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Música

Éxito, caída y redención: las siete vidas de Cat Stevens

El legendario cantautor repasa vida y carrera en una autobiografía y un nuevo recopilatorio que profundizan en su excepcional aventura

Cat Stevens
Cat StevensGTRES

De alguna manera, y evocando aquel éxito de Al Stewart, este probable sea el año del gato. Una nueva autobiografía y un generoso recopilatorio permiten profundizar de nuevo en la figura de un músico único que vivió siete vidas en las que hubo de todo, quemando todas las etapas que van del éxito al fracaso en un fascinante viaje de ida y vuelta. Es la historia de Cat Stevens, un hombre que vino, se fue y volvió. Un superviviente convertido ya en leyenda y todavía uno de los cantautores más influyentes de la historia, reivindicado siempre por cada nueva generación. «Cat on the Road to Findout» es su nueva autobiografía y se anuncia como «un extraordinario viaje conmovedor a través de los triunfos, las dificultades y la búsqueda trascendental de una de las figuras musicales más enigmáticas de nuestro tiempo». Además, acaba de aparecer una recopilación -en su versión simple o más extendida- con canciones que van desde su debut en 1968 con «Matthew & Son» hasta su más reciente y excelente «King of a Land». Y siete vidas que contar...

1. De la infancia al aprendizaje

Steven Demetre Georgiou nació el 21 de julio de 1948 en Londres. Stavros Georgiou e Ingrid Wickman eran dueños y regentaban el restaurante Moulin Rouge, encima del cual vivía la familia, pero la inclinación del pequeño Georgiou fue otra. Aprendió a tocar el piano en casa de su familia, asimilando acordes de forma autodidacta. una infancia poco excepcional realmente. A los 15 años, le pidió a su padre que le comprara su primera guitarra y comenzó a componer canciones. También se estrellaría contra la realidad social y el acoso en la escuela hacia quien es diferente. Siempre supo que tenía talento y encontraría el coraje suficiente para abandonar los estudios y confiar en su instinto. Su hermano movería las primeras maquetas a mediados de los 60, incluida «The First Cut is the Deepest», hasta llamar la atención del productor discográfico Mike Hurst, quien lo ficharía por Deram Records, subsello de la potente Decca Records. Ahí nacería el nombre (y el hombre) llamado Cat Stevens.

2. Las primeras canciones

Por aquel entonces, Cat Stevens era una máquina de componer. Y lejos de imitar a los cantautores del momento, con Bob Dylan a la cabeza, desde bien temprano demostraría que tenía un sello de originalidad especial, capaz de conjugar como pocos el folk, el pop, la música clásica, las canciones infantiles, los musicales y hasta la psicodelia. «I Love My Dog», de 1966, sería su primer sencillo, de cierto impacto, el adelanto de su primer álbum: «Matthew and Son», de 1967. Había nacido una estrella. Aquel disco alcanzaría el top 10 de las listas del Reino Unido, aupando al sencillo homónimo alcanzando el número dos. Aquel año se iría de gira junto a un tal Jimi Hendrix y grabaría su segundo álbum, «New Masters». Eran otros tiempos, realmente veloces.

3. El comienzo de las tormentas

Cat Stevens ya tenía todo preparado para publicar la continuación, pero llegaría su siguiente baño de realidad: los productores rechazarían las nuevas canciones al no considerarlas comerciales. Una decepción que derivaría en depresión. Su tratamiento: beberse una botella de vodka diaria. Lo siguiente: tuberculosis. Para cuando buscó atención médica, la enfermedad ya estaba en una etapa avanzada y tenía un colapso pulmonar. Pasaría hospitalizado varios meses con un año más en rehabilitación. De ahí no solo nacerían fascinantes canciones, sino un renovado interés por la religión, la meditación y el yoga. «Inmediatamente quedé apartado de la escena musical y encontré tiempo y espacio para reflexionar y decidir un poco más sobre mi futuro. Y uno de los objetivos que me fijé fue descubrir un poco más sobre La Verdad. Era una aventura espiritual arquetípica. Y me uní a ella», recordaría.

