Datos
Una ley cada 37 días, la peor legislatura de la democracia
LA RAZÓN ha analizado las 16 legislaturas para ver el ritmo con el que se aprueban las leyes. Las únicas peores que la actual fueron las fallidas de 2016 y 2019.
Fue Lyndon B. Johnson el que, postulándose como la mejor alternativa en las primarias del Partido Demócrata estadounidense, dijo que había dos tipos de caballos: los de concurso y los de trabajo. Los de concurso eran agradables a la vista, decía, pero a la hora de labrar no puedes contar con ellos. Él aseguraba ser un caballo de trabajo, por supuesto, y el de concurso era su rival en esas primarias, un tal John F. Kennedy. Aunque ha pasado mucho tiempo desde entonces, esta metáfora sirve perfectamente para explicar la política española actual.
¿Qué tipo de caballo sería Pedro Sánchez? Si se pregunta al Gobierno, en Moncloa dirán que es un caballo de trabajo. Sin duda. Pero nada más lejos de la realidad. En lo que va de legislatura, el Congreso de los Diputados ha aprobado diez leyes y nueve leyes orgánicas. Se trata de un total de 19 leyes desde las elecciones del 23J de 2023.
Esto significa que la Cámara Baja aprueba una ley cada 37,4 días. Y es un dato preocupante, ya que se trata del ratio más bajo de toda la democracia.
LA RAZÓN ha hecho un análisis de todas las iniciativas que se han aprobado en el Congreso desde la legislatura Constituyente, que comenzó el 13 de julio de 1977, para dilucidar a qué ritmo avanza la actual, la XV legislatura. El resultado es contundente. En la historia democrática española, sólo se han aprobado leyes a peor ritmo en las legislaturas fallidas. Estas son la XI y la XIII, las de las repeticiones electorales de 2016 y 2019.
Estos datos matan por completo el argumentario de Moncloa y del PSOE. La semana pasada, tras el Pleno escoba del 22 de julio, el Gobierno se esmeró en difundir un mensaje en el que presumía de haber aprobado "42 leyes en el BOE en lo que va de legislatura". Con ese mensaje pretendían combatir el relato de que son un Gobierno frágil; sin embargo, se trata de una afirmación engañosa, pura desinformación.
En sus cuentas, el Gobierno no está haciendo referencia sólo a proyectos de ley o proposiciones de ley que se tramitan en el Congreso, sino que también está teniendo en cuenta los reales decretos o los reales decretos legislativos que el Gobierno lleva al BOE por su cuenta. Aun así, sigue fallando: según la web del Congreso de los Diputados, esta legislatura se han aprobado 41 leyes, leyes orgánicas, reales decretos o reales decretos legislativos. No 42.
El engaño de Moncloa
También muestra lo engañoso del dato que facilita Moncloa que, en su cuenta de leyes llevadas al BOE. El Gobierno está incluyendo el Real Decreto-ley 7/2025, de 24 de junio, por el que se aprueban medidas urgentes para el refuerzo del sistema eléctrico. Este es el llamado real decreto anti-apagones, que aparece en la web del Congreso, pero fue derogado el pasado 22 de julio. El Consejo de Ministros lo había aprobado hace un mes, pero no pudo ser convalidado por los votos en contra del PP, Vox, Podemos, Junts, BNG y un diputado de Sumar. Es verdad que llegó al BOE, como dice el Gobierno, pero lo cierto es que no se quedó en él.
Los motivos para que el Poder Legislativo apenas esté legislando desde 2023 son más que evidentes. Las elecciones dibujaron un Congreso absolutamente fragmentado y aunque Pedro Sánchez consiguió los apoyos para ser investido, no los está consiguiendo para gobernar. Sobre todo, porque se sostuvo sobre unos socios que en muchas ocasiones tienen intereses cruzados. Las medidas que quieren los partidos nacionalistas de derechas, Junts y PNV, no suelen coincidir con las de ERC y Bildu, sus competidores territoriales.
De la misma forma, Podemos y Sumar batallan por el mismo electorado a nivel nacional. Y los puentes con el PP están rotos para consensos de Estado y con Vox ni se negocia. Así, cada ley es un encaje de bolillos por el que el Gobierno suda sangre y eso se nota en el escaso número de iniciativas aprobadas. Sánchez, sin embargo, no ve en esta situación un motivo para convocar elecciones y prefiere gobernar "con o sin el concurso del Legislativo", como él mismo dijo en el penúltimo Comité Federal del PSOE.
Otro de los argumentos a los que suele recurrir Moncloa para excusar su dificultad a la hora de aprobar medidas es que ya se ha acabado el tiempo del bipartidismo y de las mayorías absolutas. Es cierto que resulta prácticamente imposible imaginar un escenario en el que un partido pueda volver a tener una mayoría absoluta. También es cierto que desde el fin del bipartidismo, que se podría situar en la legislatura XI, cuando Podemos y Ciudadanos entraron por primera vez en el Congreso de los Diputados, ha caído el número de leyes que se aprueban.
Pero ello no justifica que la productividad parlamentaria caiga tanto, y el propio Pedro Sánchez es un ejemplo de ello. En la anterior legislatura, Sánchez logró sacar adelante 118 leyes. Es un ratio de una cada 11,5 días. Se trata de una cifra muy similar a las leyes que se aprobaron en la III legislatura, con Felipe González como presidente. Entonces fueron 120 leyes, a una por cada 10,2 días.
Otra forma de analizar la productividad es por años, pero ahí tampoco sale bien parado el Gobierno. Los peores años, descartando aquellos en los que se celebraron elecciones, fueron 2017, cuando aún gobernaba Mariano Rajoy, y 2024. En ambos años, se aprobaron un total de 13 leyes en cada uno. En lo que va de año, en 2025 se han aprobado sólo seis, menos de la mitad. Esto significa que este año va camino también de ser el peor de la democracia, porque ahora Sánchez cuenta menos con el apoyo de sus socios que en enero, y es difícil pensar que vaya a poder remontar.