabar peor que él?".