Moncloa alega un "clamor internacional" para presionar al PP a renovar el CGPJ y evitar "un plan B"

En tiempo de descuento. Queda menos de un mes para que termine la mediación de Europa entre el Gobierno y el PP para tratar de desbloquear la renovación del la cúpula del Consejo General del Poder Judicial y, de momento, los visos de acuerdo siguen siendo de mínimos.

Ante esto, el Ejecutivo vuelve a utilizar la presión contra el PP y a colación del informe planteado por el presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, para evitar futuros bloqueos del órgano, traslada toda la presión a la oposición para renovar. El Gobierno, además, señala que existe un "clamor internacional" para acometer la renovación del órgano de los jueces, en referencia al interés de la propia Comisión Europea en desbloquear el asunto. El informe del presidente del CGPJ ha sido recibido de manera optimista por parte del Ejecutivo, aunque todavía no lo ha estudiado por falta de tiempo.

El ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha aporovechado este escenario para situar toda la presión en el PP de Alberto Núñez Feijóo. Según Moncloa, el PP se encuentra ante el "dilema" de cumplir la Constitución o provocar la "descomposición total" del órgano de los jueces. En rueda de prensa tras el COnsejo de Ministros, Bolaños se ha basado en el "clamor que existe" en Europa y "en el sector de la justicia" para renovar el PP. "En este momento, el dilema que tiene el Partido Popular es si decide que quiere la renovación del CGPJ y, por tanto, que está con la Constitución o si está por la descomposición total", ha subrayado.

El minsitro ha defendido que la Comisión Europea ya conocía antes de comenzar la mediación entre Gobierno y PP de "cuál es la situación y quién es el responsable del bloqueo del CGPJ". Ahora, tras la negociación fallida, Moncloa asegura que "la Comisión Europea no tiene ni la más mínima duda" de ello.

En el Ejecutivo se busca así dejar en manos de los populares el resultado final y si bien se confía en el acuerdo porque es "imprescindible", evitan hablar de futuros planes para lograr la renovación sin el PP, aunque no se esconde que sí hay una hoja de ruta alternativa.De esta manera, en el Ejecutivo se pasa ya toda la presión al PP. Si no hay renovación, ellos estarán dispuestos a abrir otras puertas, aunque hasta ahora en Moncloa siempre se ha negado la posibilidad de una renovación sin ir de la mano del principal partido de la oposición.