Elecciones generales

Los tiempos del Rey... y los socialistas

Probablemente Felipe VI propondrá el martes a Sánchez para que forme Gobierno pero ahora habrá que esperar a que voten las bases del PSOE. Se mira al Monarca como si tuviera que ofrecer una solución pero en sus funciones no está resolver el mapa político y ni siquiera encauzarlo

Cuando el Rey Felipe VI recibió en la primera ronda de consultas, el 20 de enero, al portavoz de Democracia i Libertad, su expresión era mucho más relajada que la que tuvo en la segunda ronda, el pasado 29 de enero, con el mismo
Cuando el Rey Felipe VI recibió en la primera ronda de consultas, el 20 de enero, al portavoz de Democracia i Libertad, su expresión era mucho más relajada que la que tuvo en la segunda ronda, el pasado 29 de enero, con el mismolarazon

Dicen los que saben de historia, que los borbones siempre se crecen en las dificultades y que sin embargo, en tiempos de bonanza, se daban a la holganza y las malas costumbres. El año y pico que Felipe VI lleva en el trono no ha sido de los tranquilos. Y no es, que estemos metidos en guerras o revoluciones, sino simplemente que las cosas ordinarias se han complicado y repercuten de manera directa en la figura del Rey como en la sociedad entera.

En honor a la verdad hay que decir que son problemas heredados. El asunto Urdangarín, como la crisis institucional viene de tiempo atrás, pero como la jefatura del Estado es vitalicia, se ha encontrado con una patata caliente; la misma que llevó a su padre a abdicar para intentar reconducir el desgaste que la Corona había sufrido en los últimos años.

En las últimas semanas Don Felipe está siendo testigo en primera persona de una situación provocada por el resultado de las últimas elecciones. Lo que en principio era algo que debían resolver los partidos mediante pactos, conversaciones o alianzas se ha convertido en una crisis institucional, que aún no ha terminado, y que parece que excede a los partidos, incapaces de ofrecer una solución. Así las cosas, muchos españoles han mirado al Monarca como si él debiera ofrecer una solución al desaguisado. Es decir, han querido trasladar a don Felipe un problema que él en ningún caso debe resolver, ni tan siquiera encauzar.

El último capítulo, el vivido ayer en el Comité Federal del PSOE, donde el secretario general del partido anunció una consulta a sus militantes para decidir los futuros pactos del partido, puede parecer muy democrático, pero añade un nuevo factor a una situación ya de por sí compleja. Un nuevo factor pues traslada a los militantes del Partido Socialista una responsabilidad que ellos no pueden asumir: deben decidir sobre unos pactos sin conocer las negociaciones que ya han tenido lugar, ni tampoco las exigencias que implicarán, ni mucho menos las consecuencias que conllevarán. Tampoco tienen porqué conocer los programas de los partidos con los que pactan, con lo que la frase «programa, programa, programa» puede resultar aún más sarcástica e irreal de lo que hasta ahora era.

Porque imaginemos por un momento que los militantes decidieran pactar con el Partido Popular ¿qué haría entonces Pedro Sánchez? O que decidieran pactar con Podemos pero luego ese pacto no se pudiera llevar a efecto por las grandes pretensiones del partido de Pablo Iglesias. Sería un brindis al sol que únicamente vuelve a manifestar la irresponsabilidad de su partido.

Pero hay un elemento más, y no menos grave que el anterior. Si las consultas del Rey siguen su curso normal, es probable que el próximo martes esté en disposición de proponer al presidente de las Cortes el nombre de Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno.

Pues bien, con la jugada que el secretario general del Partido Socialista se sacó ayer de la manga, esa propuesta –visto el parecer de los partidos a los que ha consultado el Rey- de nada serviría, pues estaría a expensas de lo que esa consulta a la militancia determinara.

Encuesta interna

Es decir, que los tiempos del Rey, las sucesivas consultas con los líderes políticos de todos los partidos con representación parlamentaria, dependerían ahora de otros tiempos, de otros actores –los que tienen carné socialista– en los que Pedro Sánchez deposita una decisión que solo a él y a su partido corresponde.

Sin duda, Patxi López deberá esperar hasta que los militantes se pronuncien para la sesión de investidura. Todos deberemos esperar, pues a esa encuesta interna sucederán los contactos con el partido elegido. En fin, una espera para el Rey Felipe VI y para todos los españoles. Para todos los que votamos el 20 de diciembre, hace ya... ¡Y lo que nos queda!