Fernando Grande-Marlaska suma un nuevo capítulo de enemistad con la Guardia Civil. Esta vez el ministro del Interior ha optado por gastar cerca de 30.000 euros en varios paquetes publicitarios con pulseras, pines, tazas o pendrives para la delegación de tráfico de la Guardia Civil.

En este sentido, miembros de los cuerpos de seguridad han señalado que es una temeridad destinar dinero a este tipo de partidas debido a la falta de presupuesto y de material que ha lastrado a la Guardia Civil en sus actuaciones de hace varias semanas en la localidad de Torre Pacheco para salvaguardar la seguridad ciudadana.

Aunque el despilfarro es mayúscula, según publica Ok Diario esa cifra podría ser mayor, ya que se han declarado desiertos cinco lotes. En el caso de que estos productos volvieran a ser subastados, la cuantía se marcharía hasta los 58.000 euros, sin aplicar el IVA. Eso sí, si se sigue la regla habitual, cuando una oferta queda desierta, el importe de la siguiente licitación suele aumentar su precio.

La perspectiva de interior se aleja de la Guardia Civil, ya que el ministerio de Marlaska piensa que es "fundamental" los paquetes adjudicados para mantener el "decoro y la imagen" de la Agrupación de Tráfico que justifica la necesidad de este material con el objetivo de "mantener el prestigio de la institución en los eventos con autoridades civiles y militares en las que participa".

Pese a las quejas de las autoridades que ven innecesario el gasto realizado, los productos serán entregados en los eventos institucionales a los que acudan los mandos de la organización.

La Guardia Civil incrédula ante la decisión de Marlaska

Las autoridades han reiterado en varias ocasiones el abandono del Ministerio del Interior y han asegurado que "se sienten abandonados". Esta vez desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) confrontan con la decisión de Marlaska y aseguran que mientras desde Interior se apuesta por elementos superfluos "los coches se caen a pedazos".

Por su parte desde la Comandancia de Alicante, se asevera que se realizan "odios sordos" ante las reclamas de las autoridades y que es una situación que han sufrido de manera repetitiva en los últimos años. A la espera de las nuevas "inversiones", los agentes de Guardia Civil han alzado la voz mostrando su rechazo.