Tribunales

La Fiscalía mantiene su petición de 50 años de prisión por terrorismo para el asesino del sacristán

Según el Ministerio Público Yassine Kanjaa no tenía completamente anuladas sus facultades pese a su trastorno psicótico

MADRID, 06/10/2025.- Yassine Kanjaa, el presunto yihadista que irrumpió con un machete al grito de Alá en dos iglesias de Algeciras (Cádiz) y asesinó al sacristán Diego Valencia e hirió de gravedad al sacerdote Antonio Rodríguez el 25 de enero de 2023, en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Nacional en Madrid este lunes. EFE/ Zipi / POOL
Yassine Kanjaa, en un momento del juicio por el asesinato de Diego ValenciaZIPIAgencia EFE

La Fiscalía ha mantenido su petición de condena a 50 años de prisión a Yassine Kanjaa por el asesinato del sacristán de Algeciras Diego Valencia, que sigue considerando un acto terrorista. Así lo ha puesto de manifiesto el representante del Ministerio Fiscal en la última jornada del juicio, que ha quedado visto para sentencia. Tras la declaración de los peritos forenses el día anterior, una de las acusaciones populares, 11-M Afectados de Terrorismo, ha modificado su petición de condena y ha pedido al tribunal que le aplique una eximente completa por el trastorno psicótico, que "afectaba absolutamente a sus facultades", por lo que estaría exento de responsabilidad penal.

El fiscal Emilio Miró, sin embargo, ha insistido en que esa alteración psíquica anulaba "completamente sus facultades", por lo que sigue defendiendo la aplicación de una eximente incompleta, que no diluiría absolutamente su responsabilidad penal. Y ha recordado que la eximente completa es absolutamente "excepcional", solo en los casos en los que, ha señalado esgrimiendo la jurisprudencia del Tribunal Supremo, se acredite una "profunda perturbación" que se traduzca en una "privación absoluta de la capacidad volitiva e intelectiva".

En cuando al criterio de los forenses que declararon en el juicio, ha afirmado que "no existe coincidencia" respecto al grado en que el trastorno de Kanjaa afectaba a sus facultades en el momento de los ataques. "No hubo una postura clara y unánime" al respecto, ha reiterado respecto a lo que considera un tema "extraordinariamente complejo".

Defiende la finalidad terrorista

En todo caso, el fiscal de la Audiencia Nacional -que también se ha referido a la consulta de páginas de islamismo radical en muy breve periodo de tiempo- ha reiterado que "no hay una prueba que acredita con rotundidad" que su trastorno psicótico "anulase completamente sus facultades", aunque las tuviese "muy severamente afectadas".

El fiscal ha calificado de tentativa de asesinato terrorista la "agresión alevosa" al párroco de la iglesia de San Isidro, al que atacó "por la espalda" con el machete. En cuanto al asesinato de Diego Valencia, ha destacado que igualmente se trató de una ataque alevoso, haciendo hincapié en que a raíz de los machetazos "prácticamente le separó la cabeza del cuerpo".

En su informe final, el representante ha mantenido que "concurre la finalidad terrorista" en la actuación de Kanjaa pese a que no formara parte de ninguna organización terrorista porque su intención era provocar terror y hubo una "intencionalidad religiosa", porque eligió "centros de culto católico" y agredió a un compatriota al que consideraba "un mal musulmán" y, después, al párroco de una iglesia y al propio Diego Valencia, "al que confundió con un sacerdote".

El fiscal ha señalado que la esquizofrenia de Kanjaa "no impide la calificación de los hechos como terrorismo", al margen de que esa eximente incompleta que solicita que se le aplica "modere" su responsabilidad penal.

Acusación particular: "Sabía lo que estaba haciendo"

Por su parte, el abogado de la acusación particular ha defendido que Kanjaa "sabía lo que estaba haciendo" y ha considerado esencial su "autoadroctinamiento voluntario y consciente" previo a los ataques. Asimismo, ha expuesto que las conversaciones con su madre demuestran que existió "premeditación". Del mismo modo, ha apuntado que la fotografía en la que figura haciendo el signo de unicidad evidencia que el acusado quería "imponer el islam por la violencia".

"Era consciente de la ilicitud de los actos que quería llevar a cabo", ha asegurado en referencia a que apagó su móvil antes de los hechos y tenía escondido el machete en un falso techo. "Su capacidad volitiva no estaba anulada", ha insistido

En esa misma línea, el abogado de la Asociación Víctima del Terrorismo (AVT), Antonio Guerrero, ha puesto de relieve que resulta "obvia y clara la finalidad terroristas de los hechos", en la medida que "alteraron la paz pública". "Agrede a los que considera enemigos del islam", ha recalcado porque "trata de imponer su ideología". Al mismo tiempo, Guerrero ha calificado de "relevante" que anuncie a su madre "que va a hacer algo".

