
Estrategia del PP
Feijóo se recluirá con sus barones en el fortín de Vox
La disputa en la derecha. El líder popular elige la ciudad de Murcia para una cumbre que estará centrada en la crisis migratoria y en el crecimiento del partido de Abascal ante el nuevo ciclo electoral

La fecha ya estaba fijada en el almanaque: el último fin de semana de septiembre. Tal y como adelantó en exclusiva LA RAZÓN. Ahora, también figura el punto de encuentro: la ciudad de Murcia. Capital del fortín de Vox. En la región ha cosechado sus mejores resultados desde que irrumpió en la vida pública. En las autonómicas de 2023 logró un 17,8% de los votos. En las generales escaló hasta el 21,8%.
Ahora, Alberto Núñez Feijóo, según ha podido saber este diario por fuentes de su entorno, ha elegido este enclave, estratégico en la derecha española, para celebrar el tercer «retiro» con sus barones, que estará centrado, sobre todo, en la crisis migratoria. Un movimiento que tiene especial trascendencia por el momento actual: con la formación de Santiago Abascal en plena primavera demoscópica, impulsado, entre otras cosas, por su discurso contra la llegada de inmigrantes ilegales. La tendencia empieza a preocupar en Génova, donde quieren poner un torniquete a la hemorragia de electores por estribor.
Hace unas semanas, el secretario general, Miguel Tellado, telefoneó a los presidentes autonómicos para pedirles que bloquearan su agenda los días 26, 27 y 28 de este mes. Como suele ser habitual en el politburó gallego, no dio detalles del lugar de la cita. Entre otras cosas, porque no estaba claro. Había dudas de si llevar la cumbre a uno de los territorios que celebrarán elecciones en los próximos meses –Castilla y León y Andalucía– o si, por el contrario, convenía organizarla en un sitio que, en sí mismo, lanzara un mensaje al personal. «Dependerá de la temática que queramos tratar», avanzaba recientemente un destacado dirigente de la cúpula.
Finalmente, Feijóo ha optado por lo segundo. En 48 horas y en una comunidad cuya sociología aporta muchas de las claves de lo que ocurre hoy día en el resto de España –para muestra, Jumilla o Torre Pacheco, dos nombres propios de este verano–, el presidente nacional del PP y sus mandos territoriales estudiarán la estrategia de los próximos meses, decisivos para el futuro de la nación. Apenas queda nada para el nuevo ciclo electoral. El primer asalto está previsto para marzo con las castellanoleonesas y, después, turno para las andaluzas. En junio.
La dinámica del «retiro» ya es conocida: recepción en la tarde-noche del viernes, jornada maratoniana el sábado, sin teléfonos móviles, y conclusión dominical con discursos del líder de la formación y del anfitrión de turno. Esta vez, le tocará a Fernando López Miras. También se firmará una declaración programática. Será la tercera, después de la de Córdoba, en marzo de 2024, y la de Asturias el pasado mes de enero.
Una de las fortalezas con las que cuenta el PP es su poder autonómico. La intención, por tanto, es profundizar en una España paralela a la de Pedro Sánchez, con una homogeneización de políticas que diferencie a los gobiernos autonómicos del Ejecutivo central. La gestión como contrapunto. Como carta de presentación.
Además, en el terreno ideológico, el PP busca un posicionamiento claro para cosechar una «mayoría suficiente». Esto es, diez millones de votos.
Como publicó este diario, en el equipo de Feijóo consideran que el centro «ya está conquistado» y la prioridad es no ceder terreno por la derecha. De ahí que la oposición a Sánchez se haya endurecido todavía más. Lo que resta de legislatura será una batalla sin tregua. En la cúpula popular piensan que el verdadero riesgo que corren es no responder con contundencia al PSOE. De hecho, tienen testado que, a más ataque, más crecimiento en las encuestas.
Los últimos estudios que han llegado a la planta séptima reflejan una tendencia alcista para Vox a la que algunos dirigentes no quieren dar mucha importancia. «Fuegos de artificio, la realidad electoral es mucho más compleja», opina un destacado presidente autonómico. Otro, advierte que la Moncloa juega a engordar a los de Abascal. Y la dinámica de división, empieza a dar frutos. Por eso, hay sectores que reclaman contundencia y consistencia. Nada de virajes de rumbo que despisten al votante.
En el ámbito ideológico, el monotema es la inmigración. Los menores, la libertad de culto, la llegada de personas en situación irregular. El PP diseña un plan que ofrezca una respuesta con un posicionamiento rotundo, pero intermedio, alejado del «buenismo» de la izquierda y la «xenofobia» de Vox. Otro asunto destacado en el próximo encuentro con los barones será el campo, granero de votos para Abascal. En Murcia, el sector agroganadero es capital. Y Feijóo está decidido a lanzarse por el voto rural, con otro tanto de propuestas en el horno.
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