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El fiasco de la amnistía deja al Gobierno sin mayoría en el Congreso hasta finales de febrero

La medida de gracia tiene una segunda oportunidad en la Comisión de Justicia, que tendrá previsiblemente de plazo hasta el 22 de febrero

(I-D) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Justicia, Félix Bolaños, durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 30 de enero de 2024, en Madrid (España). El Pleno del Congreso celebra una sesión extraordinaria hoy para debatir y votar el dictamen de la Comisión de Justicia a la Proposición de Ley Orgánica de amnistía para la n...
El Congreso debate y vota hoy el dictamen de comisión a la proposición de ley orgánica de amnistíaFernando SánchezEuropa Press

Toda la actividad parlamentaria del Congreso está supeditada ahora mismo a la amnistía. Sin la aprobación de la medida de gracia, el Gobierno está sin mayoría para poder llevar iniciativas parlamentarias a los Plenos y eso parece que puede dejar bastante "vacío" el orden del día de las sesiones hasta que se sepa cuál es el desenlace de la amnistía. De momento, ya se conocen los tiempos: la Comisión de Justicia tendrá 15 días, a contar desde el martes que viene, para emitir un nuevo dictamen (es decir, una propuesta de ley con o sin los cambios que exige Junts).

De esta manera, lo más probable es que el desenlace de la ley de amnistía se vaya al 22 de febrero y deje tanto el Pleno de la semana que viene (6-8 febrero) como el de la semana del 20-22 de febrero sin grandes iniciativas ya que el Gobierno es consciente de que las puede perder. De momento, en el Congreso ya figuran siete proyectos de ley del Gobierno (dos de ellos proceden de los dos decretos que se aprobaron agónicamente a principios de enero), entre los cuales está el significativo de la representación paritaria de hombres y mujeres.

En este sentido, ya se conoce el orden del día provisional del Pleno de la semana que viene (es el primer ordinario de este 2024) y, de las siete iniciativas, tan solo aparece una del PSOE, aunque es una moción (es decir, se vota, pero no es vinculante). Esa moción, con claros tintes electorales, trata sobre el "apoyo a la cadena de valor del sector del automóvil y despliegue del vehículo eléctrico y conectado de Galicia". El PP lleva tres iniciativas, de las cuales hay una que es bastante importante porque es una proposición de ley que tiene como objetivo forzar al cumplimiento del informe de 21 de abril de 2022 del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo sobre crímenes de ETA sin resolver y sus víctimas: en concreto, es una modificación de la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo. El informe del Europarlamento recogía que hay 379 asesinatos de ETA todavía sin resolver.

Habrá que ver qué vota el PSOE en esa iniciativa en un momento tan delicado por la postura que ha adoptado Junts con la amnistía. Los posconvergentes, tan solo 24 horas después del fallido Pleno, no han aparecido en la importante Comisión de Economía, donde comparecía Carlos Cuerpo (es la Comisión que puede canalizar el plan de Junts para forzar la vuelta de las empresas que se marcharon tras el referéndum ilegal del 1-O). Mientras Junts se ausentaba de la importante Comisión de Economía, la sensación que cundía entre diputados de otras formaciones que apoyan la amnistía es la de mucho malestar con los de Puigdemont por el voto en contra a la medida de gracia.

De hecho, muchos de esos diputados coinciden en señalar el voto en contra de Junts como un "error grave" y hacen referencia, básicamente, a los centenares de activistas independentistas que están pendientes de esta ley para resolver sus problemas con la Justicia. De hecho, Esquerra, durante el debate parlamentario, ya se refirió a este aspecto cuando dijo que la medida de gracia "no va de Puigdemont o Rovira", en alusión a que la ley no puede quedar solo bloqueada porque pueda dejar a los primeros espadas sin beneficio penal.

En cualquier caso, lo que apuntan todos es que se van a poner a trabajar nuevamente a partir de la semana que viene cuando se rebajen los ánimos (hay mucho enfado con la actitud de Junts), aunque también asumen que el PSOE no va a ceder a sus líneas rojas. Junts aspira a eliminar la mención del terrorismo, mientras que los socialistas se oponen por temor a las consecuencias jurídicas en Europa.