
Palestina
Gaza ya no sirve como cortina de humo para Sánchez
Su postura ha provocado un cisma en el Gobierno y las asociaciones y otros partidos de izquierda elevan la presión.

Cercado por la corrupción en su partido, Pedro Sánchez encontró en la causa palestina una bandera sobre la que centrarse y a la que desviar el debate. El ala socialista del Gobierno intentó, con medidas como un embargo de armas a Israel o motivando a los manifestantes de La Vuelta ciclista, canalizar parte de ese movimiento social. Ahora, sin embargo, esa cortina de humo ya no le sirve. Es más, parece jugar en su contra.
La izquierda en general, tanto a nivel de partidos políticos como en la calle, se está movilizando en una dirección muy concreta con respecto a Palestina y acusan al PSOE de tener posturas demasiado tibias. Si hace días esa presión venía únicamente desde las asociaciones más convencidas y de partidos como Podemos (la formación morada se encuentra en un momento de confrontación con Moncloa absoluta), ahora ya se ha consolidado incluso dentro del propio Consejo de Ministros.
Ayer, de madrugada, Moncloa mandó un comunicado en el que recomendaba a la Global Sumud Flotilla que lleva ayuda humanitaria a Gaza que no entrase en la zona de exclusión dictada unilateralmente por Israel y explicaba que, si lo hacía, el buque de la Armada que España ha enviado no iba a acompañarles.
Esta postura ha provocado un enorme enfado en las distintas fuerzas que conforman la coalición del Gobierno, al margen del PSOE. "La responsabilidad del Gobierno de España no es pedirles que se retiren, es protegerles si deciden seguir", explicaban fuentes de Sumar. "El Gobierno tiene la obligación de defender la legalidad internacional y de proteger y dar cobertura a la Flotilla", añadían.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, exigió también en nombre de su partido "que el buque Furor proteja y escolte a la Flotilla hasta su llegada a Gaza". "La Flotilla navega ahora por aguas de soberanía palestina, no israelí. Cualquier agresión de los genocidas contravendría la legislación internacional y debería tener consecuencias", añadió, poco después de que se conociera que las embarcaciones habían traspasado efectivamente la zona de exclusión dictada por Israel. A última hora de la noche de ayer, cuando los buques de Israel empezaron a rodear la flotilla, el grupo Sumar en su conjunto mandó un comunicado denunciando la situación y pidiendo al Gobierno que pida a la Fiscalía que inicie una investigación.
Parte de este malestar, explican fuentes de estas formaciones, se debe a que esa zona de exclusión invade aguas internacionales y ha sido decidida unilateralmente por Israel. Consideran que si España la respeta, está dando carta de naturaleza a esa decisión del Gobierno de Benjamin Netanyahu. Matices al margen, el gesto de Sumar e Izquierda Unida se produjo justo un día después de que los cinco ministros de Sumar enviasen un comunicado conjunto en el que afeaban a la parte socialista del Ejecutivo que diera por válido el plan de paz de Donald Trump para Gaza.
Ya fuera del Gobierno, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, acusó a Pedro Sánchez de estar haciendo "el juego sucio a Netanyahu" por pedir a la Flotilla que no entrase en la zona de exclusión. También puso en el aire su apoyo al real decreto del embargo de armas a Israel que se debatirá la semana que viene en el Congreso de los Diputados.
El decreto fue anunciado por Sánchez el 8 de septiembre y no fue llevado al Consejo de Ministros hasta el día 23. Ya entonces los miembros de Sumar pusieron el grito en el cielo por el desfase entre el anuncio y el hecho, y ahora es una medida que no gusta demasiado y que corre el riesgo de decaer cuando se debata. Por un lado, la coalición de Yolanda Díaz pide tramitarlo como proyecto de ley para poder incluir enmiendas al texto de Moncloa. Por otro, Izquierda Unida ha registrado su propia ley para intentar complementarlo. Y, por último, Podemos también amenaza con tumbarlo.
Ayer, Belarra habló de que se trataba de un decreto "fake". "Este embargo de armas no va a servir para nada, no aborda ninguno de los elementos centrales que han permitido que España tenga las relaciones armamentísticas más abundantes de nuestra historia", explicó. Aunque no especificó si votaría en contra o se abstendría, sí que mostró poco entusiasmo a la idea de poder incluir enmiendas si se tramitase como proyecto de ley: "Todos los reales decretos que se han tramitado así, han quedado durmiendo el sueño de los justos en este Congreso", dijo.
La líder de la formación morada se mostró convencida de que la única forma de hacer al Gobierno recapacitar para cambiar el embargo de armas sería la presión de la sociedad civil. En ese sentido, alentó las protestas que se celebrarán el próximo fin de semana en más de 40 ciudades españoles y que buscan que el Ejecutivo imponga un embargo de armas "integral" y que se rompa todo tipo de relación con Israel, también la diplomática, algo que el Gobierno de momento no parece dispuesto a hacer.
La de este fin de semana se tratará de la primera manifestación convocada desde la izquierda y contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Su afluencia se prevé masiva entre las distintas fuerzas de izquierda, ya que la situación de Gaza ha copado la práctica totalidad del debate político en ese espacio. Además, fuerzas como Sumar se manifestarán y apoyan lo que se pide. Es decir, más presión sobre los socialistas por parte de sus socios.
El Gobierno, por su parte, se ha defendido y Sánchez reaccionó ayer apuntando al Gobierno de Israel, asegurando que la Flotilla "no es ni una amenaza ni un peligro" y pidiendo a Netanyahu que tampoco represente una "amenaza" para los que viajan a bordo. Sin embargo, el ministro Óscar López reconocía horas antes que "el Gobierno ha hecho todo lo que está en su mano" y que poco más puede hacer con respecto a la Flotilla.
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