4. El estrellato

Una vez recuperado por completo, Cat Stevens lograría deshacerse de su contrato para firmar para Island. Allí encontraría la libertad para grabar la música que tenía en su cabeza. Estaba en el sitio adecuado en el momento justo: «El panorama había cambiado en los setenta. Era una nueva era y la estábamos definiendo. Y los cantantes y poetas, en cierto sentido, representan el alma de una generación». El delicado «Mona Bone Jakon» sería el preludio de uno de esos discos que nunca se olvidan: «Tea for the Tillerman». Una pieza de artesanía y todavía hoy considerado como una cumbre de la canción de autor con sencillos como «Wild World», «Father and Son» y «Hard Headed Woman». Su siguiente álbum, "Teaser and the Firecat" (1971), catapultaría a Cat Stevens al estrellato mundial con éxitos como «Moonshadow», «Morning Has Broken» y «Peace Train». Y tocaba en estadios para 20.000 personas mientras el dinero entraba y salía a espuertas. Solo que no estaba preparado.

5. Una ola hacia el Islam

Y llegó 1975. Cat Stevens vivía como un rey en la exclusiva Malibú, rodeado de vinos, rosas y oros. Bañado en todo tipo de placeres, una tarde decidió sumergirse entre olas agitadas. Lo siguiente que supo es que, arrastrado mar adentro por la corriente, luchaba por su vida. «No tenía ningún control. Estaba a punto de ahogarme. Vi mi vida desaparecer ante mis ojos», recordaría. Temiendo morir, rogó a Dios que le salvara la vida a cambio de abandonar su hedonismo y dedicar el resto de sus vida al servicio del Todopoderoso. Gritó «¡Dios!». Y fue escuchado. «En el fondo, siempre había tenido fe en la presencia de Dios, aunque no entendía cómo acercarme a él. Y recibí una respuesta. Y la respuesta fue devolverme la vida y prepararme para hacer algo un poco más auténtico con ella». Aquella experiencia lo impactaría profundamente, sometiéndole a un largo tiempo de reflexión y búsqueda. Servir a alguien... ¿pero a quién? La respuesta llegaría en 1977, cuando su hermano le entregó una copia del Corán. No tardaría en acudir a la llamada del Islam.

6. Nace Yusuf Islam

En 1978, fascinado por el personaje bíblico José, Cat Stevens cambiaría su nombre a Yusuf Islam, preludio de su ruptura más violenta. Adiós a la música. Probablemente la despedida más drástica de la historia de la canción. Subastó sus guitarras con fines benéficos, formó una familia, se entregó por completo a la lectura de los libros sagrados, cambió su nombre, cambió su ropa, cambió su país, cambió su alma. Comenzaría una plena dedicación a la filantropía y también empezaría a producir música educativa de temática islámica. Y hasta grabaría un álbum recitado, «La vida del último profeta» (1995), con la historia del profeta Mahoma.

7. El regreso

No sería hasta 2006, 18 años después, cuando Yusuf Islam volvería a hacer música más ortodoxa, si se permite la expresión. Más sencillo: un álbum de pop. Para ello se rebautizaría como Yusuf/Cat Stevens y lanzaría su duodécimo álbum de estudio, «An Other Cup». Y poco a poco iría recuperando el viejo hábito de las composiciones y las giras. Así hasta llegar a su decimoséptimo álbum, «King of a Land», conciertos en grandes festivales y la escritura de una autobiografía que en realidad es la de siete hombres y sus vidas. «Aún queda en mí algo de armonía», proclama victorioso desde la atalaya de la canción.

Una odisea de las buenas

►Su autobiografía promete ser todo un acontecimiento literario para los amantes de la música y la cultura. Su texto introductorio reza así: «He emprendido un viaje asombroso, que comenzó en las estrechas calles de Londres y me llevó a través de las ciudades más emblemáticas para actuar en el gran escenario de la cultura occidental, ascendiendo a las vertiginosas alturas de la riqueza, el reconocimiento y las cumbres artísticas; explorando libremente una vasta gama de religiones y filosofías, recorriendo iglesias y templos, hasta llegar a la Sagrada Morada en Jerusalén —ignorando mitos y advertencias– y cruzando las inquietantes tierras desérticas para llegar a la Casa del Dios Único en la Arabia Abrahámica. Lo que finalmente elevó mi perspectiva fue un Libro luminoso que conectó a la perfección mis pensamientos y creencias con la naturaleza humana. Me enseñó la Unidad, mi lugar y mi propósito en el universo». Una odisea de las buenas, una vida con muchas glorias y varias miserias.