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Los dados de Rajoy y el azar

El presidente del Gobierno, que tiene su «tempo» personal y galaico, reservará el nombre del próximo ministro de Economía hasta el último minuto, aunque ya lo tenga decidido.

Los dados de Rajoy y el azar
Los dados de Rajoy y el azarlarazon

El presidente del Gobierno, que tiene su «tempo» personal y galaico, reservará el nombre del próximo ministro de Economía hasta el último minuto, aunque ya lo tenga decidido.

Rajoy, previsible y ceremonioso, tiene su «tempo», personal y galaico. Luis de Guindos vuela ya hacia el Banco Central Europeo y desea dejar atrás cuando antes el ministerio. Hubiera preferido comparecer ante la Eurocámara sin ser ministro. El presidente, sin embargo, tenía sus propios planes y nadie le impone calendarios. Despedirá a Guindos en el Consejo de Ministros del viernes y, de verdad, en el vino y pincho de tortilla que sigue a las reuniones del Gobierno.

La semana que viene, Rajoy anunciará quién sustituirá a Guindos. Reservará el nombre hasta el último minuto, aunque es probable que lo tenga decidido hace semanas. Y si es mujer, puede tener la tentación de aprovechar el 8 de marzo, Día de la Mujer, para que jurara el cargo, aunque claro, podría ser malinterpretado.

Los infinitos rumores, la mayoría apócrifos, insisten en los candidatos ya sabidos: Alberto Nadal, Román Escolano y Fernando Bécker. Descartan a Álvaro -Zape, según algunos ministros- Nadal y a Isabel García Tejerina. Eso sería un cambio de Gobierno de más alcance y ya se sabe que Rajoy no es partidario de grandes movimientos.

Alberto Nadal es el candidato del entorno del presidente, pero tiene en contra ser hermano de Álvaro. Dos gemelos en el mismo Gobierno sería de Guinness y daría munición a la oposición. Román Escolano, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, cambiaría un puesto de más de 250.000 euros por los 75.000 de ministro, aunque ganaría la tarjeta de ex-ministro para siempre, algo irresistible para muchos. Conoce los vericuetos europeos, pero hay quien piensa que le falta pegada. También parece que le apoya Francisco González, presidente del BBVA, y no está claro si eso ayuda o perjudica.

Fernando Bécker es amigo de Rajoy desde que coincidieron en el bachillerato en León. Está obligado a decir que no aspira a la poltrona ministerial, pero sería uno de sus grandes sueños. Su candidatura se complica porque acaba de dejar Iberdrola, tras años -mejores y peores- al lado de Ignacio Sánchez Galán con quién Álvaro Nadal y el Gobierno se la tienen tiesas, hasta el punto de que los menos sanchistas del partido socialista están de acuerdo con el ministro de Industria en su bronca por el cierre de las centrales de carbón con el presidente de la eléctrica.

Bécker, además, que esperaba haber sido Gobernador del Banco de España cuando fue elegido Luis Linde, quizá tendría otra oportunidad para ese puesto antes de que llegue el verano, pero parece reservado para una mujer y hay tres candidatas potentes: Rosa María Sánchez Yebra, vicegobernadora del Banco del Desarrollo del Consejo de Europa; Eva Valle Maestro, directora general de la Oficina Económica del Presidente, que tiene el hándicap de estar casada con Alberto Nadal, y Emma Navarro Aguilera, la actual secretaria general del Tesoro.

Los rumores, por último, que muchas veces persiguen quemar candidatos también apuntan a la ahora número dos de Guindos, la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, como su sucesora en el ministerio. Algo, indican los marianólogos, muy del estilo de Rajoy. Fue diputada por Pontevedra y tiene su cierto pedigree en el PP. En cualquier caso, nadie sabrá nada hasta el final, y el inquilino de la Moncloa tampoco permitirá, al revés que en el verso de Mallarmé, que el azar determine «un golpe de dados». ¡O no!. Al fondo, Arriola, mientras se encoge de hombros, comenta: «¡Ya sabéis cómo es el gallego!». La solución, la próxima semana.