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Corrupción

El Gobierno no aclara si Ábalos ha visitado a Cerdán en prisión

El PP reclama el registro de visitas del exsecretario de Organización y de Koldo, pero no recibe información sobre el primero

Santos Cerdán, en su vista ante el Tribunal Supremo previa a su detención Alberto R. RoldánPHOTOGRAPHERS

El Gobierno no aclara si Santos Cerdán ha mantenido encuentro de algún tipo con José Luis Ábalos en la prisión de Soto del Real desde su ingreso el pasado mes de junio. A través de una ofensiva en el Congreso de los Diputados, el Partido Popular preguntó al Ministerio del Interior, primero, por las visitas que recibió el asesor estrella del que fue ministro de Transportes, Koldo García Izaguirre, el tiempo en el que estuvo detenido.

En concreto, los diputados Pedro Muñoz Abrines y Ana Belén Vázquez requerían «copia de todos los informes y documentos sobre las visitas que ha recibido Koldo García Izaguirre en el calabozo de Tres Cantos, con detalle de las personas que lo han visitado en dichas instalaciones». El objetivo era saber si entre esas personas se encontraba Ábalos. Pero hubo una respuesta parlamentaria: «El Gobierno ha negado que el exministro de Fomento José Luis Ábalos visitara a quien fuera su asesor».

A partir de ahí, los diputados populares han seguido la misma estrategia y han requerido la documentación del último secretario de Organización del PSOE, encarcelado desde el pasado mes de julio. El objetivo: saber si ha recibido, entre otras, la visita de Ábalos. Pero Interior se ha negado a ofrecer ningún dato.

En su día, recuerda el grupo popular en un escrito registrado en la Cámara Baja y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, «Instituciones Penitenciarias dejó de informar a la UCO de la Guardia Civil sobre las visitas recibidas por Santos Cerdán en su estancia en la cárcel de Soto del Real». La decisión, censuran los populares, «se tomó a pesar de que la UCO había solicitado con anterioridad que se le informara con antelación y discreción sobre estas visitas, al considerarlas de interés para sus investigaciones».

Para el PP, resulta de gran interés el listado de personas que han ido a entrevistarse con Cerdán. Como publicó en exclusiva este diario, uno de los primeros en acudir al centro penitenciario fue Jacobo Teijelo, «el abogado de las cloacas del PSOE», el que se reunió con Leire Díez y el entonces número tres del partido en plena reflexión de Sánchez. Ahora, los populares pretendían saber «cuántas reuniones» ha tenido con este letrado, o si «ha recibido la visita de algún miembro» de la actual cúpula socialista, o de la anterior, caso de su antecesor al frente de Organización. Es decir, Ábalos.

Críticas a Interior

Para Génova, el secretismo sobre las visitas de Cerdán tiene mucho que ver con un nombre que, antaño, participó en la segunda investidura de Sánchez: Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciarias. «Es el que tiene que dar la información de las visitas y fue clave en el pacto sellado entre Cerdán y Antxon Alonso con Bildu para la investidura de Sánchez. Bildu la apoyó a cambio de un pacto secreto por el que conseguía el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas. Ahora, protege a Cerdán y al propio Gobierno», censuran fuentes populares.

La estancia en prisión de Cerdán se ha convertido en un foco de polémica prácticamente desde el principio. La estrategia fallida del PP de requerir por la vía parlamentaria el registro de visitas se une a otra ofensiva que ya publicó este diario. A través del Senado, el grupo popular lanzó una batería de preguntas escritas al Gobierno para indagar en los «beneficios» de los que goza el ya exdirigente socialista navarro.

Como, por ejemplo, que no comparta celda con ningún preso. O la creación de un libro de firmas en los módulos del penal para controlar los movimientos de funcionarios y trabajadores. Una medida inédita que no tiene otra finalidad que blindar su privacidad. De ahí que los populares interrogaran al Ejecutivo por el «amparo normativo» de esta polémica decisión.

Según teorizan en el PP, todo obedece a una pretensión del Gobierno de echar un capote al exsecretario de Organización para que no tire de la manta y descubra lo que ocurrió en las entrañas del PSOE. Hay cierta expectación por que la Justicia acabe dando con la existencia de una «caja B» en Ferraz.

La negativa a informar de sus visitas, la celda sólo para él, el libro de firmas para tranquilidad de su privacidad. «Una situación inédita en democracia», como es el cerco judicial del Gobierno, sostienen fuentes de la cúpula, «está conllevando situaciones excepcionales en el trato que recibe» Cerdán en la cárcel.