El desafío independentista

¿Por qué la Policía belga llevaba esteladas?

El portavoz del PP europeo exige explicaciones a Bélgica y los agentes del distrito se justifican con que «no tenía connotación política». Autobuses municipales y bomberos acudieron también a apoyar al huido Puigdemont.

¿Por qué la Policía belga llevaba esteladas?
¿Por qué la Policía belga llevaba esteladas?larazon

El portavoz del PP europeo exige explicaciones a Bélgica y los agentes del distrito se justifican con que «no tenía connotación política». Autobuses municipales y bomberos acudieron también a apoyar al huido Puigdemont.

La manifestación independentista que el jueves apoyó al fugado Puigdemont en Bruselas contó con «simpatía» de la Policía belga. O al menos así pareció. Y es que algún coche patrulla de los agentes lucía en uno de sus cristales una estelada, lo que indignó a la delegación española de la Euro-
cámara. Por ello, el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, exigió una explicación oficial de Bélgica. Además, denunció públicamente en su cuenta de Twitter que son los mismos policías que en un minuto «pasaron de dar 10.000 manifestantes a 45.000». Asimismo, Pons criticó que esa bandera que portaban los coches patrulla «ni siquiera es la bandera de Cataluña, sino una ilegal que representa la ruptura de España».

Por su parte, la Policía del distrito de Bruselas-Montgomery se justificaba ayer asegurando que no había «ninguna connotación política» en ello, según destacó a Efe el jefe de la Policía de Bruselas-Montgomery, Michaël Jonniau. El responsable policial consideró que «probablemente» algún manifestante quiso hacer una foto de la marcha y «los agentes no evaluaron que (la imagen) pudiera generar dicha reacción».

En el viaje para apoyar a Puigdemont se debieron gastar «un pastón», y es que hasta 15 vuelos chárter llegaron en menos de tres horas al aeropuerto de Zaventem de la capital belga.

Además, la marcha independentista en Bruselas se sirvió de autobuses públicos catalanes para boicotear la unidad comunitaria, pero fue en balde. Aunque Bruselas permaneció sorda a las exigencias de los independentistas, la indignación de la ciudadanía española en Bruselas al ver los autobuses que ilustran este texto fue patente. Ayer mismo un autobús –en el que aparece una pegatina roja identificativa con la Generalitat– estaba aparcado en la estación Chaussée de Etterbeek sobre la una de la tarde en el barrio europeo de Bruselas, junto a otros rojos que suelen estar destinados al transporte público catalán donde figuraba la marca de la Generalitat. «Vimos que era un bus público y no comprendimos cómo un transporte pagado por todos haya servido para conducir hasta Bruselas a los independentistas», critica a este periódico un ciudadano español afincado en Bruselas. Las administraciones catalanas se rigen por un modelo público-privado para dar servicio de transporte bajo el paraguas de compañías públicas. En este caso, los autobuses que acudieron a Bruselas son propiedad de la compañía J. Comasòlives que se ocupa de unir, entre otros municipios, a Vic y Folgueroles, informa D. J. Fernández.

Entre las cerca de 45.000 personas que acudieron a la llamada de las entidades soberanistas ANC y Òmnium Cultural respondieron también una amplia delegación de bomberos catalanes, vestidos incluso con el uniforme naranja oficial y su casco amarillo. Como cualquier otro viajero, en uno de los transportes se pudo reconocer a Oriol Pujol Ferrusola, hijo del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, que prefirió recorrer los 1.300 km en autobús a pagar los 420 euros por un viaje en avión de ida y vuelta en el día.