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Marruecos: «Pierden el tiempo quienes buscan problemas entre los dos países»

El ministro alauí y Margallo escenifican sus buenas relaciones en un encuentro

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, con su homólogo marroquí, Salahedín Mezuar, durante la reunión bilateral que han mantenido tras la cumbre UE-Mediterráneo
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, con su homólogo marroquí, Salahedín Mezuar, durante la reunión bilateral que han mantenido tras la cumbre UE-Mediterráneolarazon

El ministro de Exteriores de Marruecos, Salahedín Mezuar afirma que «pierden el tiempo» quienes intentan crear problemas bilaterales

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y su homólogo marroquí, Salahedine Mezouar, escenificaron ayer la «buena relación» que une a ambos países a pesar de las últimas polémicas que han salpicado a España y Marruecos. «Los que siguen intentando crear problemas entre dos pueblos y países están perdiendo el tiempo», señaló al tiempo que aseguraba que Marruecos tiene «la conciencia tranquila» y no quiere «provocar dificultades» en las relaciones con España.

En una comparecencia conjunta tras mantener una reunión bilateral en el seno de la reunión ministerial UE Política Vecindad Sur, ambos dirigentes comentaron las últimas controversias surgidas, tales como la muerte de dos espeleólogos españoles en el Atlas marroquí y el auto del juez Pablo Ruz en el que se propone juzgar a 11 altos cargos de Marruecos por crímenes contra refugiados en el Sáhara Occidental entre 1975 y 1992.

Tanto Margallo como Mezouar expresaron su «dolor» por el fallecimiento de José Antonio Martínez y Gustavo Virués, y anunciaron que se ha abierto una investigación judicial en Marruecos para depurar responsabilidades y a cuya conclusión esperan para actuar. El ministro marroquí aseguró que su país «va a facilitar todo lo que esté relacionado con esta investigación» y el titular de Exteriores español manifestó su deseo de que la investigación sea ágil, a fin de aliviar el dolor de las familias. «Cualquier acontecimiento, por doloroso y desgraciado que sea, no afecta a una relación tan sólida», señaló Margallo, descartando que el incidente del Atlas haya quebrado las relaciones entre ambos países. «Somos socios, aliados y amigos», zanjó.

En cuanto a la judicialización de los crímenes en el Sáhara Occidental, Margallo reconoció que trató, «tangencialmente», el asunto de la Audiencia Nacional. «No nos corresponde hablar del tema, acataremos las resoluciones judiciales». Más crítico se mostró, sin embargo, su homólogo marroquí que afeó a quienes «intentan provocar cualquier disputa para perjudicar nuestras relaciones», en relación a la decisión del juez Ruz. «No vamos a volver al pasado, miramos al futuro», pues, a su juicio, hay quien quiere crear problemas entre ambos pueblos. En este sentido advirtió de que, frente a los que tienen algo que «reprochar» a Marruecos, «nosotros nos defenderemos con la legalidad y la veracidad». No obstante, se preguntó por qué un asunto antiguo, en el que –según Mezouar– todas las víctimas han cobrado sus indemnizaciones, vuelve a estar ahora de actualidad y llega a la Audiencia Nacional.

A su juicio, si hay una perspectiva que va a dar estabilidad y tranquilidad a la zona, la única oferta de Marruecos es autonomía avanzada, que cree que ayudará a que «no haya perdedor ni ganador». «Todos van a ser ganadores, la región va a ser ganadora y las poblaciones van a serlo», añadió.

Los puntos de fricción

- El accidente de los espeleólogos.

La muerte de los dos escaladores españoles en Marruecos amenazaba con convertirse en un obstáculo en las relaciones entre España y el reino alauí. Las críticas de las familias de los fallecidos al operativo marroquí de rescate, así como las denuncias de los compañeros de los espeleólogos, que aseguraban que las autoridades de Marruecos frenaron la ayuda, podían haber sido un muro entre los dos países.

- Delito de genocidio en el Sáhara.

A una semana de dejar su puesto en la Audiencia nacional, el juez Ruz ha propuesto juzgar a once altos cargos y militares del Gobierno de Marruecos a los que imputa, entre otros, un delito de genocidio por los crímenes que se cometieron contra refugiados del Sáhara Occidental entre los años 1975 y 1992. La causa ya fue abierta por el juez Baltasar Garzón en 2007.