"Radicalización" islámica: "Solo tenía unos objetivos"

También la letrada de Dignidad y Justicia (DyJ), Vanessa Santiago, ha incidido en que su trastorno no es incompatible con su radicalización previa y ha defendido que -como mantuvieron los peritos de la acusación particular- sí tenía "un cierto grado de conocimiento de la realidad y por tanto la capacidad de discernir los hechos que llevó a cabo". La abogada aprecia en el acusado una "clara finalidad de atentar contra el cristianismo y causar un grave temor entre la población cristiana, y con ello una grave alteración de la paz pública" (una de las finalidades de los actos terroristas).

Vox ha mantenido igualmente su calificación terrorista de los hechos. Así lo ha trasladado al tribunal la letrada Marta Castro, para quien no hay duda de que la "radicalización islámica contundente" de Kanjaa fue "la causante del asesinato" de Diego Valencia. "Solo tenía unos objetivos", ha recalcado, lo que según su criterio exime la aplicación de cualquier circunstancia eximente, por lo que sigue reclamando que se le aplique la prisión permanente revisable.

Incluso ha admitido tener "dudas más que razonables" respecto a mantener la atenuante solicitada, tras la declaración de los peritos psiquiatras que examinaron a Kanjaa. "Había que conseguir la foto mental del acusado en el momento de los hechos", ha recalcado en relación a que lo prioritario era determinar en qué medida se estaba manifestando el grado de "cristalización" del trastorno que padecía cuando llevó a cabo esos ataques. De ahí que haya calificado de "incompletos" los informes psiquiátricos sobre Kanjaa.

Una acusación se desmarca y pide la absolución

El que se ha desmarcado del resto de acusaciones ha sido el letrado Antonio Segura, abogado de 11M Afectados de Terrorismo, al solicitar ahora que se aplique a Kanjaa una eximente completa, que eliminaría su responsabilidad penal dado el "trastorno psicótico de carácter esquizofrénico que afectaba absolutamente a sus facultades". Asimismo, la asociación de víctimas ya no advierte un objetivo "de causar terror", sino únicamente de "causar la muerte" al sacristán.

El abogado -que ha pedido el internamiento de Kanjaa en un centro psiquiátrico- ha sustentado su cambio de criterio en las conclusiones de los peritos forenses sobre la "realidad paralela" en la que vivía Kanjaa fruto de su trastorno mental que se traducía en una "ausencia de comprensión y de control". Y ha recordado que uno de esos expertos en psiquiatría apuntó que el acusado "no tenía conciencia de la ilicitud" de sus actos.

Unas conclusiones que no comparten el resto de acusaciones, entre ellas Abogados Cristianos. Su abogada, Polonia Castellanos, que también defiende la existencia de un delito de odio y de interrupción de culto. En cuanto al primero, lo considera "fundamental" porque lo vincula "directamente" con la "radicalización" de Kanjaa, que según ha recordado tras su detención afirmó que lo hizo "porque los católicos son enemigos". "Quería acabar con los sacerdotes", ha recalcado. "Es evidente la fijación que tiene con los católicos", ha destacado, antes de apuntar que "no fue un acto aislado" y que "era plenamente consciente de lo que hacía".

"No es una mera violencia terrorista, sino que tiene un evidente componente religioso", ha puesto de relieve tras subrayar su radicalización, "que descarta cualquier enfermedad mental". "No es un enfermo mental", ha defendido. "Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, y lo hacía no por una enfermedad mental, sino por su radicalización", ha añadido. "No fue un acto impulsivo. Actuó en consonancia con sus ideas yihadistas. Ejecutaba un plan ideológico".

Una actuación "coordinada y planificada

En cuanto al Obispado de Cádiz, que también ejerce la acusación, su letrado ha incidido en que Kanjaa "ha ido alterando su discurso narrativo" sobre lo sucedido, coincidiendo con la Fiscalía en que pese al trastorno que padece, "contaminado por su ideología", no tenía completamente anuladas sus facultades en el momento de cometer los hechos. Para el abogado, no hay duda de que "es un delito terrorista".

Por último, Jorge Piedrafita, abogado de Adive (Asociación Defensa Integral Víctimas Especializada), ha pedido que se condene al acusado porque considera acreditado que "era consciente" de sus actos al llevar a cabo una actuación "coordinada y planificada" que se plasmó en una actuación que ha calificado de "vil". Para el letrado, la acumulación de pruebas contra el acusado es "abrumadora".

Y respecto a la valoración de los peritos sobre el estado mental del joven marroquí, Piedrafita ha resaltado que los informes son distintos "porque los elaboran con lo que este señor les dice" sin tener en cuenta los informes policiales.

Para el abogado de Adive, el asesino de Diego Valencia tuvo "una conducta lógica como muyahidín, que es lo que se considera". "Sabe donde golpear (con el machete) para cortar la cabeza", ha destacado. De ahí que se haya posicionado en contra de aplicarle una eximente complete, alineándose en este sentido con la posición del Ministerio Fiscal. "Por la memoria de las víctimas, por la seguridad de todos solicitamos una sentencia condenatoria", ha concluido.