Las averiguaciones de Ruz en Suiza marcarán el futuro de Bárcenas

La situación procesal del ex tesorero del PP Luis Bárcenas parece que se complica por momentos. Cuando en septiembre de 2009 parecía que la Justicia se había olvidado de él por el «caso Gürtel», después de que el entonces instructor de ese procedimiento en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Antonio Pedreira, archivara la causa al entender que no había indicios suficientes para continuar la causa contra él, en marzo de 2012 se produce un giro copernicano al encontrarse nuevos indicios y reabrir la Audiencia Nacional la investigación respecto al ex senador «popular», Ricardo Galeote y el ex diputado Jesús Merino.

El juez Pablo Ruz se hace cargo de una instrucción que comenzó el ahora ex magistrado Baltasar Garzón, con una Fiscalía Anticorrupción que había encontrado nuevos mares para explorar en esta trama de corrupción vinculada a una red de empresarios que, presuntamente, lideraría Francisco Correa. Fue a partir de entonces cuando el nombre de Bárcenas comenzó otra vez a tomar «protagonismo», hasta que el pasado día 16 salta el escándalo de que transfirió a cuentas suizas 22 millones de euros cuando fue imputado, en el año 2009.

En un primer momento, Bárcenas justificó ese dinero en que el mismo procedía de la venta de cuadros y chalés, y que, además, regularizó diez millones en la «amnistía fiscal» que había decretado el Gobierno. La Agencia Tributaria lo desmintió.

Ayer mismo, este periódico publicaba que Bárcenas desvió en menos de tres meses 4,5 millones de Suiza, de los que tres los transfirió en los 20 días anteriores a que el entonces juez Garzón le acusase de cobrar 1.353.000 euros de la organización supuestamente liderada por el empresario Francisco Correa.

Pasos procesales

Ésta es la situación, nada fácil como se puede comprobar, en la que se encuentra Luis Bárcenas. El juez Ruz viajará esta misma semana a Berna (Suiza), en concreto, el miércoles, para seguir el rastro del dinero que se encuentra en cuentas a nombre del ex tesorero «popular».

Todo hace suponer que, en primer lugar, el magistrado querrá confirmar la titularidad de los fondos consignados en los bancos suizos. De producirse ese extremo, todo hacer prever que la Fiscalía Anticorrupción solicitará, más temprano que tarde, que se cite a declarar como imputado a Luis Bárcenas, algo a lo que, a buen seguro, accederá el magistrado. Allí, quien había ocupado uno de los puestos más relevantes del PP, deberá demostrar que esas ingentes cantidades de dinero o no eran suyas o estaban «legalizadas» a efectos fiscales. En todo caso, se encontrará ante un escaparate nada atractivo.

A partir de ahí, su devenir procesal estará ligado al transcurso de la instrucción. Si la investigación apuntala los indicios existentes en su contra, el magistrado decretará la apertura de juicio oral y difícilmente podrá evitar sentarse en el banquillo. Difícil situación en la que se encuentra que, a la vista de los resultados de la comisión rogatoria que practicará el juez Ruz el miércoles puede hacer que su futuro procesal y penal sea aún más negro.