Política

El desafío independentista

La Generalitat prevé gastarse 15 millones en la consulta soberanista

ERC ganaría las elecciones a CiU si hoy hubiera comicios en Cataluña

Mas recibió ayer en el Parlament a los impulsores de «Som Catalunya, Somos España»
Mas recibió ayer en el Parlament a los impulsores de «Som Catalunya, Somos España»larazon

BARCELONA- Aunque faltan unos días para que la Generalitat presente su proyecto de Presupuestos del año 2014 , el Gobierno de Artur Mas ya trabaja con una estimación muy clara sobre el coste que tendrá organizar la consulta soberanista: 15 millones. A pesar de que el departamento de Economía todavía no ha hilado fino con los números, el departamento de Gobiernación tiene una aproximación estimada de un proceso que, muy probablemente, no llegará a celebrarse, puesto que el Gobierno no tiene la menor intención de autorizar una votación independentista que desborda el marco constitucional.

Los cálculos que maneja el departamento de Gobernación se han hecho a partir del coste de unas elecciones autonómicas, cuya última celebración tuvo un coste aproximado de 30 millones de euros. «Organizar una consulta tiene al menos la mitad de coste», aseguraron fuentes de esta conselleria, dirigida por la vicepresidenta Joana Ortega. La cifra precisa no se conocerá hasta el próximo 29 de octubre, cuando Mas-Colell planea presentar las cuentas de 2014.

A pesar de la previsible negativa del Gobierno a celebrar la consulta soberanista, la Generalitat ya trabaja en los preparativos y en cómo deben desarrollarse las votaciones. La intención del Ejecutivo de Mas es habilitar un fin de semana entero para que los ciudadanos puedan votar en las urnas y añadir varios días (quizá la semana) para que también se pueda participar por internet. Para ello se pondrían en marcha lo que la Generalitat llama «puntos de participación», una terminología que la administración catalana usa para diferenciarlos de los tradicionales colegios electorales.

El elevado coste de la consulta puede resultar contraproducente para los promotores de la independencia. Salvando las distancias, éste fue uno de los problemas que sufrió el ex alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, cuando puso a votación la reforma de la avenida Diagonal. Aquella iniciativa supuso un gasto de 3 millones de euros que muchos ciudadanos consideraron innecesario en tiempos de crisis.

Probablemente, el resultado de que se haya conocido ahora el precio de la consulta soberanista actúe como elemento movilizador de cara a la concentración del Día de la Hispanidad que se celebrará en Barcelona. En general, los costes del proceso soberanista para el erario público catalán son una de las principales críticas que suelen realizar los que se oponen a la deriva independentista. Los costes de una eventual consulta, sin embargo, no pueden explicar por sí solos el precio de todo el proceso en general, ya que la Generalitat ha puesto en marcha numerosas iniciativas para poner los fundamentos del futuro Estado catalán.

Por otra parte, ERC ganaría hoy las elecciones en Cataluña al liderar la intención de voto tres puntos por delante de CiU, según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) realizada con motivo del pasado Debate de Política General. No obstante, el sondeo, elaborado a partir de 800 encuestas, indica que el 28% de los participantes en el estudio dieron a Mas como ganador del debate, seguido del presidente de ERC, Oriol Junqueras (16,2%), mientras que la intención de voto la lidera ERC, con el 20,8 % de los apoyos, seguido de cerca por CiU (17,1 %).

Los impulsores de la unidad se ven con Mas

«Neutralidad». Es lo que pidieron los promotores de la concentración a favor de la unidad de España del 12 de octubre en Barcelona al presidente de la Generalitat. Artur Mas, y la vicepresidenta, Joana Ortega, que recibieron a la plataforma «Som Catalunya, Somos España» después de que se hubieran reunido con los líderes de PP, PSC y C's. Desde la plafatorma, José Domingo apuntó que en el encuentro «se ha roto un tabú» y el «sesgo» de ciertos sectores. Por su parte, el portavoz del Govern dijo que el tono fue «correcto» frente a las «discrepancias de fondo».