«Guardiacivil.sexy.cat»: La última trampa para el referéndum del 1-O

Los independentistas crearon esta web para intentar burlar los controles y hacer el recuento.

«Guardiacivil.sexy.cat». Así se llamaba la web que pretendían utilizar, como última opción, los organizadores del referéndum ilegal del 1-O. Estos individuos estaban desesperados la víspera de la consulta. No conseguían mantener activa más de una o dos horas las distintas web y aplicaciones que habían creado o comprado para el recuento de los sufragios y el voto on line. Cada iniciativa que tomaban era respondida por la Guardia Civil que, provista de la preceptiva autorización judicial, procedía a su cierre.

Los organizadores, según un informe de la Guardia Civil al que ha tenido acceso LA RAZÓN, habían empleado mucho tiempo y dinero en el montaje de una estructura en cadena, con el fin de que al cierre de una web, que daban por supuesto por el carácter ilegal de la consulta popular, siguiera, en espacio de minutos, la apertura de otra. El centro de operaciones externo lo habían colocado en Londres.

En todo este montaje jugaban un papel relevante, a la hora de organizar a la gente a nivel de calle, los Comités de Defensa del Referéndum(CDR, reconvertidos ahora en Comités de Defensa de la República). Por ello, celebraron reuniones de urgencia en toda Cataluña en la tarde noche del 30 septiembre, dentro del mayor secreto y con las máximas medidas de seguridad.

Se trataba de dar las últimas instrucciones para que, a la mañana siguiente, estuvieran abiertos el mayor número de centros de votación. Y allí se comunicó la web, tras ser bloqueadas por el juez a propuesta de la Benemérita, que habían creado para transmitir las últimas consignas: «Guardiacivil.sexy.cat».

Semejante ocurrencia, en opinión de sus creadores, les daba un margen de tiempo suficiente para poder transmitir las consignas a través de una web con un nombre tan singular. No fue así y los especialistas de la Benemérita no tardaron en comunicar al juez lo que ocurría e, inmediatamente, se ordenó el cierre.

Que se llegara a esta situación, un tanto esperpéntica, tiene su explicación y es fruto de la referida desesperación que sufrían los independentistas. Según un informe de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cataluña, el hombre clave para la adquisición y apertura de webs relacionadas con el referéndum era Joan Manel Gómez Sanz, Jefe de Riesgos de i Centro de Seguridad de la información del Consorcio de la Administración Oberta de Cataluña (AOC- CESICAT).

En concreto, las investigaciones permitieron saber que junto con dos personas, un tal Pep y un tal Eduard, eran «los expertos informáticos que habrían diseñado la red de dominios, direcciones y correos que soportarían los previsibles ataques que las autoridades judiciales españolas pudieran llevar a cabo contra las diferentes páginas webs creadas a propósito del referéndum», según dicho informe. Asimismo, se «constató» la participación de Gómez «y un tal Jesús, que se encontraba entonces en Londres, en la «implementación de las web en relación al referéndum índependentista catalán y como intentan cubrir cualquier contingencia que pudiese surgir buscando posibles soluciones para que el proyecto no se detenga». El tal Jesús era él que desde Londres subsanaba los errores que pudieran surgir en el funcionamiento de las web e ir buscando «posibles soluciones para que el proyecto no se detuviera y ordenara ir comprando dominios».

Para los organizadores, era fundamental el asunto de las bases de datos para la asignación de colegios electorales; y, en segundo lugar, el recuento de votos. En principio, esta información estaría alojada en una nube. Además de Referéndum.cat compraron a la empresa Eurodns los dominios REF10CT.CAT y otros que serían los próximos que se activarían, una vez bloqueado Referéndum.cat. Jesús facilitó desde Londres las credenciales, que eran usuario: Jambstuber y password: J4m3%.eurodns.

Asimismo, según el informe, Gómez contrató el webmai de Proton, que es una empresa suiza de correo cifrado, que garantizaba la seguridad y confidencialidad a sus clientes. Tenía como correo de contacto con Proton la cuenta Jamstuber, que pertenecía y era gestionada por Gómez.

Como comenta un experto, tanto trabajo para que, al final, tuvieran que echar mano del nombre de la Guardia Civil y tratar de que pasaran inadvertidas sus actividades ilegales.